El Hombre Perfecto

No Lo Hagas

-¡Saatoomiiii!

Un tic se hizo presente en mi ceja al escuchar el grito de Hiroko desde el otro lado del largo pasillo. Mire hacia todos los rumbos posibles intentando buscar algún lugar por el cual poder huir pero...

-Te-a-tra-peeee~- canturreo atrapandome en un abrazo. Alguien, apiadese de mi...

-Buenos días... - dije sin muchos ánimos mientras sentía como ella me mecía de un lado a otro sin ningún cuidado

-Lamento no haberte llamado - dijo, por fin dejándome ir - todo el fin de semana estuve planeando el proyecto con Midorima kun. Un día él fue a mi casa y después yo a la suya. Su madre es tan amable, y su padre insinuó cosas raras~- expresó con vergüenza llevando ambas manos a cada mejilla

-¿Que quieres decir con cosas raras? - pregunte con cierto interés

-No te molestes, solo lo decía en broma - dijo con leve nerviosismo, pero comprendió con mi silencio que quería que continuara hablando - B-bueno... Él nos preguntó repetidas veces si salíamos... Obviamente Midorima kun lo negó - sacudió sus manos intentando defenderse de mi molestia. Molestia que ni sentía en lo absoluto

-Ya veo - dije sin mucho interés

-Pero... ¿Sabes? - dijo ella a lo que yo volví a prestar atención - su padre es demasiado estricto con él. Conmigo fue muy amable pero... La manera en la que le habla, parece reprocharle...

La campana de inicio de clases sono, provocando que corriésemos al salón de clase. Al entrar Hiroko se fue rápidamente a su lugar, seguida de mí.

-Necesito hablar contigo después de clases... - escuché perfectamente aquel susurro de los labios de Takao al pasar a su lado. Pensé que el susurro vendría hacia mí. Pero estaba equivocada

-¿Qué ocurre? - pregunto Midorima acercándose un poco a él. Yo sentí mis pasos más lentos que de costumbre

-Después... De clase - escuche con dificultad aquellas palabras de Kazunari. Llegue a mi lugar dándole vueltas a aquello preguntándome qué sería. Aunque de pronto pensé en que aquel asunto obviamente no era de mi incumbencia. Por otro lado, también lo que Hiroko había dicho me había dado un extraño sentimiento

~

Guarde mis cosas soltando un suspiro. Por fin habían terminado las clases. A pesar de eso, aquellos pensamientos no se alejaron de mi mente en ningún momento. Ni siquiera en los ejercicios de matemáticas que tanto me gustaban. Mis ojos se centraron en Kazunari. Sus manos temblaban y su rostro realmente lucia mal. Algo no estaba bien

-Ne~ Satomi, ¿te acompaño a la estación? - pregunto Hiroko parándose a mi lado con la mochila al hombro

-Ah... No, gracias - dije terminando de guardar mis cosas - ire con Kazunari por lo del proyecto - dije intentando sonar convincente. Ella me miró unos segundos para después encogerse de hombros.

-Te veré mañana entonces - se despidió con un gesto de mano y salió por la puerta

Solte un suspiro y me encontré con una situación similar a la de hace mucho tiempo. Aquella escena en la que sólo estábamos los tres: Midorima, Kazunari y yo. Contuve la respiración y me puse de pie para salir de allí para después dirigirme a los casilleros. Aún habían estudiantes yendo de aquí y allá por los pasillos, por lo que pude pasar desapercibida cuando Midorima y Takao pasaron junto a mí.

*

Los estaba siguiendo. Joder, los estaba siguiendo. Había dejado de preguntarme la razón desde varios pasos atrás. Solo me detuve hasta que ellos lo hicieron. Habíamos llegado a la azotea

Me quede detrás de una pared, mientras ellos avanzaban un poco más

-Entonces... ¿Que era eso que tenias que decirme? - escuche la voz de Midorima

-Shintaro... - me asome un poco para verlos cuando escuche la voz de Kazunari - esto... Se debe terminar - dijo bajando la mirada. Tanto Midorima como yo quedamos en shock por aquello. ¿"Terminar?

-¿Terminar? - pregunto Midorima, adivinando mis pensamientos - ¿que quieres decir con eso?

-Sabes a lo que me refiero - respondió Takao dándose la vuelta - esto no está bien... Nuestra relación... Debe terminar.

El cielo se puso de un color opaco. Gris, oscuro, mezclándose con el sabor amargo de aquella situación. Las palabras de Takao realmente habían llegado a lo más profundo de mi. ¿Porque estaba haciendo eso?

-¿Porque haces esto? - pregunto Midorima. Sus palabras sonaban casi desesperadas - ¿Porque quieres dejarme? Yo... ¿Hice algo mal? O es que... ¿Acaso no me amas ya? - el Midorima que yo conocía era diferente al que ahora veía

-Tú lo sabes bien, tu padre no acepta lo nuestro, vives mal por mi culpa... Tú podrías estar con una  hermosa chica, presumirla ante tus amigos, tener una familia - los hombros de Kazunari comenzaron a temblar - Yo no te haré feliz. Allí afuera hay gente que te ama...

-No - respondió Midorima acercándose a él - No voy a aceptar una tontería como esta. - hizo una pausa y suspiró - Yo te amo a ti. Nadie, escúchame bien, nadie puede hacerme tan feliz como tú. Es contigo con quien quiero pasar mi vida, aunque mi padre no lo acepte es algo que jamás va a importarme. - pude ver la manera en la que apretó sus puños con impotencia - No puedes hacerme esto... No lo hagas...

-No te quiero - soltó Kazunari. Realmente deseaba golpearlo de nuevo

-No te escucharé - dijo Midorima quedándose quieto. Kazunari se dio la vuelta y se acercó a él, tomando su uniforme y tirando de él con molestia

-¡Déjame! - gritó, pero al mismo tiempo estaba llorando

-No puedo - respondió Midorima con la vista hacia el cielo - Dime que no me amas... Tal vez así lo entienda

-Déjame... - susurro Takao bajando la mirada - Yo no... Yo no te... Y-yo...

-Dímelo y te dejaré para siempre. Me iré del instituto y no volverás a saber de mí...

Caí en la realidad al ver aquella escena. Ahora podía ver aquello con claridad...

"Yo... No te amo."

Me sentí plenamente capaz de decirle aquellas palabras a Midorima. Yo no lo amaba, ya no. Pero, el problema no era yo. En aquel momento desee no escuchar esas palabras en los labios de Takao, lo deseaba, no quería ni siquiera pensar en ello

-Yo... - susurro Kazunari dejando caer algunas cuantas lágrimas por sus mejillas - te amo...

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro. Así era como debía ser. Dejé salir un suspiro entrecortado mientras veía como Midorima lo abrazaba con fuerza.

"Nunca lo hagas, Takao Kazunari"

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Nos leemos en el próximo capítulo!