Muchas personas piensan que la perfección es en sí algo irreal, absurdo. Pero para mí, aquella palabra era más que un simple significado, más bien diría que representaba algo... Corrijo, a alguien.
Observarlo desde los asientos de atrás en el salón de clases se me había vuelto una especie de adicción. No podía evitar apartar mis ojos de él. Su cabello de ese color extravagante, el constante movimiento de su mano izquierda acomodando sus lentes, su seriedad entremezclada con los constantes suspiros que soltaba de vez en cuando...
Bueno, creo que me pasaría días enteros observando cada uno de sus detalles, cada una de sus manías. Días en los que podía estar sin hacer más que pensar simplemente en él.
Creo que... Esto se estaba convirtiendo en una peligrosa obsesión.-¡Oye Shin-chan! - hablo la voz que logró sacarme de mi ensimismamiento, notando que las clases habían terminado sin darme cuenta.
Comencé rápidamente a guardar mis cosas, parecía una tonta aun allí sentada en la clase cuando ya todos estaban retirándose-¿Que es lo que quieres Takao? - sonó esta vez aquella voz que provenía de él... Midorima Shintaro. El chico por el que todo a mi alrededor se derrumbaba y volvía a construirse. Mis mejillas se encendieron y mi corazón se aceleró, logrando que no supiera que hacer en ese momento, solo... Dejar salir mi torpeza.
Gracias a mi nerviosismo, mis libros dieron contra el suelo.-Que patética soy... - susurré bastante molesta conmigo misma al mismo tiempo que me ponía de rodillas a recogerlos
-Vaya... Debes tener más cuidado con eso si no quieres maltratarlos - hablo a mi lado aquella dulce voz que me dejó completamente paralizada. Su tono tan apacible y amable daban un vuelco en mi corazón
-Y-yo... - tartamudee torpemente, sin poder sacar las palabras adecuadas
-Bueno, bueno Shin-Chan, no le exijas tanto, los accidentes pasan. A mi me ha pasado - hablo de manera juguetona Kazunari, aquel chico que siempre estaba junto a él.
-A ti te pasa todo el tiempo. Eres muy descuidado - respondió Midorima de nueva cuenta. Yo solo podía escucharlos tímidamente en silencio. No podía hablar... Es más, era como si no debía hacerlo.
Pude sentir la manera en la que mi mochila ya con mis cosas dentro era depositada a un lado mío, y sentir el tacto indirecto (debido a la cinta que siempre cubría sus dedos) de la mano izquierda de él... Mi chico perfecto, quien de la manera más delicada logró ayudarme a ponerme de pie.
Mire sus ojos... Aquellas largas pestañas sobre su hermosa mirada. Su semblante serio y la forma de su flequillo.
El... Era perfecto.
Un leve sonido, producto de alguien más, fue suficiente para que me soltara. Y pude notar que Kazunari ya no estaba, aunque me resultó extraño, no tome mucha importancia al asunto. Solo sabia que ya me había armado de valor para hacerle saber a aquel chico de cabello verde lo que sentía por él. Debía hacerlo
-M-Midorima-san- llamé con voz apenas audible. Haciendo que él se diese la vuelta, mirándome - Y-yo... Yo quiero... Decirle algo... - mire alrededor, más no había nadie. Esa era mi oportunidad. - Yo... Estoy enamorada de ust-
-¡ SHINTARO! - retumbó la voz molesta de Kazunari por todo el salón. Retrocedí chocando con la pared. ¿Porque de pronto se veía Kazunari de esa manera? Tan triste... Tan molesto.
El también retrocedió. Haciendo que su caminar se convirtiera en correr
-Lo siento mucho... - dijo Midorima negando con la cabeza ligeramente refiriéndose a mí - tengo que ir por él - dijo más para sí mismo
Yo solo me quede en mi lugar sin entender. No podía procesar absolutamente nada de aquello. Mi confesión... Al final tuvo un giro inesperado. ¿Porque Kazunari había hecho eso? Y Midorima... ¿Me rechazo? Aunque realmente no esperaba lo contrario... Aún no entendía.
Salí del salón y comencé a correr de igual manera. No porque el corazón me doliera, aunque realmente era así. Sin embargo no era por eso que corría, solo necesitaba saber, necesitaba eliminar esa fuerte duda que estaba creciendo en mí. Solo corrí lo suficiente para alcanzarlo, para llegar a ambos.
Entonces... Lo entendí.Jamás creí que una hermosa acción podía doler tanto... Nunca creí que el amor dolía de esa manera.
Un beso fue suficiente para dejarme en claro todo...El era un hombre perfecto. Bueno, casi perfecto... Su único defecto era... El amar a otro hombre.
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Gracias por leer. Esta es la primer historia que me animo a subir. No he pensado en continuar, apenas lo escribí pero me agrado.
Acepto críticas, así es la vida. Espero que la historia sea de su agrado.
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El Hombre Perfecto
Fanfiction¿Cual era la definición de hombre perfecto? No sabía Solo sabia que yo me había enamorado de un hombre perfecto... Bueno, casi perfecto. Había cometido en mi vida muchos errores. Errores que esperaba reparar Detestaba muchas cosas de mi. Pero esta...