Kit. Nuevas Especies. Libro 4

¿Hay alguien que me extrañe?...

Kit clavaba la aguja en su abdomen con una mueca de desagrado. No le gutaban las agujas. No le agradaba la sensación del liquido traspasar su piel; pero no era ninguna cobarde. Había dado su palabra, y la cumpliría. -Malditos médicos y sus inyecciones de mierda-. reprochó en silencio, mientras guardaba el estuche con las últimas dosis que se le fue entregada hacia ya una semana.

El sonido tenue y tímido de la puerta le indico a la felina que su visitante frecuente había llegado. Torcio el gesto cuando se dio cuenta de la espectación que guardaba su propia mente ante la visita de la pequeña y timida mujer.

-Pasa Mabel. Ya te he dicho que no toques la estúpida puerta, solo..., entra-. Dijo. La figura temerosa y casi patetica de la pequeña mujer entro en el lugar mientras brindaba una sonrisa a la felina con cara de cabreada, que ahora asicalaba sus falanges como si la vida dependiera de ello. La mujer sonrio y se sento como una pequeña noña ante la imponente hembra.

-¿Cuando nos vamos a la Reserva, Kit?-. Pregunto la pequeña gata con una gran sonrisa en los labios. Estaba ansiosa, eso estaba más que claro. Kit oculto la pequeña sonrisa que escapo de sus labios ante el entusiasmo de la hembra.

-En cinco días-. Dijo y vio como el semblante de la pequeña mujer se iluminaba en pleno júbilo. -El estúpido fosforo...-. Y con aquella 'cariñosa'  expresión la hembra se refería a CJ. -dice que ya están preparando tu habitación en el hotel. Estará junto a la mía-. Kit detuvo su quehacer por unos segundos y levanto la vista con ojos entrecerrados para cuiestionar por cuantagecima vez a la felina frente suyo. -¿Estas segura que quieres quedarte allí? puedes ocupar una cabaña-. Le dijo mientras  se dedicaba a pintar las primeras uñas de sus pies como si de un retrato de Picasso se tratase. La pequeña mujer rió ante la cara de concentración de la hembra -No has respondido-. le recordó con un gruñido que Mabel tomo como una advertencia.

-No quiero ser tratada de forma distinta, Kit. Si me quedo en una de las cabañas, seguro le pondrán una gran marca roja como en esas historias en que los humanos marcaban a los enfermos de peste ¿Recuerda?-. La hembra torció el gesto. No podia refutar la exageración de la hembra. Mierda que si es cierto, pensó. Sin duda Breeze lo haria. Pensó. Justice le ha dado más control y los machos están solicitando cada vez más su ayuda. -Ella dice que debemos ser igual de fuertes que los machos-. Dijo. -Breeze esta muy entretenida entrenando a las hembras aquí. No podrá ir hasta la reserva hasta que no haya terminado-. La Hembra sonrió triunfante. Kit levantó un ceja en su dirección.

-Lo tienes todo planeado ¿No es así?-. La mujer frunció el gesto.

-Todo..., menos las inyecciones ¿Como vas con eso? Ya solo me faltan tres dosis. Ted dice que ya no las necesito-. Kit frunció el seño.

-Como la Jadida mierda. Apenas he iniciado. ¿Por que demonios tenemos que ponérnosla a diario?-. La pequeña mujer rió. La actitud de la hembra puede que hubiese cambiado un poco, más su boca seguía igual de sucia que siempre.

Por un momento el cuarto quedo en cilencio. Mabel se removio y miro las pincelada del pincel de esmalte con atencion. Sus vidas habian cambiado. Aun podia recordar la primera vez que se le dijo que se arreglara, y comprara ropa. Se podria decir que estaba contenta en aquel entoceas; todo se fue a la miersa cuando la habian guiado a una sala con mas de siete hombres. La mujer se estremecio y empequeñecio en su lugar. Sacudio la cabeza. Prefiero que ella me gruña a ir por allí, penso la pequeña mujer.

-Te vi llegar en la madrugada con Query...-. Dijo. -me gusta, es un buen macho... aunque asusta un poco. Ya sabes. Por lo grande y eso-. La pequeña mujer sonrió. Kit frunció el seño. -Es un buen macho-. Volvió y aclaró la pequeña hembra al ver el seño fruncido de la felina.