D É C I M O O C T A V O C A F É

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La pesadumbre especulativa me hizo escudriñar amparo,
tu falta de idoneidad ante lo sensiblero fue páramo.

Por las comisuras lóbregas cotillean que eso es imperdonable,
sin embargo; mi predilección hacia ti es imponderable.

En el sosiego del cosmos fuiste infraganti granada,
que con su ascético estrépito a la percepción agranda.


Eres creación de la estupefacción divina genéricamente hablando,
me departes tu intrincada jerga, energéticamente amando.

Cafeína. (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora