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Capítulo 7.

Despierta lentamente abriendo los ojos por el ruido del despertador, la luz del amanecer se cuela entre las cortinas e incomodan levemente a sus almendrados ojos. Jiyong reconoce apenas que está en la habitación de su Director y el ruidoso sonido del despertador del castaño le ha quitado de la peor manera su muy preciado sueño.

-Maldita sea, son las 6 AM ¿Porque se levanta tan temprano? - Jiyong estira su mano y de un manotazo apaga la alarma y despereza su cuerpo.

Enreda sus dedos en su rubio cabello, peinandolos hacía atrás y se desliza fuera de la cama, si le había quitado su sueño, como mínimo SeungHyun debe hacerse cargo. Sale de la habitación arrastrando la sábana con su cuerpo, estaba desnudo y al parecer el castaño se había llevado su ropa a algún lado. Camina por el frío pasillo, buscando a su director, encontrandolo en una de las habitaciones más grandes de la casa, algo que parecía ser su gimnasio privado.

SeungHyun está de espaldas a Jiyong en una máquina biangular ejercitando sus brazos. Jiyong relame sus labios cuando ve al mayor tensar los músculos bajo su camiseta manga larga que le queda ceñida a su cuerpo, cada vez que ejerce fuerza sobre la barra de metal de la máquina, entreabre sus labios y se muerde la lengua para evitar gemir. La otra noche lo había penetrado tan solo una vez y lo había dejado con más ganas de sentirlo nuevamente abriéndose paso hasta su próstata. No va a dejar que SeungHyun lo manipule a su antojo.

"El debe rogar por ti, Jiyong"

Deja caer la sábana de su cuerpo y se aproxima a SeungHyun. El castaño está con los auriculares puestos y no siente a Jiyong aproximarse. El rubio mira a SeungHyun de cerca, con los ojos cerrados, frunciendo sus labios levemente, los músculos de su cuello se contraen y su abdomen sube y baja por el esfuerzo físico. Está tan apetecible que quiere comerlo ahí mismo.

SeungHyun lentamente deja la barra en su lugar,quitando sus audífonos de un jalón y finalizando su ejercicio. Ha ido desde temprano a ejercitarse ya que no ha podido dormir nada nuevamente por culpa del rubio. Se ha pasado la madrugada bajo la ducha tratando de calmar su calor, pero nada de eso fue posible, no hasta que se atendió a sí mismo, varias veces. Esperaba que Jiyong no hubiera escuchado mientras lo nombraba entre gemidos.

"Mi pequeña puta me controla aún sin estar presente"

Y nadie podía culparlo, solo el sentir a Jiyong apretando toda su hombría mientras gemía del doloroso placer de ser partido en dos por él, más la dulce y sensual visión del rubio húmedo por el sudor, con sus labios entreabiertos, la mirada nublada, el vaivén de su pecho y sin mencionar la maravillosa vista que tuvo cuando flexionó las piernas, sus deliciosas y tersas piernas, para empalarse más a su miembro. Se le secaba la boca de recordar.

Abre sus ojos y se encuentra con el dueño de sus pensamientos frente él. Jiyong está desnudo, pasea sus ojos desde sus muslos manchados por tinta, pasando por su miembro semi flácido, subiendo por su vientre plano hasta llegar a su torso donde su mirada se pierde nuevamente en ese "Mind Control". SeungHyun muerde su labio fuertemente, desea regresar a la noche de la fiesta y follarlo de todas las maneras conocidas, y de las que aún no se concen.

-Buenos días cariño - Jiyong pasa sus manos por sus tatuajes de los costados, le había seguido la mirada al castaño y sabía perfectamente que sus ojos siempre se detenían en sus costillas. SeungHyun siente tener un fallo respiratorio cuando Jiyong se toca la piel manchada de su costado derecho, le recuerda a la vez en que lo lleno de semen y él se lo unto en su dedo para meterlo en su boca. Se estremece ante el recuerdo - ¿Estás enfermo? -

-No- La voz le sale tan ronca que se maldice. Cruza su mirada con la del más pequeño encontrándose con unos ojos almendrados divertidos y perdidos en placer. - Jiyong, Buenos Días. No espere que te levantaras tan temprano.-