En algún momento de nuestras vidas queremos ser escuchados, queremos que alguien nos comprenda y sepa que sufrimos mucho; pero no encontramos a nadie, ¿no es así?
En algún momento conseguimos a nuestra "alma gemela", ¿y qué pasa con eso? Que nos traiciona; le mostramos nuestro mejor lado, confiamos en ella/el, le decimos nuestras cosas y cuando menos te lo esperas ¡BAM! la primera puñalada. Es injusto, ¿verdad?
Desde ese mismo instante nos decimos: "no volveré a confiar en nadie más", todos sabemos que no es así. Rompemos la promesa, confiamos en otra persona y sucede lo mismo. Hasta que llega alguien, en que verdaderamente puedes confiar, le puedes contar tus cosas, llamarla a altas horas de la madrugada, llorar sin que se burle.
Llega un momento de nuestras vidas en que pensamos en el suicidio, pensamos en cortarnos; mientras estamos deprimidos, hacemos el primer corte, con lágrimas en los ojos, luego el segundo... Hasta que, hacemos varios y todo esta "mejor".
No sabemos el daño que nos estamos haciendo, el daño que le estamos haciendo a nuestro cuerpo. Y si nuestros padres se llegaran a enterar, pobre de nosotros.
No deberíamos pensar en el suicidio, tenemos una vida que vivir, estamos muy jóvenes para morir. Hay mucho que disfrutar, países que conocer, personas a las cuales conocer. ¿Como se sentirían nuestros padres al vernos muertos? Nosotros pensamos que estarían mejor cuando no es así, ellos nos necesitan más que a nadie, así no lo demuestren.. Ellos nos aman.
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Consejos para suicidas
RandomHe querido hacer este libro para ayudar a todas aquellas personas que necesiten consejos, no solamente a los que son suicidas. Estoy dispuesta a ayudar a todo aquel que necesite un apoyo, así sea para pasar un examen o cualquier cosilla. Este libro...