Mi nombre es Anna Katsuki-Nikiforova

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   Han pasado 6 años desde el nacimiento de Anna. 

Soy Katsuki Yuri; El padre de Anna y mi mas grande ídolo Victor Nikiforov regreso a Rusia antes de saber sobre mi embarazo y aunque todo paso tan rápido se podría decir que el amor que siento por el jamás desaparecerá, aun después de todos estos años y de no haber vuelto a tener contacto con Victor soy feliz al ver crecer cada día a una pequeña parte de él. 

 —En otras noticias el patinador Ruso Yuri Plisetsky va por su tercera victoria consecutiva, dejando a Japón en 4°to lugar después de china, en exclusiva tenemos una entrevista con Kenjirou Minami—. Un Minami quien había dejado de ser un niño para convertirse en un joven adulto apareció en la televisión saludando al publico con su sonrisa tan característica—. En verdad agradezco todo el apoyo que me brindan, espero que puedan animarme durante el trofeo NHK de Tokyo.—El televisor se apago enseguida causando una queja entre las personas que la miraban y entre ellos una pequeña niña de cabellos plateados.

—Vamos Anna, debes ir a la escuela.—Hablo el joven Katsuki quien había dejado el patinaje artístico profesional en el año en que nació su hija. 

La verdad es que, según sus palabras, quería dedicarse enteramente a su familia, sin embargo Anna a pesar de su corta edad sabía mas que nadie que a su mamá todavía le apasionaba el patinaje artístico, podía suponerlo solo con mirar los miles de posters de su padre sobre las paredes de la habitación de su mami y su computadora llena de videos de antiguas competencias internacionales .

Yuri jamas le había escondido la verdad a su hija, quien en una ocasión pregunto sobre su padre, la menor de todos los Katsuki solo escuchaba maravillas de Victor por la boca de su madre, ya que, no es que su tía y sus abuelos no quisieran contarle, mas bien parecían incómodos hablando sobre el tema y mas si el pelinegro estaba cerca, lo mismo con su profesora de ballet Minako, la pregunta la hacía agachar su cabeza y poner una sonrisa falsa, lo cual a la oji azul no le gustaba. 

—¿Podríamos ir a Tokio?— Pregunto Anna con una inocencia caracteristica de un niño pequeño.

—¿Huh?, ¿A que viene eso?—Pregunto Yuri, aun sabiendo la respuesta. 

 —Quiero ir a ver la competencia del patinaje artístico, quiero patinar algún día, como mamá—.La respuesta de su hija lo dejo atónito, uno creería que lo primero en lo que pensaría un niño es en ir y conocer a su padre, Yuri no dudo de la respuesta de la niña a si que no se nego, sin embargo eran otros planes los que tenia en la cabeza la diablilla.  




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