18 EDITADO

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Había pasado casi un mes desde que Samantha se había hospedado con su prima Monica, el encuentro con Caronelli ya era solo un mal recuerdo de una mala coche de parranda, aunque un tanto inesperado Samantha no le dio la importancia necesaria. en su mente había cosas mas importantes que aquello.. había estado un mes en sufrimiento por que así era, Samantha no podía negarlo una parte de su alma se había muerto. el amor no se puede medir hasta que se vive, Samantha nunca creyó eso de los corazones rotos, pero ahora roto no era una definición para lo que sentía su corazón en aquel momento. muerto, así lo podía definir. pero a pesar de dejarse llevar por el dolor, Samantha sabía que todo aquello había sido su culpa, pero después de esos días de meditación, comprendió que ese era el costo de entregarse a una persona, a pesar de que Mathias no había sido lo que ella esperaba, no se arrepentía ya el amor que había sentido por el había sido uno de los mejores momentos de su vida, una que no debía dar por terminada, y menos por un hombre. Samantha estaba decidida, regresaría a la ciudad y continuaría con su carrera, a pesar de estar tentada a hacer una demanda contra la familia Brighthon que después de todo había "robado" su idea de mercadeo, Samantha decidió no hacerlo. a ella le gustaba que la vida siguiera su rumbo, ya que tarde o temprano la misma vida te cobra todo.

Samantha regreso a su apartamento, tenía muchas cosas que arreglar, ahora se arrepentía de haber salido huyendo de aquella manera. su refrigerador era un asco y es que no haberlo vaciado antes de partir, bueno había traído un poco de repercusiones.   se tomo unos días para retomar su rutina antes de volver al mercado laboral había limpiado y sacado todas las cosas que le recordaban a Mathias, no había dejado nada en una caja mágica, ella había tirado todo. después de aquella limpieza de primavera un amigo de la universidad le había conseguido una entrevista para una empresa publicitaria, que a pesar de no ser su trabajo soñada, pagaba las cuentas y por ahora eso le bastaba a Samantha.

La entrevista había ido genial, su nueva jefa era un encanto y Samantha sabia que aportaría muchas ideas a sus próximas campanas.

 esa tarde después de la entrevista Samantha salió a hacer algunas compras al supermercado, sabia que solo era su mente pero Samantha sentía que alguien la seguía y la estaba observando en todo momento. Después de conseguir todo lo necesario para la semana, regreso a su apartamento y deseo no haberlo hecho al ver quien la esperaba recargado en la puerta.

--- Dios mío, tienes idea de lo preocupado que he estado Samantha? Te eh estado buscando por todos lados - era Mathias quien estaba fuera de su apartamento tenía un aspecto un tanto estresado, su camisa estaba fuera del pantalón y su corbata estaba floja, a pesar de ello, Samanatha casi había olvidad lo guapo que Mathias era, y peor aun. Había olvidado todo lo que su mirada le hacia sentir

--- disculpa? --- le dijo Samantha un tanto molesta, no podía crees que estuviera ahí en aquel momento reprochando le aquello.  que se pensaba Mathias al presentarse de esa manera después de todo lo que había pasado?

--- por que me haces esto? Donde has estado?-- le dijo el 


--- creo que debes irte --- le dijo Samantha un tanto cortante


---no --- le dijo Mathias acercándose a ella, no solo se acercó lo mas que pudo si no que sin que Samantha lo esperara, Mathias la tomo de la cintura de una manera desesperada, Mathias necesitaba besarla, había estado soñando con ese momento durante los últimos días. Samantha se estaba dejando llevar por el sabor de Mathias su respiración se aceleraba, después de todo el hombre que amaba la estaba besando. Pero algo se prendió en su mente. Rápidamente se alejó de el y le planto una bofetada.

--- vete. Tu esposa debe Estar esperándote en casa --- Samantha paso a su lado y entro a su departamento dejando detrás a Mathias.

Mathias no tuvo otra opción que irse.
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                                                                                          25 DÍAS DESPUÉS

Samanatha llevaba una semana en su nuevo trabajo. El último incidente con Mathias parecía un mal sueño. Se había esforzado mucho por no pensar en el,  El humor de  Samantha había mejorado muchísimo desde que había sido aceptada en su nuevo empleo. Se enfocaba en su vida profesional pero ya empezaba a abrir la puerta para rehacer su vida

Algunos compañero de trabajo la había invitado a la apertura del que sería el mejor night club de la ciudad.Era viernes y hacia tiempo que no salia a divertirse. Estaba emocionada se puso una falda de cuero negro con un top a juego, su cabello lo dejo suelto y rizado se veía hermosa, La noche era perfecta el verano se acercaba.

El lugar era increíble todo era demasiado lujoso

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El lugar era increíble todo era demasiado lujoso. estaba lleno de candelabros de cristal como un estilo salido del fantasma de la opera Cabía mencionar que estaba repleto de personas y había prensa por todos lados, por supuesto era la cobertura mas importante de esa noche en la ciudad.

Samantha había estado bailando y tomando un poco, bromea con todos sus compañeros. Su humor estaba en los cielos se sentía muy feliz. Aunque no le duro demasiado aquel sentimiento.

Cerca de ella a unas cuantas mesas se encontraba Mathias quien al parecer acababa de llegar al night club ya que saludaba a las personas de la mesa, al parecer amigos, les sonreía amenamente. Mathias sintió la mirada de Samantha ya que sin esperarlo sus ojos se encontraron en una mirada de mil sensaciones.

QUIZÁS, PUEDAS SER TU (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora