CAPITULO TRES

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- Debería advertirle a Malik que acaba de hacer un trato con el diablo.

Miró a su hermano y le hizo burla. ¿Qué sabía él? Además, ella seguía molesta por la “sorpresa”. No esperaba que él volviera. No justo en vísperas del aniversario de su separación. Era cruel de su parte. O eso era lo que ella pensaba por lo menos. Cómo si no le hubiese costado olvidarlo. Que Zayn viniera solo le haría mal, su madre siempre había dicho: “para sanar una herida hay que dejar de tocarla”, pero al parecer su lindo hermanito nunca había escuchado lo que su madre decía. O quizás no utilizaba bien su cerebro para descifrar lo que realmente quería decir.

- ¿Así que tu lo invitaste?

- Es uno de mis amigos, llevaba tiempo sin verlo. Lo mismo con Niall y Liam, son mis amigos y yo los invite, no sé porque te molesta. Solo es para pasar mi cumpleaños y navidad juntos. – Respondió de una forma tan natural y convincente que ____ casi se lo creyó. Casi.

- Tú lo llamaste para que viniera. Revisé tu móvil.

- Psicópata. – Musitó antes de quitarle su celular. – No tienes porque meterte en mis cosas. – Lo guardó y la miró algo molesto. – Él iba a venir de todas formas, el problema es que no sabía dónde estabas. La última vez que habló contigo aun vivíamos con papá y mamá, así que Niall me había pedido que lo llamara y… ya sabes, le explicara donde vivíamos y como llegar. Eso es todo. Yo no le pedí que viniera, ya sabía que vendría, yo solo le estoy haciendo su estadía más cómoda ofreciéndole nuestra casa. Ahora, si ya no tienes nada más que alegar, ¿podrías dejarme ir al jardín? Los chicos me esperan para una barbacoa.

Él simplemente se fue. Quizás se había molestado en serio. El día cada día empeoraba más, por lo menos desde su punto de vista. Se asomó a una de las ventanas y espió hacia el patio por entre las cortinas. Niall, Liam y su hermano estaban preparando la carne y bebiendo cerveza. Pero, ¿dónde estaba Zayn? 

- Espiar no es bonito.

- No estaba espiando, estaba vigilando. – Cerró la cortina y se dio vuelta para encontrarse a Harry con un delantal blanco, él también sería parte del “club de Toby”, bueno mejor dicho: club de Louis.

- Si buscas a tu novio, está arriba.

- No es mi n… - pero Harry ya no escuchaba, estaba sentado con los chicos abriendo una cerveza. O ella era lenta reaccionando o él era muy rápido. No le prestó tiempo a deducir que tan lenta era y simplemente sacó una naranja, tenía hambre. Debía reconocerlo, era una maldita hambrienta. A veces se ponía a pensar si no era una extraña hermana gemela perdida de Niall, luego recapacitaba y se daba cuenta que entre los dos esa era la única similitud. A diferencia de Niall ella no era dulce ni risueña, quizás antes sí, pero de eso ya había sido tiempo atrás. Cuando era aun una adolescente, pequeña e inocente. Sus padres siempre la habían mantenida encerrada en un mundo perfecto, ella siempre había creído que todos tenían la misma suerte que ella, pero luego supo que no. Hasta ese día llego su extrema inocencia, hasta ese día llegó su fe por la humanidad.

- ¿Por qué no estás con los chicos? – Esa voz, ese acento, esa manera de pronunciar cada palabra. Sabía perfectamente quién era pero aun decidió mirar, para verificar.

- Se ven entretenidos, dudo mucho que quieran mi compañía. – Lanzó a un tarro de basura la cascara de la naranja y lo miró. – ¿Y tú? Deberías estar con ellos, después de todo es una barbacoa en celebración de que llegaste.

Él no le tomo gran importancia a sus palabras, menos aun a la mirada despectiva que ella le regalaba. Se acercó lo suficiente a ella como para poder hablar en susurros y que solo ambos oyeran. Sintió como los músculos del cuerpo de ____ se tensaban y sus ojos miraban en cualquier dirección con tal de no hacer contacto con él.

- ¿Me acompañas?

- ¿Qué te hace pensar que quiero tu compañía? – Y otra vez una mueca fría e insensible se formaba en aquel bello rostro causando ese dolor agudo en su pecho. 

- No te gusta estar sola. – Respondió seguro, no le haría notar a ella que esa mirada, esa expresión le destrozaba interiormente.

- Las personas cambian Malik.

- Pero no tan rápido, solo pasó un año.

- En un año pueden ocurrir muchas cosas. – Lo miró por última vez y salió orgullosa de la cabeza, la vista en frente sin voltear ni una sola vez.

- Seguro que eres idiota. – Zayn giró la cabeza y se encontró a Louis apoyado en la ventana que daba de la cocina al patio. – Tienes solo doce días para conquistarla y dejas que se te escape. – Negó con la cabeza para luego clavar aquellos dos ojos azules en su mirada. – Malik, será difícil recuperarla.

- Si la pude enamorar una vez, lo podré hacer de nuevo ¿no?

- La primera vez que ella se enamoró de ti tenía quince años, era pequeña y nunca había hablado con otro hombre que no fuésemos Harry, papá o yo. Pero ella ya tiene veintidós, es una mujer, y no solo una mujer, es una mujer con mucho rencor y orgullo. – Miró a sus amigos que lo llamaban para servir la comida. – Ve tras ella, recuerda que ahora solo tienes doce días, estás contra el tiempo.

Quizás Tomlinson tenía razón. Ella ya no era una adolescente experimentando su primer amor. Ella ahora era una mujer, una mujer que podría tener al hombre que quisiera con solo tronar los dedos. Dejó escapar el aire y caminó en la misma dirección que ella había salido minutos atrás hasta llegar a lo que parecía ser el jardín delantero. Era amplio, muchas flores y prados, con una gran fuente en medio. En frente de la mansión crecía un bosque de abedules aun naranjo por el paso del otoño, era un lugar bastante alejado de todo. Y entre medio de los marchitados arboles vio la sombra del vestido blanco. Su ____ seguro que andaba paseando por allí, siempre amó la naturaleza.

- ¿Me andas siguiendo? – Se giró exasperada, ya no tenía esa expresión de chica seria e insensible, volvía a tener ese rostro sereno y agradable. – Malik quiero tiempo a solas.

- Hace frío para que andes afuera así. – Señaló el delgado vestido y sus pies descalzos. Aun no podía creer que no se hubiese clavado nada siendo que el suelo del bosque estaba lleno de porquería.

____ lo miró por última vez advirtiéndole que no la siguiera y comenzó a caminar para adentrarse en el bosque y no estar cerca de él, o eso era lo que el joven pensaba. Pero la niña no pudo llegar muy lejos, a menos de cinco metros había pisado una piedra y había caído con el tobillo torcido. De acuerdo, ese sí que debía ser un pésimo – deplorable – día.

Sin pensarlo él se acerco y tomo su pie entre sus manos para revisar alguna herida o si se había raspado contra el suelo pero estaba intacto, excepto por el hecho de que ahora seguramente no podría caminar normal por la inflamación que llegaría en unos minutos.

- Deberías tener cuidado.

- La piedra se me cruzó. – Se excusó con voz de niña mimada y dolida. Zayn la tomó de las piernas e hizo que subiera a su espalda, ella quería resistirse pero le dolía demasiado como para concentrarse en molestar aun más a Zayn.

Llegaron en unos minutos a su habitación, no la había bajado ni siquiera para subir las escaleras pero al ver la cama ella casi saltó sobre ella, quería alejarse de él lo más rápido posible.

- Gracias. – Susurró bajo, como avergonzada de lo que decía. Él sonrió y se fue, pero antes de salir volteó para verla sentada en la cama con ese rostro de niña pequeña. Ella aun conservaba a esa cría dentro de sí, pero muy enterrada en el fondo. Y él se aseguraría de sacar nuevamente su espíritu de niñez

Doce Días ~ Zayn&TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora