Diciembre 13, dos meses desde la llegada de Kim NamJoon.
NamJoon con una enorme sonrisa coloco una canasta llena de comida en la cajuela de su camioneta, al igual que algunas delgadas mantas coloro rojo y una caja grande color rosa con un moño blanco reluciente. Al cerrar la cajuela se adentró en el auto para conducir directo a el hogar de SeokJin le cual en secreto le esperaba con una pequeña mochila con cosas básicas dentro para un día de campo el cual pasaría con NamJoon.
El moreno sabía que la madre de SeokJin estaba en casa con su hijo mas no le tomo la mínima importancia ya que pensaba ir directo con la mujer y avisarle sobre el ''Secuestro'' de su hijo para una sencilla cita en el campo pero como era de esperarse, todo perfectamente para demostrarle a la señora Kim que no le importaban sus absurdas amenazas y que haría lo que quisiera con su hijo hasta el punto que si él quería, lo llevaría a vivir con él en un departamento para tener lo a su disposición todo el tiempo.
NamJoon había dejado de ser constante respecto a las visitas a SeokJin por el simple hecho de que empezaba a sentir como su hermana sospechaba sobre su relación. Noto que ya no era la misma de antes, desde aquel día en que ella los vio, ella se había vuelto una chica muy despistada con todo; porque si, NamJoon sabía que su hermana los había visto besándose.
Cosa que no le importó en lo más mínimo, sabía que su hermana no sería capaz de hacer algo y lo más alto seria decirle a sus padres los cuales la tomarían a loca y seguirían con sus vida de millonarios con la agenda ocupada.
Por ese simple hecho prefirió alejarse un poco más, sabía que SeokJin sufría por ello por el haberle acostumbrado a esta juntos -casi- todo el día, por lo que sabía que estaría preocupado o despistado por igual. En todo ese tiempo sin ver a Jin, aprovecho a comprar un departamento en el cual NamJoon pretendía llevar a SeokJin y así no poder ser molestados por cualquier tontería, así logrando aún más avances en su plan el cual nunca había dejado a un lado.
El moreno toco la puerta de la casa de SeokJin la cual fue abierta por la señora Kim con rabia desbordando de ella con solo verlo.
—Señora Kim, vengo por su hijo. Lamento informarle que planeo traerlo a casa hasta la noche o puede que hasta el día de mañana. —vacilo NamJoon con una sonrisa coqueta burlándose de la mujer frente él.
—Puedo llamar a las autoridades NamJoon, eres mayor de edad pero SeokJin no y estarían a mi favor. —reto la mujer contra el comentario del moreno.
—Perdone pero creo que no lo termine de aclarar bien. Es una afirmación señora, Jin se va conmigo y no me importan autoridades, tengo el permiso de su esposo y no pienso hacerle algo de más a su hijo. Así que, si me permite señora. —dio fin a la conversación y paso de ella entrando a la casa y llamando al menor el cual no tardo en bajar con una pequeña mochila colgando de sus hombros.
—Ni te atrevas a ir con él, SeokJin. No quieres saber de lo que soy capaz, no quiero llegar a mi límite contigo. —amenazo la mujer con impotencia. El menor miro a NamJoon pero este solo río levemente y negó.
—Vayámonos ya Jinnie, no queremos que la comida se enfrié aún más. —canturreo NamJoon y tomo la mano del mencionado—Tenga un lindo día señora Kim, me da un saludo de mi parte a su esposo. —dijo con burla y salió con el castaño en manos el cual solo sonreía tímido por la seguridad de NamJoon.
SeokJin amaba como NamJoon le hacía sentirse protegido e inmune a todo a su alrededor, hacerlo capaz de enfrentar sus miedo sabiendo que él le respaldaría y apoyaría en cualquier momento dejando a un lado las consecuencias.
Un caballero protege a su princesa.
El moreno abrió la puerta de copiloto a Jin lo cual hizo que sus mejillas se colocaran de un leve color rojizo por la repentina y caballerosa acción. Así cerró la puerta y se colocó donde el conductor para manejar hacia su destino el cual que daba no poco más de media hora lejos de la ciudad.