VEINTE Y DOS /editado/

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—Te quiero.—dijo agitado. Aun nos estábamos besando y no se como, termine sentada encima de el con las piernas a sus costados.

—También yo.—le di un beso.

Estaba con la respiración agitada, quería hacerle de todo y me sentía estúpida por eso, no recordaba la ultima vez que me sentí de esta manera con alguien, pero tal vez si sentía las ganas de tener a alguien con quien hacerlo. Aun recuerdo la ultima vez que trate con alguien, recuerdo esa fiesta y recuerdo a la persona, pero no su nombre. Recuerdo estar bailando en la pista y el ritmo de aquella cancion, aquella canción que hablaba estar como animales y follar duro. Recuerdo que comenzó a besar mi cuello y se apegaba a mi. Yo miraba alrededor y la gente nos miraban y sonreían maliciosamente, ahí entendí que era la cara del mismo diablo y juraba que la estaba viendo, tal vez era el efecto de las drogas pero no único que pensaba es que, yo no quería estar como animales ni que me follaran duro como a un animal.

Yo quería recibir amor, ser amada.

Sacándome de mis pensamiento, Zach estaba acariciando mi cara.

—Eres un idiota.

Lo peor de todo, es que me estaba enamorando, y era lo primero que dije que no quería hacer, pero este tipo me hace sentir cosas similares que el primero. No puedo evitarlo, el amor no se evita por más que quieres.

El beso mi mejilla y después bajo a mi cuello, opera house se escuchaba de fondo. Hice hacia atrás mi cabeza para darle más espacio. Con delicadeza Zach quito mi camiseta y sin dejar de besarnos este la tiro a algún lugar de la habitacion. Sonreí y comencé a quitar su camiseta que fue algo muy sencillo. Tenia la cara hirviendo, podía sentirlo y no se si el lo notara pero quería que la tierra me tragara junto con el, mas cuando pensaba que estábamos en casa de mi tía y estábamos apunto de hacerlo. No paramos de la cama para acomodarnos y el empezó a desabrochar mi pantalón, toque si cara, si hermosa cara. Sentí su barba de dos días sin rasurar y después toque sus labios con mi pulgar.

-¿Quieres hacerlo?-pregunto agitado.

-Sí.-dije para después besarle.

Poco a poco fui sacando el pantalón de mis piernas quedando solamente en ropa interior, esta con combinaba y mucho menos era de lencería Victoria Secret, era mi ropa interior casual. Al verme, Zach sonrió de lado y beso mis labios nuevamente, el se levanto de la cama y desabrocho su pantalón, pero lo detuve, yo quería hacerlo. Al terminar de desabrocharlo, en se lanzo sobre mi y comenzó a besarme el pecho, las clavículas y el cuello. Jadee al sentir su miembro entre mis muslos.

Entre en pánico.

Pero lo quería.

Dentro de mi.

No se en que momento los dos terminamos desnudos, con nuestros cuerpos entrelazados el uno al otro, gimiendo en silencio y nuestros cuerpos chocando entre sudor.

-Dime si te duele.-dijo y su cara se metió entre mi cuello y la almohada. 

Al sentir aquello ardiente entrando a mi, sintiendo como algo me desgarraba solté un gemido, pero no uno de dolor completamente, era un dolor placentero. Rasguñe su espalda sin piedad, había dolido como la puta madre, pero no quería detenerlo, no quería porque me gustaba sentir ese dolor.

-Zach...-susurre entre jadeos.

Sentí temblar mis piernas, un cosquilleo se acumulo en toda la parte baja de mi estomago y sin querer cerré los ojos fuertemente, disfrutando de aquel momento placentero. Zach soltó un gruñido en mi cuello, cayendo encima de mi cuerpo pero sin hacerme daño. Finalmente, el se acostó y yo detuve mi cabeza en su regazo.

-Hace mucho que no lo hacia.-dijo.

Abrí los ojos como platos y lo mire.

-¿Como?-pregunte seria.

-Yo tenia una novia, Ked.-pauso.-Varias, para decir la verdad. Pero con ella perdí la virginidad.

-Yo era virgen... hasta hace un rato.-el rió.

Un silencio se apiado de la habitacion. Me levante lentamente envuelta en mi sabana y camine al closet para tomar una toalla y ropa.

-¿Por qué te tapas si ya te vi completamente desnuda?-solté una risa y mi cara se ruborizo al instante.

-Ya tuviste suficiente.-el sonrío y comenzó a ponerse la ropa que traía puesta.

-Tomare una ducha, regreso rápido.-corrí envuelta en la toalla dejándolo en mi habitacion.

-Y yo creí que no tenias nada bueno que enseñar.-escuche la voz de Pete, quien estaba en la puerta de su cuarto con una sonrisa maliciosa en su cara.

-Cállate, Pete.

-Esta el ahí adentro, ¿verdad?-pregunto caminando hacia mi, poniéndose tan cerca de mi para no dejarme cruzar.

-Déjame pasar.-dije empujándolo pero este era mas fuerte que yo.

-¿Tu bañándote a las dos y cuarto de la mañana?

-Tengo higiene nocturna.

-Higiene nocturna mi culo, hay alguien en tu cuarto.-cada vez comenzaba a hablar mas alto.

-Piensa lo que quieras.-dije y con mas facilidad atravesé para caminar rapidamente al baño. Maldije a mis adentros y rece por que Zach no estuviese ahí, medio desnudo y que Pete lo viera.

Al terminar de ducharme camine a paso rápido a la habitacion, pero todo estaba bien y Zach estaba sentado en la cama, comiendo frituras y viendo su celular.

Parecía un niño lindo.

Mierda, qué me sucede.

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