13. Ven por mí.

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Asher.

Miro a Miles mientras este se pone la camisa luego de haber terminado su desayuno. Él me mira de vuelta con una sonrisa cuando la abotona; yo estoy sentado en el sofá de nuestro departamento, acariciando a Susie —como decidimos llamar a nuestro gatito, que resultó ser gatita según el portero—. Estoy esperando que Miles esté listo para irnos a la universidad; aun estamos lidiando con la demanda que nadie quiere procesar, pero tenemos que estudiar, así que se supone que hoy volvemos al campus. Estoy un poco asustado, porque sé que todo el mundo ha visto el video, pero Jules, Bree y Happy dijeron que no nos preocupáramos, que si alguien se atrevía a decir algo les soltarían un derechazo... y eso me hizo sentir genial, porque es la primera vez que tengo amigos que están dispuestos a defenderme.

—¿Listo? —me pregunta Miles caminando hacia mi para tomar a Susie de mis manos—. No quiero dejarla sola ¿Pero qué podemos hacer, verdad? —él suspira poniéndola en el piso y ella va inmediatamente por su plato de comida que descansa junto al sofá en el piso—. Tal vez... ¿Quieres quedarte? —Miles me da una mirada disimulada.

Yo ruedo los ojos y me levanto acomodando mi flequillo fuera de mi frente.

—Estoy bien —le dejo saber antes de esbozar una sonrisa que no es del todo sincera pero que sé que hace falta para convencerlo—. Solo... —alcanzo su mano y la entrelazo con la mía—, sé que tenemos algunas clases separados pero mientras estemos juntos... sostén mi mano, por favor.

—Claro que sí —él aprieta mi mano y se inclina para robarme un beso—. Cuando quieras... por cierto, no olvides que todas las clases las compartes con Jules, así que no tengas miedo de pedirle ayuda si te sientes mal ¿De acuerdo? Él prometió que te cuidaría por mí.

—Está bien, está bien —yo asiento varias veces—. Voy a estar bien, no te preocupes.

—De acuerdo, vámonos.

No estaba listo, pero no quería defraudar a Miles, así que accedía ir aunque no quería estar allí.

Caminé de la mano de Miles hasta que llegamos al campus y al pasar por las puertas de nuestra facultad, todas las miradas se posaron en nosotros como si fuéramos celebridades. Miles se detuvo en la entrada y apretó mi mano, sé que estaba preguntando si estaba bien, así que mentí y apreté su mano de vuelta contestando que lo estaba. La verdad era que quería huir... ¿Pero qué clase de persona sería si dejara a Miles enfrentar las miradas de todos por sí mismo? Yo fui el que trajo todo esto sobre él y debo tomar responsabilidad de manera correcta, no importa que tan asustado esté ¿No? Eso... es lo que debería hacer.

—Siempre podemos volver, sabes que yo no tengo problema —dice Miles mientras ambos caminamos de la mano delante de todos quienes no pueden siquiera bajar la voz mientras comparten chismes acerca de nosotros—. La gente de verdad no tiene nada que hacer con sus vidas.

—¿No será que eres tú el que tiene miedo? —bromeo con una risa tonta—. Estoy bien, Miles.

Miles resopla, no sé qué quiere decir aquello pero tampoco pregunto.

Nuestra primera clase pasa con normalidad hasta casi el final, donde el profesor hace un comentario de muy mal gusto que más o menos iba como "por favor, entreguen sus reportes y cualquier excusa que tengan para no haberlo hecho, aunque esté grabada video, es inválida". Miles ardió en llamas cuando escuchó aquello, por lo que se levantó antes que todo el mundo y lanzó nuestros reportes sobre la mesa del profesor con la peor cara de furia que jamás le había puesto poner delante de otras personas. Él tomó mi mano y me obligó a salir de allí tan rápido como era posible; nadie dijo nada al respecto, por supuesto, si había algo a lo que temerle era la imagen que daba Miles estando enojado.

Gato callejero |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora