"Ella me empujó, todo el tiempo me están molestando."
"Caíste en la provocación, Phoebe."
"Pero siempre me molestan."
"Si, pero eso no te justifica. Vas a estar suspendida por tres días y vas a entregar un trabajo sobre la violencia que no vas a tener tiempo de nada"
''Esta bien, ¿pero puedo dejar de representar a la plantilla?"
"No. Vas al terminar lo que empezaste, y bien."Ya faltaban pocos días para el conteo de los votos y Phoebe estaba harta. Luke ya casi no la veía y cuando llegaba a sorprenderle se volteaba de inmediato. Eso ya no estaba resultando divertido.
Phoebe estaba jalando los hilitos de su suéter cuando recibió una nota arrugada de una de sus amigas. "L.H. y los de su clase están haciendo papelitos en el salón de música". Phoebe, sin entender muy bien lo que pasaba, sospechando que no era nada bueno, pidió permiso para ir al baño. Cruzó el pasillo para poder asomarse en el aula sin que fuera vista.
Ahí estaban. Sentados en los pupitres recortando los papeles y poniéndoles el sello de la escuela, falsificando boletas de votación. Todo tenía que ser muy exacto: papel lustre morado de ocho por diez centímetros, escritos a máquina con los nombres de todos los representantes. A Phoebe le dieron ganas de llorar, no sólo Luke estaba haciendo trampa, sino que la había traicionado.
Phoebe bajó las escaleras corriendo y se dirigió al baño por si acaso la veían y no se dieran cuenta de donde venía.
De repente sintió una punzada en el estómago: ¿y si sus compañeros pensaban que ella era la que había hecho trampa? ¿y el director? Phoebe siempre lo había mirado con admiración y no sabía por qué pero creía que el director también veía algo en ella que le agradaba a pesar de todo. Sintió un alboroto en su estomago, como si algo dentro de ella estuviera peleando. No se creía capaz de acusar a Luke. A Susan Simmons sí, pero si la acusaba, era lo mismo que acusarlo a él. Si no lo hacia sería su cómplice, pero nadie tenia por qué saber lo que había visto, pero la que le había aventado el papelito lo podía decir, pero... muchos peros demasiados peros. Lo único bueno que podía pasar era que la letra de la maquina de escribir que habían utilizado fuera distinta a la de la escuela y que eso los delatara.
Iba caminando pensativa por el patio cuando su maestra le grito que se tardara todo lo que quisiera, que al fin y al cabo ya le iba a poner falta. Phoebe le grito que no y caminó rápido hacia el salón.
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Everything I didn't say
FanfictionElla los veía desde el piso de arriba, como si fueran células vivas en un microscopio; ella volteó hacia el salón de enfrente, para ver a Luke Hemmings. Él ya estaba entrando, viéndola a distancia, como todos los días.