Capítulo 43

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Sandeul entro corriendo su habitación mientras retirabas sus prendas con una enorme sonrisa de felicidad. Luego de quitarse todas y dejar su uniforme de su trabajo en el cesto de ropa sucia, tomo una camiseta y unos jeans para colocárselos con rapidez y colocarse su colonia favorita. Tomó su celular y lo guardo en el bolsillo, para luego bajar las escaras hacia el salón mientras revolvía su cabello. Insultaba en voz baja y corría por el salón en busca de sus tenis los cuales no encontraba por ningún lugar.

SeokJin y Sandeul habían quedado para ese mismo día justo a las doce de la tarde, lamentablemente en la cafetería donde trabajaba ese día había una promoción por la cual el doble de personas que normalmente iban había visitado el lugar, así atrasándolo una hora más y haciendo a esperar a SeokJin mas de la cuenta.

—Tus tenis están en la entrada, deja de dar vueltas. —rió JaeHwan el cual se encontraba sentado en el sofá y aparentemente viendo la televisión. Sandeul corrió a la entrada y JaeHwan le siguió con una sonrisa burlona—¿Por qué tan apurado?

—Llego tarde a buscar a SeokJin, no pude salir antes de la cafetería y ya pasó una hora de la quedada, ni siquiera tuve tiempo de avisarle. Solo ruego porque no se haya enojado conmigo. —se giró y le extendió la mano a JaeHwan—Las llaves del auto. —Jae rodó los ojos y se las entregó.

—No se enojará, tranquilo romeo. —Sandeul rodó los ojos.

—¿Qué debería regalarle? ¿Crees que le gusten las flores? —preguntó el adolescente abriendo las puertas con rapidez.

—¿A quién no les gustan? Es la pregunta. —Sandeul asintió con una sonrisa y levanto el pulgar en afirmación subiendo al auto y empezando a manejar camino a la casa de SeokJin y observando por los lados por si se cruzaba en alguna florería.

Apenas vio la primera florería, se bajó del auto y entro llamando la atención del pequeño chico que se encontraba en el mostrador.

—¡Bienvenido! Mi nombr- —Sandeul asintió rápido y tomó la pequeña mano del encargado mientras la agitaba con exageración haciendo que las mejillas del chico se tiñeran de rojo por la repentina acción.

—Podrías darme un ramo de margaritas y rosas por favor. —el chico frunció el ceño y se dirigió hacia la sección de las flores requeridas.

Que se crees este. Pensó el chico sin dejar de ver a Sandeul y arreglando el ramo de flores.

—Son cinco mil won. —le dijo frío y con las mejillas rojas por lo atrevido y grosero que le parecía el chico frente a él.

Sandeul entrego el doble de dinero y miro el carnet del chico sobre su uniforme de la florería para saber su nombre, y sonrió amigable—¡Muchas gracias, Jimin! Quédate con el cambio. —agitó la pequeña mano del chico de nuevo y salió corriendo hacia la salida de la florería. Jimin sentía su rostro arder y su cuerpo nervioso por alguna razón; Sandeul al parecer había provocado algo en el interior de Jimin.

¿Quién se crees para ser así de atrevido? Se volvió a preguntar mientras guardaba el dinero en la caja registradora.

Solo faltaban alrededor de dos cuadras por manejar para poder llegar a la casa del mayor. Se sentía emocionado al tener la oportunidad de volverlo a ver después de tanto tiempo. SeokJin había llamado mucho la atención de Sandeul apenas su hermano le había contado sobre él, el saber sobre su vida, la forma en que lo describía física y sentimentalmente. Con solo escuchar aquellos adjetivos de Jin, sabía que quería conocerlo y confirmar aquello que su hermano tanto le había afirmado. Lo cual había logrado, había confirmado que SeokJin era tal y como su hermano le había dicho, sino que hasta mejor de lo que parecía.

Matrimonio [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora