Capítulo 13

2 0 0
                                    

Es difícil ver a tu ex en esas condiciones después de la obra de teatro que hicimos, siento una paz extraña cuando por fin no la tengo enfrente.

Vitoreos y aplausos se escuchan cuando reacciono de mi estado, con la frente apoyada en la pared.

- Amiga - dice Christian, abrazandome con fuerza -, te felicito.

Yo no resisto más y me largo a llorar, ya me he contenido demasiado.

¡Me da el hipo, por la chucha!

- Quiero... irme.... a mi... habita... ción... - murmuro para que sólo mi amigo me escuche.

- Claro, bella - nos dirigimos hacia allá y yo me derrumbo como un edificio que se entrega a la muerte, en la cama.

Estamos así por lo que me parece una eternidad, el bueno de Christian me está haciendo cariño con su mano en el pelo mientras yo derramo las Cataratas del Niágara, hasta que alguien entra en la habitación.

- Hermanita, les traje sushi y bebidas, los reparti en partes iguales - veo que deja la bandeja en la cama y se acerca a mí -. ¿Cómo estas? - me pasa sus nudillos por la mejilla.

- Mejor, no creo que me queden más lágrimas - intento sonreír pero no puedo, tengo mucha hambre y sólo puedo ver la bandeja.

- Ya verás que te enamoras de otra mujer, ésta vez será buena, te lo aseguro - intenta animarme, pero lo que él no sabe es que me interesa su mejor amigo.

Cuando mi hermano se va, me lleno de sushi y bebida hasta no poder más. Cuando termino me fijo en que las rosas azules están en un jarro con agua en un rincón de la habitación, un lugar en el que casi no se ven.

- Mira eso - le digo a Christian.

- ¡Puaj! - exclama con asco cuando lo pilla.

Por alguna razón me llama mucho la atención ir a husmear entre las rosas. Me paro y voy a olerlas, huelen muy rico y un papel entre medio atrae mi mirada.

- Una carta - susurro cuando la he sacado.

- ¡No! - dice con rapidez mi amigo.

- Sólo la voy a leer - le quito peso al asunto.

- ¡No! - repite -. Como se te ocurre. Rompela ahora.

- Es que...

- Me costó mucho recogerte como para que una estúpida carta lo vaya a arruinar todo - dice completamente indignado.

Lo pienso mejor, decido romperla y quemarla, luego tiro las cenizas en la tasa del baño para no tentarme a reconstruirla con un hechiso. Unos golpes en la puerta me interrumpen antes de comentar nada al respecto.

Al abrir la puerta me da un vuelco el corazón.

¡A la mierda la Alen!

Antes de ponerme a tartamudear él me interrumpe.

- Hola, ¿cómo te sientes? - saluda Pocker, escaneando mi aspecto.

- Bien, he comido mucho - le informo.

- Genial... - Pocker mira hacia la cama y ve a mi amigo observandolo todo -. ¿Podemos hablar... a solas?

- Descuiden, yo ya me iba - Christian, feliz de la vida toma todas sus cosas y se larga dándome un efusivo abrazo que agradezco de corazón -. Adiós, guaperas - los dos nos echamos a reír mientras aquel se larga.

- Pasa - lo invito.

Una vez que entra pide permiso y se sienta en la cama, se ve tan lindo vestido con un poleron negro, jeans ajustados y zapatillas blancas. Me encantaría saber qué hay debajo de esos pantalo...

Misty, Más Allá De Los Sueños: Batalla Arcaica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora