Mis pies descalzos sobre el frío y húmedo piso de madera se acercaron a tu cuerpo, brillante. Te tomé de las manos, no estaba segura si lo que estaba haciendo estaba bien, pero de todas maneras continué. Me apoyé sobre tu pecho desnudo y me fundí en tu piel pálida como la luna del día anterior, mis labios terminaron chocando con los tuyos, derritieron el hielo que nos separaba, la gran barrera.
Una lágrima cayó de mi cielo derecho, el amanecer. Toco tu mejilla y recorrió toda tu bonita cara.
Mis labios se movieron con los tuyos, respiración agitada. Corazón a corazón. Sentí el verano irse por mis lágrimas, y el otoño llegó, con todos sus males y ventajas. Me alejé de tu cuerpo. Camine hacia atrás, sin dejar de mirarte. Tomé el pestillo con mi mano izquierda, con la que te solía escribir las cartas. Abrí la puerta y me di la vuelta, caminé hacia mi ropa y terminé vestida.
Cuando salí hacia afuera el aire no era el mismo que conocí al entrar, estaba frío y me hacía tiritar. La luna había aparecido, y se parecía a la de ayer. Camine por el vereda descalza, no quise calzarme. Rebeldía nocturna. Cielo lloviendo. Mi vestido pastel hecho un desastre, y mi maquillaje corrido por el sudor. Me despedí del verano con un beso, y abracé al otoño como a un familiar que hacía tiempo no veía. Fue un adiós.
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Rain
Short StoryRain conoce a Jake en la cafetería donde trabaja, luego de eso todo toma su propio rumbo.