Misty, Más Allá De Los Sueños: Batalla Arcaica.

Capítulo 6.

(...)

3 días después.

Marcus me miró con la frialdad de un aceberg antes de que las venas de sus brazos se iluminaran y de sus manos salieran rayos de una tonalidad grisácea.

- Que alucinante... - Murmuré, atónita.

- Imagínate lo que podría hacer con todo ésto - dice, mirando los rayos de sus manos con superioridad -. Pero, este no es lugar para hacer nada - y la energía en sus manos desaparece, junto con la frialdad en sus ojos.

Su mirada se volvió más dulce al posar sus ojos en mí.

- Y donde más sino el Salón del Portal - abro los brazos como señalándolo, desde la silla del escritorio.

- Sí, pero no aquí arriba - Marcus apunta hacia el librero -. Hay que ir hacia a bajo.

- ¿Cómo hacia a bajo?

- Quiero que vayas hacia el librero y digas tu nombre al revés.

- ¿Al revés?

- Ytsim Ittenrot - pronuncia por mí al revés, y un leve acento se hace presente en su voz -. Para desbloquear el librero tienes que usar tu nombre al revés. Al igual que el mío o el de nuestros padres, pero, sólo funciona con la voz correcta.

Que ingenioso...

- ¿Por qué lo hicieron así?

- Se me ocurrió cuando le ayudé a nuestro padre a construir el Salón del Portal, y le gustó la idea.

- No sabía que eras tan inteligente, hermanito - lo molesto, y estallo en carcajadas con tan sólo ver su expresión. Marcus sólo me observa con el ceño fruncido.

- ¿Sabes qué? Mejor lo abro yo - con cara de amargado, Marcus va caminando hacia el librero mientras mi risa va disminuyendo.

- Sucram Ittenrot - el librero al instante se gira dejando a la vista una gran pared gris con dos caños de pole dance, o también de bomberos -. Damas primero - me anima.

- ¿Qué hay a bajo? - pregunto, un poco tímida pero curiosa.

- Ya lo verás - dice con misterio.

Intrigada, camino decidida hacia uno de los caños para enrrollarme en el y deslizarme por lo que me pareció una eternidad hasta una habitación oscura.

Sentí cómo Marcus también se deslizaba para así caminar hacia un costado y prender las luces.

- Bienvenida al Salón de Entrenamiento - anuncia una voz desconocida al fondo de la habitación.

Como está lejos, no logro ver bien de quién se trata. Marcus se acerca a él y puedo notar que él sujeto está haciendo algo con las tuberías de una esquina, se limpia las manos en un paño y le da la mano a mi hermano. Cuando los dos se acercan me lo presenta.

- Hermana, él es Pocker - un hombre alto, de pelo negro corto y piel tostada, se veía culto.

- Hola - digo simplemente. Él me observa con sus ojos azules expresando mucha curiosidad.

- Él es el técnico del que te hablé - me recuerda mi hermano.

- Bonjour - me saluda en italiano.

- Es romano igual que nosotros, pero no le gusta el latín y prefiere hablar en italiano - me informa Marcus.

¡Ah! Por eso tiene ese acento.

Vaya, vaya.

- Las tuberías están listas - le cuenta Pocker a mi hermano.

- Como hace años no vengo a entrenar las tuberías de las duchas necesitaban mantenimiento - cuenta Marcus -. Y podemos aprovechar de arreglar el Portal.