Crimson Nightmare

1K 106 104
                                    

Y todo el día pasó. Ninguno de los dos desistió, aunque era claro que estaban hartos de no hacer nada. Ya era de noche, y se habían aplicado la ley del hielo por varias horas, hasta que Mike no resistió más el aburrimiento. Después de todo, se admitió a sí mismo que no le estorbaba el menor. Apenas vio que Pete se quitaba los audífonos con los que escuchaba música (precisamente para distraerse de él) y los guardaba, dijo lo primero que se le ocurrió.

—Parece que tus amigos no vendrán, hermano.

Ambos se habían cansado de estar de pie, por lo que estaban sentados en el suelo contra el mismo muro, pero con bastante distancia de por medio. Pete, que se apoyaba en la pared mirando hacia el suelo, levantó la cabeza de repente y lo miró.

—Sí. Ya sé. Por fin, gracias, necesitaba esas palabras. Me has resuelto la vida.

Makowski lo miró atento. No se veía muy animado, y aquello lo desalentó un poco más. Aún así, se corrió de lugar y se acomodó más de cerca, precisamente a un lado del gótico.

—¿No te cansas de ser rudo? Yo ya no tengo ganas de pensar en qué responderte.

—Ahora sí, al fin. Admites que te cuesta usar las neuronas tanto como a una de esas oxigenadas del Miss Universo. —Rodó los ojos con énfasis, sacudiendo el flequillo fuera de su cara.

El vampiro se quedó callado, ya que no tenía ganas de contestar a eso. Prefirió quedarse viendo fijamente el brazo del callejón que tenían enfrente, justo como hacía antes.

De nuevo un vacío inaudible se apoderó del callejón. Pasaron sólo unos minutos, pero era tanta la tensión, que parecieron prolongarse tanto como el recorrido de un sonido a través de un túnel considerablemente largo. Pete fue quien esta vez rompió el silencio.

—¿Y tú a quién esperabas?

Mike lo miró de nuevo, arrugando los labios en una mueca de costado. Se tomó unos segundos para pensar si responderle, antes de suspirar y decidir abrir la boca para hablar.

—A mi novia. Me dejó plantado de nuevo, es una estúpida.

—Así que te lleva de la correa una chica. Bastante triste.

—Sí. Ya han sido varias veces, así que supongo que esto debe parar.

—Por supuesto. Yo en tu lugar no dejaría que una zorra conformista como esa manejara mi vida y que para colmo, me hiciera ver como todo un patético.

—Sí.

Otro silencio aún más incómodo se avecinaba, por lo que Pete se apresuró a hablar.

—Y... ¿Quién era la chica?

Makowski miró unos segundos al suelo, y luego volvió su mirada a él.

—Allison Meach.

—Oh por supuesto. Claro que es una perra estúpida. —Dijo Pete con mucho asco.

—¿Cómo sabes eso? —Replicó, asimilando el hecho de que coincidieran.

—Fue y es mi ex más maldita. Fue hace mucho tiempo, pero veo que sigue siendo la misma loca histérica.

Mike lo miró, intentando no verse demasiado sobreexaltado, aunque no tuvo mucho éxito. Cuando lo pensó mejor, le sonrió de repente.

—¿Qué? —Preguntó el gótico con un tono contundente.

—Eres enemigo de la chica que desde ahora es mi ex. Voy a aplicar eso de que el enemigo de mi enemiga, es mi amigo.

Pete hizo una mueca parecida a una sonrisa. No sabía si lo hacía por compartir algo en común con él, o porque le parecía cómico que lo creyera su amigo de la nada. Probablemente por lo segundo.

Replacing Walls. [Mike x Pete (Pike/Redpir)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora