Fragmento explícito del epílogo

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N/A: Este fragmento es muy explícito, tal vez el más explícito que alguna vez he escrito, no lo sé ldsjflksjf lean bajo su propio riesgo.

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—Ya sé —él se sienta de espaldas a mí en el borde de la cama—. Sé lo que pasó las últimas veces que lo intentamos... es que tenía este miedo irracional a que me dejaras porque... fui tocado por ese imbécil una vez más... pero el miedo se fue hace unas semanas, lo hablé mucho con el doctor Cheng... confío en ti... y en qué me quieres... estoy muy, muy caliente.

Él se voltea a mirarme directamente a los ojos y ahí es cuando mi autocontrol se quiebra en pedacitos.

Envuelvo mi brazo alrededor de él y lo pego a mi cuerpo. Él se da la vuelta, mueve su pierna sobre mi regazo, se sienta sobre este y empieza a sacar mi camisa, yo hago lo que puedo para sacar mis pantalones también. Estoy desnudo también en cuestión de segundos y Asher está debajo de mí. Por primera vez en ocho meses, Asher y yo volvemos a ser uno y no puedo estar más contento al respecto. Siento que puedo volar ahora, es tan bueno volver... y ahora sé que esto es algo que haremos mucho durante todo lo que nos queda estando juntos.

Nos besamos con desesperación y dulzura a momentos. El tiempo sin tocarnos ha sido largo pero aun recuerdo los lugares en donde le gusta que lo toquen. Muevo mi mano hacia abajo y trato de encontrar su miembro. Él suelta mi boca, abre sus piernas y me abraza la cadera con ellas.

—Puedes hacerlo de una vez —me susurra cerca del oído—. Ya te dije, estoy listo.

—No, aun no —respondo separándome un poco.

—Mmm, ya sé —él extiende sus manos sobre mi pecho y me pone con mi espalda contra el colchón—. Tengo una idea.

—Quiero saber.

—Pronto lo harás.

Sus labios bajan por mi cuello con una lentitud inquietante, sobre todo me tortura el hecho de que esté sentado sobre mi regazo sin nada que separe nuestras pieles. Me besa tan suave y cortamente que pienso que voy a explotar, por lo que aprieto mis dedos en sus caderas, enterrándolos en su piel cremosa donde seguro voy a dejar marcas, puesto que es muy pálida. Él se frota contra mí y suelta una risa cuando siente que lo estoy apretando demasiado; en el fondo le gusta un poco de juego duro y que hace esto para que yo pierda la paciencia y termine follándolo sin piedad contra el colchón. No estoy seguro de que esté listo para ello, así que decido no perder mi postura, intento calmarme y esperar por su siguiente movimiento.

Es increíblemente difícil cuando mi pene está justo contra su trasero, todo lo que tendría que hacer es empujar y estaría dentro de esa suavidad ardiente, pero me muerdo el labio y lucho contra el deseo, por alguna razón no quiero darle el gusto de volverme loco.

Él toma mis manos de repente y las pone sobre mi cabeza, sosteniéndolas con las suyas, luego baja hasta mis labios y los besa, siguiendo el camino por mi cuello hasta mi pecho, me besa en el abdomen suavemente y me estremezco esperando que llegue más abajo, pero me provoca un poco más, moviendo su lengua sobre mi piel en el vientre. Él deja un rastro de besos húmedos hasta llegar a mi pene y tomarlo hasta la mitad con su boca.

Gimo sonoramente al sentir la cálida sensación de estar en la boca de Asher, mis ojos se voltean y mi piel se pone de gallina. Puedo oírlo hacer sonidos con su garganta y las vibraciones de ella hacen que se sienta increíble. Él se esfuerza por tomarlo todo pero tiene una boca pequeña y no creo que sea posible, eso es lo que pienso antes de que me sorprenda, enviándome hacia adelante y casi haciéndome venir de un solo golpe en su garganta.

Cuando me suelta, caigo de espaldas en la cama y lo miro sobre mí, luciendo satisfecho consigo mismo.

—Eso fue impresionante —digo lánguidamente mientras él vuelve a poner sus labios sobre la punta, dejando besos cortos y lametones.

—He estado queriendo practicar, pero creo que no he perdido el toque —él ríe adorablemente—. Pero claro, esta es un verdadero reto.

—Y pensar que la primera vez te dio miedo —yo alzo las cejas.

—Sí, pero durante todo este tiempo solo pude extrañarla —él suspira dirigiéndome una mirada intensa mientras acaricia mi miembro con sus manos y sus labios enviando escalofríos eléctricos a través de mi cuerpo.

—Si sigues haciendo eso, voy a venirme —le advierto.

—Bien, pasemos directamente a la acción.

Asher se levanta sobre sus rodillas y se da la vuelta, enseñándome su trasero descubierto y brillante gracias al lubricante. Empiezo a sentirme drogado, como si hubiese tomado algún fuerte afrodisiaco. Mi cuerpo se guía solo al tomar mi miembro en mi mano y empujarme directamente hacia él. Paseo la punta alrededor de la entrada, luego de jugar un poco con su paciencia, presiono y su entrada abraza mi polla con tal suavidad que mis ojos se ponen casi completamente en blanco.

—Ugh, tan bueno —oigo a Asher decir antes de que me fije en la sonrisa que tiene, está mirándome sobre su hombro, con los ojos llorosos y los labios hinchados, así que retrocedo y empujo con fuerza una vez más—. ¡Sí! —el grita.

Muevo mis caderas con lentitud al retroceder pero las estocadas son fuertes y profundas; las manos de Asher se aprietan contra la sábana y lo escucho gritar cada vez más alto, mi nombre saliendo de sus labios es como una droga auditiva. Meto mi mano debajo de su estómago y lo levanto, sin salir de su interior, me siento sobre la cama y lo hago cabalgarme de espaldas. Sus manos se apoyan en mis muslos para que él levante su trasero y lo mueva de arriba abajo, una y otra vez. Yo solo pongo mis manos debajo de mi cabeza y dejo que trabaje por sí mismo durante un rato.

Empieza a detenerse cuando se está cansando, ahí es cuando decido salir de su interior voltearlo sobre su espalda en la cama. Él toma la iniciativa de tomar su pierna y estirarla hacia arriba, con su rodilla llegando a su pecho, como si fuera de plastilina. Yo suspiro, recordando que de hecho él puede hacer eso, lo había olvidado.

Caigo sobre su cuerpo y entro en él de nuevo, mantengo ambas de sus piernas sostenidas con mis brazos, él cierra los ojos mientras estoy empujando dentro su calor un poco más rápido que antes. Cuando tuerzo mis caderas, su expresión de éxtasis es perfecta y hermosa, sus mejillas rosadas me encienden y sus labios hinchados me hacen querer chuparlos por siempre. Él toma mi cara entre sus manos y me mira a los ojos cuando empiezo a acercarme al clímax. Susurra palabras sucias contra mi boca y cuando me vengo, lo hago dentro de él.

Asher empieza a retorcerse cuando sigo empujando después de haber terminado y se viene sobre su estómago sin que lo toque minutos después.

Trato de recuperar el aliento quedándome muy quieto mientras Asher recorre mi mandíbula con sus labios, besando de arriba abajo y pasando su lengua a través de ella, barriendo el sudor. Coloco mi frente contra la suya cuando me recupero y lo miro a los ojos. Él ríe.

—¿Todo bien? —pregunto.

—Todo excelente, pero fueron ocho meses... —él se da la vuelta, dándome la espalda y meneando su trasero—. Recupérate pronto, necesito otra ronda.

Beso todo el camino desde su cuello hasta su espalda y respiro contra ella.

—Te amo —le digo.

—No tanto como yo a ti, nene —él sujeta mi mano entrelazándola con la suya—. Ahora prepárate, voy a dejarte seco esta noche.

—No podría estar más encantado con esa idea.

—Oh, créeme que puedes.

Y así comienza nuestra segunda ronda.

Gato callejero |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora