Capitulo 3

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No tuvieron que pasar más de un par de horas antes que llegaran a la cabaña, la cual esta situada exactamente en el centro del bosque un lugar muy difícil de localizar y perfecto para ser el hogar de decenas de asesinos.

Lo único que deseaba Toby era llegar a la habitación estar con Samantha y dormir. Pero no pudo dar más de tres pasos en la escalera sin escuchar esa temible y áspera voz.

-¿Toby...?—

El se encogió de inmediato, aunque aún le costara aceptarlo le temía a Slenderman,

—O-operador...— Respondió tartamudeando.

—Gracias...— Comento en voz baja mientras ponía su mano sobre el hombro de Toby. — Masky me lo dijo todo...- El volvió a su complexión antigua, confundido.— Sin ti, hubieran descubierto la cabaña, nuestro hogar, nos habrían expuesto ante millones, y correríamos peligró...—

Toby se sintió repentinamente mal, Slenderman lo había felicitado por una mentira. Nadie quiso entrar a la cabaña, de hecho el hizo lo contrario, metió a una persona, que los ponía en peligro, y todo por un estúpido capricho de adolescente enamorado.

Trago saliva, y espero que no se notará su nerviosismo.

—D-De nada...— Tartamudeo, se sintió estúpido por lo que había hecho. — Cualquiera lo hubiera hecho, Operador...— Murmuro.

Toby sintió como Slenderman lo veía con cierto aprecio y solidaridad.

—Vamos, Tobías...— Le ánimo.— Puedes ir a tu habitación, para cambiarte, y descansar...— Le apretó el hombro.

El sólo asintió, y camino a su habitación.

[...]

Samantha, estaba aterrorizada, escucha voces y sabía exactamente que eran asesinos. Temía, por su integridad. Estaba tan asustada. Sentía vergüenza de sí misma, por ser tan estúpida y haber caído en la trampa de Toby. Le dolía la cabeza y ardían su ojos, por haber llorado sin consuelo durante horas, había imaginado como iba a ser su vida a partir de ese momento, llegaba a finales horrorosos.

—¿Samantha...?— Murmuro Toby. Mientras habría la puerta.

Ella se escondía en la tina del baño, derrumbada en posición fetal. Unos segundos más tarde escucho como las puertas se habrían. Toby la miraba con amor, y se sentía triste por verla de tal forma. Tímida y asustada levantó la mirada hacia el chico. Soltó un grito ahogado, Toby con sus dos hachas a un lado y estaba cubierto de sangre, fresca, que chorreaba de sus extremidades. Típica imagen de una masacre.

De inmediato el se dio cuenta, de que la estaba asustando y se alejó.— L-lo siento.— Se cubrió la cara.— No quiero que me veas así, ¿podrías salir?, necesito bañarme...—

—Si...— Murmuro Samantha. Cruzaron la mirada unos segundos, pero ella la desvío. Tenía miedo, y se sentía vulnerable. Siempre había sido una chica segura, y no sabía por qué le pasaba esto.

—Lo siento...— Repitió antes de que ella saliera de el baño y cerró la puerta. Se sentía avergonzado, de ese modo nunca iba a lograr nada, si le seguía causando temor. Debía hacerla su amiga y que ella confiera en el, para después, poder lograr algo más.

"Estúpido, estúpido lo estas cagando todo...— Pensó— Piensa bien las cosas antes de hacerlas..." Tenía que reorganizar sus ideas, si seguía haciendo todo de un modo improvisado, iba a arruinar su plan, y con ello su vida. ¿Vida?, si exacto, perder a Samantha iba a ser un golpe duro y, para el colmo caería todo el peso de ser un Crepypasta. Se pregunto por qué su vida era así, quería rebobinar el tiempo.

Comenzó a quitarse la ropa, hasta quedar desnudo. Se miro por el espejo del baño, tenía aspecto de cansado, y su torso estaba lleno de cicatrices. Sin vacilar más entro a la tina y abrió el grifo del agua, dejando que esta cubriera su cuerpo, el agua caía y se llevaba consigo la sangre que estaba alrededor de el, parecía irreal como el agua cristalina se convertía en roja carmesí.

—Te odio...— Se dijo así mismo. Sus manos estaban recargadas contra la pared, y observa el piso. Deseaba que todo cambiara, que su vida  fuese distinta. Quería que su infancia hubiera sido con una familia unida, que su padre no haya sido un asqueroso alcohólico, su madre una mujer segura y su hermana... sólo quería que ella, estuviera a su lado, para apoyarlo.— Lyra...— Susurro.— T-te extraño tanto...—

Era la verdad, su hermana era su mundo entero, pero ella ya no estaba. Era una herida que aún seguía abierta, y lastimaba constantemente. Toby, tuvo que aprender a vivir sin mostrar sus sentimientos, ser una persona fría, pero... simplemente no podía, es como si le pidieran que dejara de respirar.

—¡Joder!...— Grito. Sin esperar más, sacó todo lo que tenía por dentro, necesita desahogarse, su pecho dolía, y tenía un horrible nudo que no lo dejaba sollozar. Poco a poco se deslizó por la pared, hasta caer en el suelo. Las lágrimas calientes bajaban por sus mejillas desconsoladamente.

Tenía que admitir que aveces quería tomar una pistola y darse un tiro.

¡I Hate You!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora