L (parte 2)

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Me dirigí rápidamente a la habitación de Alex (sin hacer tanto ruido, obvio), entré, lo desperté y, sin decir nada, le entregué los papeles e impresiones que había sacado. Mientras leía los archivos, sentí una enorme satisfacción al ver cada una de sus reacciones; él era el primero en la lista de posibles sucesores y eso no me tenía muy contento, L siempre le decía lo orgulloso que estaba pero que se debía esforzar más, y yo deseaba que me dijera a mi lo mismo. Tal vez si se descepcionaba de L o, al menos, veía lo difícil que era ser él, renunciaría al puesto y es ahí cuando entraría yo. Si, esto me está empezando a gustar.
Cuando acabó de leer, su expresión era sombría y distante. Me entregó los papeles sin palabra alguna y se volvió a acostar pero volteando hacia la pared, yo sólo me levanté, apagué la luz y me fui.
Los días siguientes fueron...¿como decirlo?... Muy buenos, al menos para mí. Alex cambió de humor: se portaba más distante de lo normal, no hablaba con Watari, ni con Roger, ni con el mismo L cuando hacía sus llamadas. Esto funcionó mejor de lo que imaginé.

Y luego pasó. Ese maldito cobarde de Alex, se suicidó el 18 febrero del 2002. Una soga en el cuello amarrada a la cabecera de la cama y unos cortes profundos en ambas muñecas, yo descubrí la escena.

Como era de esperarse, L vino al funeral, la mayoría de los niños Wammy estaban ahí. Sin embargo, yo no. Decidí estar un momento en la habitación de L haciendo nada en especial, leyendo libros, tomando ropa prestada de L, comiendo mermelada, observando por la ventana, hasta que alguien entró por la habitación...

L y Watari.

Me observaron distinto a la primera vez que lo hicieron: ahora me observaron con miedo y enojo. Watari me confrontó de una manera demasiada violenta como para la de un tipo de su edad, me agitó de los hombros pidiendo una explicación, yo sólo encogí los hombros y di una pequeña risilla, dirigí mi mirada hacia L y él solo me desvió; en verdad esperé a que lo detuviera, pero no lo hizo, sólo dijo: "Ya basta Watari, es sólo un reemplazo, esto pasaría algún día".
Puede que se escuche ridículo, pero en ese preciso momento, mi corazón y toda la admiración que sentía por L se habían desvanecido. En lugar de llorar como un débil, empujé a Watari hacia un lado y me avalancé sobre L, lo aventé al suelo y lo golpeé con mis puños con toda la fuerza que tenía, tanto en la cara como en el pecho y en el estómago, Watari trataba de quitarme pero yo me resistía, L sólo evitaba mis golpes y trataba de detenerme, no quería hacerme daño... o al menos, eso pensé. De repente, L reunió más fuerza que yo y ahora era yo el que estaba en el suelo, sentí una presión en el cuello: me estaba estrangulando. Recuerdo que Quillsh gritaba una y otra vez que me soltara, pero L de igual manera se resistía. Aunque había algo raro en la mirada de L, no era suya, sus pupilas no estaban dilatadas como siempre las tenía, tenía las pupilas totalmente contraídas, era sólo un punto negro en el centro de sus ojos grises. Traté de safarme golpeando sus brazos e, incluso arañandolos, pateando su estómago, dije como pude "sueltame, Lewis", pero no funcionó. Poco a poco, el sonido se fue desvaneciendo y empezaba a sentir un enorme ardor en mi pecho. Cuando mi vista se estaba nublando,de repente el oxígeno de nuevo regresó a mi. Cuando recuperé el aire, miré hacia donde Quillsh: estaba llamando al servicio de emergencia muy alterado (no recuerdo que decía), sostenía lo que parecía un bat de baseball y L estaba en el suelo inconsciente, creo que Watari lo usó para noquearlo.
Cuando los paramédicos llegaron, se llevaron a L (aún inconsciente) y a mi también.
Ya en el hospital, los doctores determinaron que tenía un esguince en el cuello, así que sólo me mantuvieron en observación una noche y me colocaron un collarín, no les fue necesario retirarme la ropa, así que seguía vestido como había llegado; en el caso de L, creo que lo mantuvieron 2 o tres días. Ahora entiendo por que L se encuentra bajo medicación, sólo creo que a Quillsh se le olvidó darle sus medicamentos ese día.
Pero no me iba a ir sin darle un mensaje. Le pregunté a la enfermera dónde estaba mi "amigo", "Oh, no te preocupes. Está en la habitación 633, por si quieres ir a visitarlo saliendo de aquí" me dijo la muy ingenua. Al anochecer, cuando no había nadie, me dirigí sigilosamente a la habitación donde estaba ese tipo, me costó moverme pero, de una u otra forma, logré llegar. Entré a su habitación, caminé lentamente hacia él, me senté sobre su estómago con ambos pies separados y sostuve sus muñecas *quieren yaoi! 7u7 Lo sé, pero no...buahaha! XD*, después de esto, despertó y me miró, no produjo sonido alguno, sólo estaba en shock, como si hubiera visto algo impactante ... creo que alguien vio el color de mis ojos. "Escuchame claramente, Lewis Lawliet, yo no soy ningún reemplazo, y mucho menos tuyo. Te demostraré que puedo ser mejor que tu en cualquier aspecto. Ya lo verás..." dije en un susurro, seguido de una pequeña pero tenebrosa risa, después, planté un pequeño beso en sus labios *7u7*; él seguía paralizado del miedo, el único movimiento que hacía era el de su pecho debido a la respiración agitada. Bajé de la camilla y me dirigí a la puerta. Antes de salir, voltee mi cabeza hacia donde estaba él y noté que aún no se movía, sonreí y salí de ahí.
Roger me recogió al día siguiente y en cuanto llegué a la Wammy's House, empaqué mis cosas, le pedí a Roger mi pensión (después les contaré de eso) y me retiré de ahí, sin mirar a atrás.

Beyond Birthday: La historia detrás del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora