07: los resultados no siempre están garantizados.
Ni siquiera cuando estaba a punto de jugar una final le temblaban tanto las piernas. Su mente gritaba «NO-LO-HAGAS» una y otra vez, avisándole que era una mala idea, pero su corazón estaba tan malditamente enamorado de Kagami Taiga que simplemente no podía seguir aguantándolo todo.
El entrenamiento de Seirin había terminado y ella procedió a acercarse al gimnasio, rezando porque el pelirrojo no estuviera ahí.
Pero desgraciadamente, ahí estaba. Secándose el sudor con su remera, dejando a la vista sus abdominales. Ryû contuvo sus ganas de sacar su celular y tomarle una foto en ese preciso momento.
Riko vio que su amiga se acercaba muy tímida a Taiga. Llamó a Hyuuga y le dijo que se fueran a los camarines junto con los demás chicos del equipo.
Para cuando Ryû llegó al lado de Taiga, todo lo que restaba del equipo Seirin estaba escondido en los camarines, escuchando lo que ambos genios del deporte pero estúpidos en las demás áreas iban a decir.
—K-Kagami-kun... —llamó.
El pelirrojo dejó de secarse el sudor de la cara y giró hacia Ryû.
—Ah, Ryûnosuke, ¿qué quieres?
Ella comenzó a jugar nerviosamente con sus manos. Tragó saliva varias veces y miró sus pies. Sintió sus ojos arder, ya veía llegar el rechazo.
—Qu-Quería... quería decirte algo importante —Taiga se quedó callado, dándole a entender que estaba más que dispuesto a escucharla—. Kagami-kun, me gusta tu baloncesto.
Riko tuvo ganas de ir y golpear a Ryû por cobarde, pero se contuvo.
—Ah, gracias, pero no entiendo qué tiene eso de importante, me lo dices muy a menudo.
—También me gusta tu rostro... y tu actitud... y... me gustas, Taiga-kun.
Taiga quedó marcando ocupado, su cerebro no podía procesar tal información. Varias chicas se le habían declarado, cosa que era obvia si tomamos en cuenta que el pelirrojo es el As de un equipo tan famoso como Seirin y era bastante admirado, tanto por el público masculino como el femenino.
Sin embargo, que lo hiciera una persona tan cercana como Ryû... era muy diferente.
Taiga colocó una de sus manos en el hombro de ella. Sintió como el cuerpo de la fémina se estremecía bajo su tacto.
Tomó aire, y como muy pocas veces lo hacía, escogió con cuidado sus palabras.
—Ryû, a mí me gusta tu fútbol, pero lo siento, no puedo corresponder tus demás sentimientos.
Ryû retrocedió un paso, quitándose de encima la mano de Taiga. Hizo una reverencia.
—Gracias por ser honesto con tus sentimientos, Kagami.
Vaya, ese «Kagami» a secas le dolió más de lo esperado.
**
Aomine no encontraba la manera de acercarse a Ryû. Nunca la había visto llorando tanto, nunca la había visto tan sensible.
Momoi abrazaba a Ryû, y la dejaba descansar en su pecho mientras que la castaña moqueaba como jamás lo había hecho en su vida.
Se sentía miserable. Tantas veces se había reído de chicas que lloraban por amor, y ahí estaba ella. Chillando porque la habían rechazado.
—Ya, ya, Ryû-chan. Dai-chan y yo te queremos mucho, ¿verdad, Dai-chan? —Momoi miró a Aomine con cara de «no te atrevas a decir algo malo porque te enveneno».
—S-Sí... Satsuki y yo te queremos... mucho, Ryûnosuke. Mucho.
No estaba muerta, andaba de parranda (?
ESTÁS LEYENDO
MANUAL: Cómo conquistar a Kagami Taiga. [CANCELADA]
FanfictionHISTORIA CANCELADA. anyways, si quieres leerla eres libre de hacerlo y darle el final que se te cante <3. Ryûnosuke Kimurana eructa, juega videojuegos, le encanta el fútbol y a menudo sale con sus amigos, todos chicos... ¿el problema? Que Ryûnosu...