El cuerpo sin vida de Michael fue recogido por dos guardias, lo colocaron en una camilla y vino un cirujano que estaba muy asustado.
— ¿Puede revivirlo? —Pregunto el hombre al cual se habían escupido sangre—.
—S-señor, lo que me está pidiendo es imposible para la ciencia médica —dijo el cirujano—.
—Le pregunte algo.
—Tal vez.
—¡¡Eso no es respuesta!! —dijo molesto—.
—Si.
—Muy bien, en 3 horas lo quiero vivo en mi oficina.
—S-sí señor.
Dio media vuelta y se fue. El cirujano quedo solo con Michael, tomo un bisturí y abrió la zona del corazón, que estaba muerto, entonces un pensamiento ilógico le vino a la mente, ¿Qué ocurriría si le inyectara cloruro de potasio, pero directamente al corazón? Sería una completa locura, pero no había nada más que le reviviese, así que, temblando, preparo la mezcla y se propuso a inyectarla, de lo que ocurriera, le mataría o salvaría la vida. Lo hizo rápidamente, dos segundos tardo el corazón en reaccionar, pero lo hizo a una velocidad increíble, Michael abrió los ojos, pero no los tenía marrones, sino verdes esmeralda, empezó a convulsionar, lo cual era totalmente contradictorio, ya que la sustancia que le había puesto el cirujano, era para paralizar los organismos, luego de que el cuerpo dejara de convulsionar, el cirujano se dio cuenta de que las venas de Michael estaban negras, especialmente en los brazos, el pecho, la espalda y el cuello, en donde se notaba más, pero lo que más asusto al hombre, fue que la zona en donde había cortado, y retirado la piel, se estaba regenerando rápidamente, para cuando acabo todo, habían pasado alrededor de una hora y quince minutos, el corazón había vuelto a latir, pero lo que había hecho, mataría a cualquier otro hombre de la tierra.
— ¿Ya está? —Preguntó un guardia en la cortina—.
—Sí, avísenle al señor Rocmayer que ha sido un completo éxito.
Cargaron a Michael hasta la oficina del señor Rocmayer, que sonreía satisfecho. Lo dejaron en una silla, no tenía fuerza ni para abrir los ojos, pero pasaron los minutos y lo hizo.
—Vaya —dijo alegre Rocmayer—. Al fin despiertas. ¿Qué se sintió estar muerto?
—No —apenas lograba hablar—. Lo se.
—Bueno, lo que importa es que sigues vivo.
—para que me quiere vivo.
—Muchas cosas, en tu ADN hay algo muy especial, algo que no todo el mundo contiene.
—Creo que tendré que probar lo que te hice, ya que me deja los ojos muy claros —a Michael no le habían cambiado los ojos—. Necesito que te recuperes.
—Mátame ya —pidió Michael—.
—No —Rocmayer se levantó de la silla—. Luego te explicare los detalles, Soldada Rose, llévelo a la zona de recuperación, hemos tenido éxito.
Entro ella y tomo Michael, por más que odiara a aquel hombre, no le podía hacer nada, Michael vio como avanzaban por un pasillo completamente de blanco, entraron en una zona de piso de piedra y lo colocaron en una camilla.
—Relájate —dijo la misma voz que había escuchado antes—. No te haremos nada malo.
Le inyectaron suero, y los músculos de Michael se le relajaron, pasaron horas, él estuvo observando desde donde estaba, solo estaba la doctora y la soldada Rose, por lo que cuando se recuperara, sería fácil acabar con ellos. Llego un momento en el que se sentía como nuevo, entonces empezó
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El Androide Independiente
Science FictionUna asociacion desconocida, recluta jovenes con excelentes capacidades fisicas, con el fin de acerles pruebas para enviarlos a zonas de combate extremo, uno, de tantos jovenes, es Michael, un atleta de gran calibre, que de un momento a otro, aparece...