Día de descanso.

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Por fin, hoy sería un nuevo día, donde no habría Justin ni Marcos ni nada de apple. Quedé con mis amigas Laura y Vanessa a las 3, depués de comer. Eran las 12:30, me acababa de levantar, era mi día de descanso y pronto no me iba a levantar, no tenía ganas de levantarme de la cama, pero tenía que salir a comprarme un bikini, ya que no tenía ninguno, que ironía.

Bajé las escaleras y se encontraba mi madre en la cocina.

Hola mamá-dije entrando y dándole un beso en la mejilla.

Hola cariño, que harás hoy? Es tu día libre- dijo con una pequeña sonrisa.

Bueno, iré a la playa a las 3:00, pero ahora me iré a comprar el bikini.-dije sonriendo, hacía tiempo que no tenía un día libre, y menos un día que me levantaba de buen humor.

De acuerdo, quieres que te acompañe a comprar?- me puso en frente un plato de tortitas con chocolate.

Olí ese olor, y en menos de 5 minutos ya no había ninguna tortita en el plato.

Bueno, me ducharé y me iré al centro, vale?- dije posando la mano en su hombro en forma de despedida.

Subí las escaleras hasta mi habitación y entré en el baño, me desvestí y doblé la ropa, me duché y salí envueta en una toalla, salí a mi habitación y recogí mi ropa y organizé lo que me iba a poner, me decidí por un top de estampados de flores cruzado por las espaldas con una falda negra por encima de las rodillas y unas botas de tacón con pichos de color rosa carne.

Cuando acabé de vestirme bajé de las escaleras y salí de casa a paso lijero, todo estaba cerca de mi casa, así que no tenía problema en llegar pronto o tarde. A los diez minutos, tras observar el paisaje y las personas pasar, llegué al centro, pase por varias tiendas mirando los escaparates y no habían de bikinis, subí a la segunda plana y había un de ropa interior, supongo que ahí habrian. Acerté, cogí tres pares de bikini y me los probé. De pronto noté como alguien entro al provador y me acorraló contra la pared, estuve a punto de chillar por el susto, pero me tapó la boca, en ese instante me alegraba de que tuviera uno de esos bikinis.

Hombre, quien tenemos aquí, a la "estampatartas"-dijo Justin con una sonrisa burlona.

Rapidamente me quité su asquerosa mano de mi boca y le di una ostia.

Como te atreves a entrar aquí dentro? Como has averiguado donde estaba? Me has seguido? Eres un pervertido? Eres un gilipollas? Estás loco? Espera, no se supone que tendría que estar trabajando?- dije estérica sin respirar. Cogí aire profundamente y suspiré, conté hasta diez con el fin de tranquilizarme, pero el echo de verlo allí de pie, observandome de arriba abajo me ponía los pelos de punta. No podía relajarme ni librarme de él ni siquiera mi día libre.

A ver, una por una- dijo haciendo stop con la mano.- A ver, te he visto de lejos y me ha entrado curiosidad, no sabía que ibas a venir al centro, no, no te he seguido, pervertido lo soy en otro sentido- movió las cejas de arriba abajor- no soy gilipollas, no, no estoy loco, si, debería estar trabajando, pero quería yo también un día libre, que hay de malo?- dijo enconjiéndose de hombros.

Me respondió a todas las preguntas por el orden que había echo.

Pero a ver, empezaste ayer, como esperas tener un día libre?!- dije irritada- Que haces aun aquí?-dije empujan dolo hacia afuera, pero se me escapó quedando yo de espaldas a su pecho. Me cogió de los brazos y me empujo, poniendo mi pecho contra la fría pared, pude sentir su respiración en mi cuello.

Sabes? Te queda muy bien ese bikini, estas realmente sexy, te a favorece, deberías comprarte lo- dijo acariciando mi cuello con su nariz, y rozando su labios en mi cuello.

El destino siempre gana. (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora