Gato callejero |BL|

2. La nueva parada.

Al parecer, decirle a Asher que podía confiar en mí y decirme cuando necesitase ayuda, sirvió para tenerlo metido en mi casa cada vez que alguien no quisiese dormir con él y terminase solo en las noches.

Ya han pasado tres semanas desde que nos volvimos "amigos", por así decirlo y desde entonces ha venido a mi casa durante la noche (y estoy hablando de altas horas de la noche), buscando un lugar donde dormir. Estoy consciente de que tal vez debí poner algunos límites o no decirle la dirección de mi casa, especialmente pero no es tan malo como parece. No es ruidoso, por lo menos, y no usa drogas, como Luhan, mi compañero de piso de Nueva Zelanda.

Justamente hoy, ha aparecido frente a mi puerta a media noche con algunos rasguños y golpes por todo su rostro. No pude preguntar al respecto, no estoy seguro de que quiera saber quien lo lastimó de esa manera, puede que tal vez quiera matarlo y necesito mantener la calma en esta ciudad por lo menos, no tenía una gran reputación en mi pueblo.

Invité al pobre chico herido a pasar y ahora estoy curando sus heridas en la cocina, él no está haciendo ni un solo ruido. Ni siquiera está inmutándose, incluso si presiono sobre su herida con fuerza, no se aleja. Estoy empezando a dudar que este chico sea humano. Eso explicaría su inhumana belleza.

―¿Crees que dejarán marcas? ―me pregunta de repente, parece estar verdaderamente preocupado respecto a eso.

―Probablemente no, son muy superficiales ―respondo mientras paso mis dedos por uno de sus rasguños después de terminar―. Si que te importa como luces ¿Verdad?

―Nadie quiere pagar para acostarse con alguien feo ―él toma mi mano y la mantiene sobre su mejilla mientras se frota contra ella―. Esa perra que me hizo los rasguños interrumpió mi ronda de sexo del día, así que estoy un poco caliente, ¿No te importa? ―sus ojos ámbar me miran directamente y esa sonrisa felina se desliza a través de su cara.

―No voy a tener sexo contigo ―le digo.

Aunque estoy realmente curioso, no creo que pueda hacerlo por el momento.

―Está bien ―él aleja su mano y bosteza―. Tengo sueño ¿Me puedo quedar aquí?

―Claro, usa mi cama ―sonrío―. Pero... ¿Puedo preguntarte algo?

―¿Por qué no?

―¿Por qué una chica te hizo daño de esa manera?

Dije que tal vez no quería saberlo, tenía miedo de que se tratase de algún juego sexual que salió mal pero confirmando ahora que se ha tratado de una pelea y que no puedo golpear a una chica, quiero definitivamente saber qué es lo que ha ocurrido para que alguien lo golpeara así.

―A las chicas usualmente no les gusta descubrir que sus novios son bisexuales y en encima, las engañan con algún prostituto cualquiera ―él suspira mientras se dirige hacia mi habitación mientras se quita la camiseta―. El chico que me llevó a su casa hoy más temprano pensó que su novia trabajaría toda la noche, pero resulta que salió temprano y nos encontró en la cama. Su primer blanco fui yo; vino sobre mí como una fiera, por supuesto, soy un hombre, así que el chico pensó que podía protegerme. Pero no soy alguien que pueda pelear, menos con una chica.

―Debió protegerte ―digo en voz baja mientras recojo la ropa que él va dejando a medida que se la quita, la doblo y la pongo a un lado sobre la silla de mi escritorio, él rescata su celular de su bolsillo antes.

―Nah... ―Asher estira sus brazos sobre su cabeza y gruñe antes de lanzarse sobre mi cama―. Soy un hombre, puedo soportar eso.

―Sé que eres un hombre pero aun así ―me siento a su lado en la cama, tratando de ignorar el hecho de que solo está usando bóxers―, no estuvo bien, fue su error, no el tuyo.