Las Pastillas Amorosas.

Cap.7

Mi corazón se detuvo casi instantáneamente...

No sentía mis pulsaciones, (no sabía si iban tan rápido que no las sentía o si se me había parado el corazón literalmente), no me preocupaba por mi respiración... No... No podía creerlo...

Pero probablemente no me iba a decir nada de lo que yo espere oír en ese momento. ¿O sí?

- ¿Inte...interesarle... Yo? - Pregunte atónita.

- Si, necesito que hagas una cosa por mí.

Ves, lo que decía yo.

- ¿Que cosa? - Dije ya un poco más relajada.

- Necesito que hagas un dibujo en la sala de mediación, para que no quede tan sosa como está ahora. Verla tan blanca me pone nerviosa.

En mi instituto (y en muchos más de mi país) hay una cosa para estudiantes llama "mediación" que es para que estos hagan el trabajo de l@s orientador@s (como psicólogos de los colegios) y ayuden a los demás estudiantes con sus problemas.
- Ah, entonces solo era eso - Dije en parte un poco decepcionada.

Me sentía estúpida por hacerme ilusiones, ¿en que estaba pensando? Es una profesora, y yo una alumna, nunca podría llegar a fijarse en mí.

- Sí, por que, ¿esperabas algo más? - Dijo en un tono sarcástico con una sonrisilla entre medias, bastante picarona, que a decir verdad me volvió a poner nerviosa.

Ella ya sabía por varias fuentes que ella me gustaba, a si que ya era normal que quisiera gastarme bromas de este estilo, siempre poniéndome nerviosa y... contenta, con esa estúpida y sensual sonrisa que tenía.

- No profe, pero dígame, ¿en que está pensando para el dibujo? - Intente cambiar el tema de la conversación.

- Necesito algo que no sea macabro ni con sangre, se que es tu especialidad.

- Mecachis - dije yo imitando que estaba decepcionada, pero realmente me estaba riendo.

- Necesito algo que tenga que ver con la mediación, yo no sé decirte que en concreto, por eso quiero que tú me ayudes con esto, por que tienes mucha imaginación.

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VAMOS A PONERNOS SERIOS

He vuelto y pienso proseguir con esta historia, primero iré corrigiendo fallos de ortografía y demás cosas de los capítulos anteriores, ya que los escribí con 14 años, pero ahora tengo 18, y me da pena que esta historia tan retorcida no termine.