Uno, dos, tres... Perdí la cuenta a la tercera ronda que tomaba de tequila, tenía que demostrarle a Luke que no era más fuerte que yo, pero creo que todo me está saliendo mal.
Veía las luces como si fueran aplastarme, como si el mundo girara y me fuera a caer, pero no, Estaba sentada. Él tenía sus dos manos apoyadas en ambos extremos del pequeño sofá en el que estábamos, debo admitir que se veía sexy, ¿o es que los tragos me están afectando el cerebro?A ver neuronas, no me fallen ahora.
—¿Qué tanto me miras?—soltó el con una pizca de burla en su voz, por lo menos se atrevió hacer algo que yo no: romper el silencio.
—No, tonto. Es que tienes un mono en la cara—Reí tanto al ver su cara enarcando una ceja, que hasta yo misma me sentí patética así que me quedé en silencio varios segundos.
—Creo que el tequila no es lo tuyo, mírate.—dijo el negando con la cabeza, agarró su vaso y bebió todo el contenido de este.
Yo igual lo hice porque yolo.
Me empezaba aburrir, así que acomodé mi vestido que por cierto se había estrujado un poco por la forma que me había sentado (que por cierto parecía como un ocho). Agarré mi bolso y me levanté del asiento.—¡Hey!, ¿a dónde vas?, ¿no estábamos tomando?—él se levantó casi inmediatamente yo me levanté, lo miré negando con la cabeza.
—Me aburres amor, lo siento—le lancé un beso en el aire.—¡ah!, y lo siento yo no beso ranas.
Desaparecí en la multitud, no me había dado cuenta cuando entró tanta gente pero agradecí a Dios porque así el imbécil de Luke no me siguiría.
Sentí unos brazos que me rodeaban por la cintura, ¿Acaso el estúpido de Luke es brujo?
Me di vuelta y suspiré con alivio al ver que era Jake.—¿Te asusté?—dijo el un susurro, comenzaba a sonar Summer de Calvin Harris, oh rayos, como amo esa canción.
—Un poco, ¿bailamos?—el no dijo nada, sólo se limitó a asentir.
A pesar de que a él le gustaran los hombres no quitaba el hecho de que bailáramos sensualmente, recuerdo que cuando aún vivía con mis padres, ellos decían que él y yo hacíamos linda pareja, pero la verdad era que yo le ayudaba con sus conquistas ya que era algo tímido.Movía mis caderas al ritmo de la música, oh si, restregaba mi trasero en su paquete y él tomaba mis caderas. Parecíamos como si quisiéramos follar cualquiera que no nos conoce pensaría eso, y pues como siempre digo yo:
La gente no me mantiene, por lo tanto no vivo de sus comentarios.
Me di cuenta que Jake había dejado de bailar y cuando me di vuelta Bruno estaba en su lugar.
Estaba más guapo que antes, pensé.Bruno fue uno de los chicos con los que más tiempo duré teniendo relaciones, ¿para qué negarlo?, un Dios griego le queda corto, en el acto era bien rudo y eso me gustaba.
De físico no llamaba tanto la atención a decir verdad, porque almenos cuando lo conocí no tenía ese cuerpazo que ahora se gasta, está como para comérselo completito. Cuando lo conocí era más bien ¿tipo nerd?, recuerdo que él me ayudaba hacer un proyecto de física y pues... ¡Boom!, cogimos ese día, Después de eso él siempre iba a mi casa "ayudarme hacer los proyectos" y vaya que aprendí mucho...—¿Harriet, eres tú?—dijo al fin el, me había quedado como tonta mirándole, parpadeé varias veces antes de contestar.
Asentí con la cabeza, seguía en shock. Les doy un consejo, Nunca ignoren el nerd de la clase, yo no lo hice y gracias a eso después de todo voy a coger.
Él hizo que me diera vuelta quedando frente a él.
—Estás bellísima, mucho más que antes—hizo a un lado mi cabello el cual en su mayoría estaba en mi cara.

ESTÁS LEYENDO
Sexo sin compromiso
RomanceHarriet es una jovencita de 19 años, es de New York, vive sola desde los 17 ya que ella quería independisarse sus papas no le ponían la atención y como casi nunca estaban en el país decidió mudarse sola, sus padres la mantienen puesto que es la meno...