Cuando Nereo la vio

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Corría la primavera del año 1994 cuando él la vio por primera vez.
Como de costumbre, Amalia se encontraba sentada jugando con la arena húmeda.
Ella le tenía un gran afecto al océano, quizá, porque era su único escape a la agitada vida que llevaba. La pequeña solía tararear en la orilla alguna canción infantil que le hubiera enseñado Astrid, su niñera. Ya que a pesar de no haber heredado mucho de sus padres, había heredado la misma hermosa voz que los elevó a la cúspide de la fama y la fortuna.
Cuando Nereo la vio, ella estaba cantándole una canción de cuna a su muñeca barbie.
Aunque Nereo provenía también de una familia con grandes riquezas, había una gran diferencia entre ambos niños.
Amalia tenía piernas.
Nereo, una cola parecida a la de un pez.

Diferencias entre la tierra y el mar #PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora