Sigo sonriendo mientras observo como desaparece Mer por su camino, pero la sonrisa no me dura tanto tiempo cuando me doy de bruces con la realidad de la situación.
< Acaba de irse Mer, ahora es cuando te encuentras con tu vecino, estúpida> Grita una vocecita en mi cabeza haciendo desaparecer por completo la sonrisa de mi cara.El pánico se instala en mi interior y mi mente no para de pensar en una sola cosa. ¿Me estará esperando como todos los días?
Comienzo a ponerme ansiosa y aligero el paso para llegar al final de la calle y poder salir al fin de dudas.
< Oh vamos... no seas tonta, Ben se habrá ido a casa, esta enfadado, nada más, no es como si fuera la primera vez que lo hace> Insiste la vocecita que no para de torturarme con el tema.
< Anda, cállate o empezaré a pensar que tengo un problema de esquizofrenia> Respondo a la insistente voz que lucha con robarme la cordura.
Mis pies se han vuelto torpes al caminar ante la anticipación de lo que está a punto de pasar. ¿Y si realmente me ha esperado? No quiero ni siquiera pensar en las consecuencias que eso ocasionaría.
Cuando me doy cuenta estoy a punto de llegar a la esquina de la calle donde siempre nos encontramos después de clase y a estas alturas mi ritmo ha disminuido hasta el punto de convertirse en pequeños pasitos.
Mi corazón se acelera y respiro hondo antes de armarme de valor y terminar de cruzar la esquina con pasos decididos.
Entonces lo veo. Ben, esta apoyado en la pared junto a su maleta mientras enciende un cigarrillo que se acaba de sacar del bolsillo de su vieja chaqueta
de cuero.- Pensé que habías prometido dejar de fumar- suelto antes de que pueda pensar siquiera las palabras que acaban de salir de mi boca.
- Y yo que habías prometido cumplir el trato que habíamos hecho al comienzo del instituto, pero por lo que veo, las promesas se rompen.- réplica alzando su mirada de forma amenazante y dando una calada al cigarro que se encuentra entre sus dedos.
Fija su mirada en mis ojos y por un momento no me veo capaz de aguantar su mirada reprobatoria, pero entonces recuerdo el motivo de todo este embrollo y el familiar sabor amargo de la rabia comienza a filtrarse por todo mi cuerpo.
- Te juro que eres imbécil- suelto sin pensar mientras entrecierro mis ojos en su dirección.
- Deja de jurar en falso porque al parecer no cumples con tus promesas- responde irónicamente cambiando su postura a una más amenazante.
- ¿No entiendes porque lo he hecho o de verdad tienes alguna clase de problema mental?.- replicó con su mismo tono al tiempo en que cruzó mis brazos de forma irritada.
- ¿Quieres dejar de vacilarme Savannah?- pregunta relajando su cuerpo y pareciendo verdaderamente cansado de esta situación.
- ¿Cómo acabas de...
- No me jodas con eso ahora- interrumpe- Estoy arto de tus rabietas de niña pequeña.
Su mirada abandona la mía y esta es depositada en algún punto fijo localizado tras mi espalda. Ben termina dándole un par de caladas más al cigarro y lo tira al suelo aplastandolo con la suela de su zapato.
El silencio se instala entre nosotros y no puedo parar de pensar en algo para poder replicar lo que acaba de decirme, pero mi mente está en blanco y no encuentro el motivo por el que soy incapaz de abrir siquiera la boca.
- Lo de hoy ha ido demasiado lejos Savannah- dice entre un suspiro que se acaba de escapar de su boca.
Mis puños han empezado a cerrarse de forma violenta entre mis brazos, y es que a estas alturas no se que me irrita más, si el hecho de que me llame por mi nombre completo o de que sea incapaz de responderle absolutamente nada a todo lo que me está diciendo.
ESTÁS LEYENDO
Dios... el playboy vive en mi casa!!!
Novela JuvenilEl estúpido alzo una ceja mientras me miraba inquisitiva mente esperando a que por fin hablara. -Hola Smith...-salude por simple cortesia. - Desde cuando estas tan buena Stuarts? -Idiota...- enserio? solo se le ocurría decirme eso después de tanto t...