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Capítulo 4.

Esta mañana a diferencia de la anterior, Jiyong llega puntual a la empresa, con incluso 15 minutos de anticipación, se siente relajado, despierto, con energías. Lo primero que hace es buscar a SeungHyun, para reclamarle que su despertador ha funcionado, pero no lo encuentra por ninguna parte.

-¿Dónde está el director?- le pregunta a su asistente que es a la única que encuentra.

-Va a tener una reunión de socios- responde ella ocupada mirando unos papeles. El rubio frunce el ceño, SeungHyun sólo lo había despertado en vano para que a final de cuentas estuviera ocupado.

-¿En dónde?-

-En la sala de juntas- Se pregunta qué demonios tiene que hacer SeungHyun en una reunión de socios.

-Gracias, linda- le sonríe, ella lo mira de reojo devolviéndole la sonrisa y lo mira subirse al elevador.

Jiyong sube hasta el cuarto piso del edificio, y entra a la sala de juntas esperando encontrar a SeungHyun, pero en su lugar la encuentra vacía, rueda los ojos cuando observa la decoración del lugar, arte... como todo. Quienquiera que fuera el dueño de la empresa es lógicamente un amante del arte.

Se espanta cuando escucha unas voces viniendo del pasillo y aproximándose con cada paso, mira de un lado a otro buscando un lugar donde esconderse, la junta apenas iba a empezar, no quiere que lo encuentren ahí ¿Qué explicación iba a darles? ¿Que venía a reclamarle a SeungHyun por haberle metido un vibrador en el ano para despertarlo?

Ya no hay tiempo para salir, rápidamente se mete debajo de la larga mesa ovalada, tiene bordes hacia abajo, por lo que no logra verse, sin embargo él sí puede ver a medias a las personas que entran, hombres y mujeres vestidos con ropa elegante y de marca, tan presuntuosas que le recuerdan a las reuniones de los amigos de sus padres.

El último en entrar es Seunghyun, Jiyong lo sigue con la mirada desde el momento en que entra, todos ya están sentados como si sólo lo hubiesen estado esperando, el rubio sigue cada movimiento de sus piernas, como se mueve su trasero, y el pantalón se le ajusta más denotando las líneas de sus glúteos en cada paso.

SeungHyun se sienta en la silla principal del extremo izquierdo, Jiyong se relame los labios ante la vista tan perfecta que tiene, aun cuando se encuentra en el extremo contrario al del mayor puede ver sus piernas semi abiertas y como el pantalón se aprieta más en sus muslos, son tan largas, firmes, y su miembro se alza como un bulto a pesar de que no está erecto. El rubio se apoya sobre sus manos y sus rodillas y gatea sigilosamente con los ojos puestos en su entrepierna, con el mayor cuidado de no chocar con los pies de las demás personas.

"Ahora sabrás que jugar conmigo te sale caro, cariño"

SeungHyun acomoda los papeles que tiene sobre la mesa, todos le miran con atención, atentos a cada uno de sus movimientos a la espera de que hable, pero el mayor no se inmuta, está ensimismado en sus pensamientos, preguntándose si Jiyong había llegado tarde, si despertó con una sorpresita. Le gustaría averiguarlo por sí mismo, sin embargo tiene que estar en esta maldita reunión con este montón de personas interesadas.

-Gracias a todos por venir, los he citado a esta reunión para hablar sobre expandir a Zutter Entertaiment hacia Estados Unidos, como empresa hemos ganado gran popularidad en el ámbito de la pornografía, por lo q-que ah...- SeungHyun da un pequeño brinco asustado en su asiento cuando siente un par de manos acariciar su entrepierna, agranda los ojos al ver la sonrisa burlona de Jiyong asomándose entre sus piernas ¿Qué hacía ahí?, desesperado intenta cruzarlas para evitar lo que sabe que el rubio planea, pero le es imposible con el menor hincado entre ellas. Cierra las piernas con fuerza para apretarlo y que éste se retire por el dolor, pero el rubio sólo funde su rostro en su entrepierna, aferrándose de sus muslos, y el castaño se detiene ante el toque.