Y otra vez Zayn y sus preguntitas. Eran tan simples cuando él las decía pero tan confusas para ____. ¿Qué podía contestar sin parecer demasiado interesada ni tampoco romperle las ilusiones? Justo en el momento que la necesitaba esa palabra se desaparecía de su vocabulario, quizás los nervios le jugaban en contra.
- Puede ser… - Contestó finalmente luego de pensar bien su respuesta. Él le sonrió, ella solo tomó algo del jugo que tenía allí. – Debes estar muriendo de sueño. – Comentó.
- Algo. – Mentiroso. Pensó ella. Se le notaba en su expresión, pues su rostro era de cansancio extremo y sus ojos estaban algo adormilados y rojos.
- Ve a dormir, te lo mereces, has hecho mucho…
- Quiero quedarme contigo. – La miró e hizo un extraño, pero demasiado tierno, gesto con los labios, levantó las cejas, su expresión era tan tierna. – Me voy a dormir si me acompañas y me cuentas un cuento o me cantas algo. – Lo miró divertida y aceptó el trato.
- Ok, vamos. – Tomó su mano y lo guió hasta una habitación, era de madera, ella la verdad nunca había visto aquella casa así que se le hacía extraño estar allí. – Acuéstate. – Él le hizo caso, se acercó a la cama y comenzó a quitarse prendas una por una, la camiseta, los pantalones, los calcetines… hasta que quedo solo en bóxer, se los estaba bajando cuando ella lo interrumpió. – Duerme así. – Zayn rió por lo bajo y se metió en la cama indicándole a ella que se acostara a su lado. - ¿Qué te canto?
- No lo sé, lo que tú quieras.
- Bien… I met a man a two feet tall, this man as quite ambitious in a world that is so vicious to us all – No era buena cantando, no era como que desafinara demasiado, casi ni lo hacía, pero aun así sentía bastante vergüenza al hacerlo acapella frente a alguien más. A la mitad de la canción Zayn cayó dormido, debía estar cansadísimo. Ella dejó de cantar y se levantó cuidadosamente, para que él no despertara.
Salió sonriendo de la habitación, volvió al auto por su teléfono y marcó a su hermano, quería, y necesitaba, saber sobre él. Sonó un par de veces hasta que se escuchó su voz algo aguda por el otro lado de la línea.
- ¿Están bien?
- Perfectamente.
- Mamá y papá están molestos, bastante. Es mejor que no vuelvan hasta que ellos se marchen, después de todo tienen que volver a Doncaster por la empresa, nunca la dejarían a cargo de alguien más que no sea la familia. – Le advirtió Louis que hablaba en un tono bajo, seguramente no quería ser escuchado.
- ¿Cuándo se irán?
- Por lo que sé se quedaran hasta año nuevo.
- Yo quiero pasar navidad contigo, además… tu cumpleaños. – Dijo ella algo triste, no quería volver y verse con sus padres pero tampoco quería estar lejos de su hermano en uno de los momentos más importantes de su vida. – Voy a ir de todas formas.
- Vas a arriesgarte, vas a arriesgar a Zayn y su relación.
- No me importa Zayn, yo quiero estar contigo.
- Es solo un cumpleaños, voy a tener muchos otros.
- ¡No! Este lo hemos planeado durante mucho tiempo.
- ____, te dije que no. No vas a venir y si se te ocurre aparecer aquí te juró que nunca te vuelvo a hablar. – Él cortó y ella tuvo que quedarse con las ganas de quejarse. Ella quería estar con él, Louis era la persona más importante en su vida.
Volvió a la casa decepcionada, se sentó en un sofá y durmió, otra vez. Quizás la técnica que utilizaba Zayn era útil después de todo, no perdería nada intentándolo.
Despertó a los cinco minutos, ni siquiera pudo soñar. Abrió los ojos y todo seguía igual, solo que ahora tenía un leve dolor de cabeza. Se levantó y salió al patio, seguía desordenado y sucio, pues era obvio que Zayn no podría limpiar toda una casa en una sola noche. Fue otra vez al columpio y comenzó poco a poco a columpiarse y a ganar impulso. Cuando llegó hasta el punto más alto cerró los ojos, para sentir la brisa helada contra sus mejillas.
“- No eleves demasiado tus esperanzas ____, porque deberías saber que cada ‘Hola’, termina con un ‘Adiós’ – Ella miró a su hermano. No entendía el porqué de sus repentinas palabras, asintió y siguió caminando pero él la detuvo. – Hazme caso, my Little Hope, ellos nunca lo aceptarían.
- ¿Qué cosa? – Inquirió bastante extrañada. ¿A qué se refería? ¿Quiénes era ‘ellos’? Seguía sin comprender. Louis miró más allá de ella y luego volvió su vista donde se encontraba.
- Nada, amor, luego entenderás, ahora vete. Tu novio te espera. – Le besó la frente y ella aun desconcertada fue hasta el auto de Zayn. Nunca entendía a su hermano, menos aun cuando le hablaba con rodeos.”
Louis sabía que lo de Zayn no duraría mucho, él sabía sobre el rechazo de sus padres y aun así no le advirtió. Pero ¿por qué? Debería haberle dicho, eso le hubiese evitado bastante sufrimiento. Estúpido Louis William Tomlinson.
Paró bruscamente el columpio y se bajó para entrar nuevamente en la casa. Zayn ya estaba despierto, sonriente y en un aspecto bastante mejorado.
- Hola, princesa. – Elevó una de sus comisuras y se le acercó para besar su mejilla. - ¿Te gustan los columpios?
- Me fascinan. – Dijo con tono aniñado y algo sonrojada. – Mejor vayamos a preparar el almuerzo. – Sugirió tratando de cambiar de tema.
- Tenía planeado ir a comer al centro de la ciudad, seguro hay un buen restaurant. – Ella volteó para verlo, él parecía ilusionado con la idea así que aceptó, aunque realmente no le apetecía nada salir.
- Esta bien. – Arregló algo su melena que se había enredado con el viento y tomó su mano para salir y entrar en el auto. – Voy a llamar a Louis, necesito algo de ropa. – Tomó el teléfono de su acompañante pues el suyo se había quedado sin batería, marcó y esperó que sonara.
- Ya te lo dije, ni se te ocurra venir. – Contestó su hermano sin ni siquiera saludar.
- No te iba a decir eso de todas formas, Boo Bear. – Pudo notar como él reprimía un gruñido. – Cuando te vea quiero que hablemos, por ahora solo necesito ropa. ¿Puedes enviarme algo para sobrevivir hasta que podamos volver?
- Claro, lo hare enseguida, le diré a Dallas que te la lleve.
- Gracias, bonito. Y… ¿podrías traerle ropa a Zayn, también? – Él asintió sin palabras. – Adiós, saluda a Lottie y las chicas de mi parte. – Colgó la llamada y volvió la vista en el camino. Ya estaban en el pueblo. – Vaya, es más lindo de lo que Harry dijo. – Zayn asintió pero no dijo nada, estaba concentrado en algo más. ¿Estaba seguro de lo que haría? Esta no era una decisión ligera, pero lo había pensado bien durante el último año, los últimos días y las últimas horas, estaba decidido. Ahora solo faltaba la opinión de ella.
Se detuvieron frente a un rústico restaurant y entraron. Allí casi todo era en madera, un lugar encantador. Se sentaron en una de las mesas más apartadas, cerca de la chimenea y del ventanal.
- ____, necesito decirte algo.
- Claro, dime. – Ella le sonrió, seguro que lo que estaba a punto de decir no se lo esperaba ni en sus sueños.