Prólogo.

10 0 0
                                    

Mayo, 2010.

Horacio Tornetti estaba en su casa esperando al señor Plutón. Su hijo mayor, Marcus, la pequeña Misty y su esposa Susan salieron para pasar ese día juntos, lo cual fue una fantástica excusa para reunirse. Horacio fue al minibar de la sala para sacar una botella de whisky, luego tomó un vaso del mueble al costado y se fue a sentar al sofá. Dejando el vaso sobre la mesita de centro se sirvió un trago. Bebió con calma y se relajó en su lugar. Lo que no sabía, era que en el baño estaba sucediendo algo.

El grifo se abrió y comenzó a salir agua, poco a poco se convirtió en una sustancia negruzca, como alquitrán. El lavabo se fue llenando y rebalsando. La sustancia negruzca se fue cayendo en hilos hacia el suelo. Se fue acumulando hasta tomar la forma de un hombre. Su piel era gris y el poco cabello que tenía de color negro estaba alisado y bien peinado hacia atrás. La ropa que usaba estaba pasada de moda, se parecía bastante a un habito o toga negro un poco translúcida con muchas capas de tela. Plutón.

- Dejame decirte que tu baño es un asco, no sé como puedes vivir así - dijo Plutón yendo a la sala.

- ¡Mierda! - exclamó Horacio atragantado con el whisky -. ¿Como entraste? - dijo levantándose.

- Por el baño - y puso una sonrisa de suficiencia.

- Vaya, ya veo.

- Bueno, basta de parloteo - Plutón se cruzó de brazos -. Necesito que hablemos en el Salón del Portal.

- ¿Y por qué no hablamos aquí? Es lo mismo.

- Se lo que piensas, no está tu pequeña familia - tomó el vaso con whisky de la mesita y lo bebió - y quieres hablar aquí, pero yo no así que te mueves y vamos.

Horacio suspiró, asintió, subieron al segundo piso y se dirigieron a la habitación de su pequeña hija, Misty.

- Que habitación tan pequeña, y la verdad es que no sé porque el Salón del Portal lo ubicaste aquí.

- Porque es más seguro, en cierta medida.

En la habitación de Misty había un espejo largo de más o menos un metro cuarenta y de ancho cuarenta centímetros. Estaba pegado en la pared al costado del armario. Horacio apretó lo que parecía un clavo y en el espejo apareció un teclado, escribió algo y apareció un identificador de voz.

- Patefacio sesamae <<abrete sésamo>> - dijo en Latín.

- Que original - dijo Plutón con sarcasmo. Horacio lo fulminó con la mirada.

Después de que se encendiera la lucesita verde de correcto, apareció un identificador de ojos, y finalmente un identificador de huella dactilar, luego el espejo volvió a reflejar a Horacio con normalidad.

- Después de ti - dijo Horacio.

- Como sea - Plutón cruzó el espejo y detrás de él Horacio.

- Vaya vaya, que ordenado está éste lugar - su sarcasmo era evidente en su voz.

En el escritorio habían varios papeles esparcidos por aquí y por allá. Libros en la tarima que estaba debajo del librero de madera y por el sofá y el sillón. Pócimas de encantamientos esparcidas por todas partes.

- Bueno, y ¿de qué querías hablar? - preguntó Horacio.

- De tu lealtad - dijo levantando una ceja y cruzándose de brazos.

- ¿Qué pasa con eso?

- Un pajarito me contó que te estabas aliando con Júpiter, ¿tienes algo que decir en tu defensa? - su mirada se oscureció.

- Plutón, pareces mi esposa. Hablé con Júpiter un par de veces, quería saber si yo estaba en tu bando.

- ¿Y supongo que le dijiste que sí?

- Pues claro, ¿tengo otra opción?

- Sí. Morir - fue hasta un librero gigante y sacó un libro de magia -. Un brujo como tú debería saber bien de que lado está.

- Plutón, sólo estoy de tu lado por mi familia, no quiero que les hagas daño - se apoyó en el escritorio y dejó las manos a los costados apoyadas en éste.

- Quizá no pueda romper mi juramento, o quizá si - terminó de hojear el libro y lo dejó en su lugar -. Podría dejar viva a tu familia y pagarla contigo - miró fijamente a los ojos a Horacio.

- No te atreverías - mascullo.

- Sólo prueba y verás - Plutón se dirigió a una ventana por la cual sólo se veía oscuridad, subió los tres escalones que lo separaban de ésta y se giró hacia Horacio - ¿Qué esperas? ¿una invitación? Ven a abrirme.

Horacio suspiró.

- Está bien - fue hacia la ventana la cual no tenía cortina, y la abrió - ¿A donde quieres ir hoy?

- ¿Pues a donde más? Al Inframundo, inútil.

Horacio suspiró, odiaba a Plutón con toda su alma, pero ¿que podía hacer? Si el brujo no lo ayudaba, moriría él y su familia, y sus almas irían al Inframundo. Horacio fue hacia donde estaba Plutón. En el pie de la ventana apareció un pequeño teclado que programa el Portal y lo enciende. Se puede cambiar de mundos manualmente o con el teclado.

- Listo, puedes entrar - al otro lado de la ventana se hallaba el Inframundo. Una ciudad antigua que debió de ver mejores tiempos, lava por doquier y un cielo anaranjado.

- Bien, pero tu vienes conmigo - Plutón agarró a Horacio desde atrás sujetándole los brazos con fuerza.

- ¡Mierda, no! Sueltame por la chucha - se intentó zafar de su agarre, sin éxito.

- Brujo, aquí pagarás tu lealtad, y descuida, a tu familia no le tocaré ni un cabello - y así, Plutón se fue trasformando de a poco en humo negro, excepto los brazos y la cabeza, el señor Plutón golpeo con fuerza el teclado y cruzaron el Portal, cerrándose así con brusquedad, lo último que escuchó el Salón del Portal fue la risa burlesca de Plutón

Cuando Susan, Marcus y Misty llegaron a casa, la madre mandó a dormir a los niños. La pequeña Misty se quedó dormida profundamente.









































__________________o_______________

Pd: esta historia se me ocurrió cuando era chica. Imaginaba que en mi habitación en la ventana cuando la abría había un portal con muchos lugares a los que ir y esas cosas y que también tenía como una guarida secreta :)

Pd 2: averigüé, y descubrí que el dios de los muertos y del inframundo en los romanos se llama Plutón (en los griegos es Hades) y el del universo se llama Júpiter (para los griegos es Zeus). Si les parece raro, está google para confirmarlo. Igual les dejaré una foto para que no haya dudas. Usaré éstos nombres porque es la mitología romana de la estoy hablando.

 Usaré éstos nombres porque es la mitología romana de la estoy hablando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Misty, Más Allá De Los Sueños: Batalla Arcaica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora