Hola, interrumpo un momentito:p

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El día que empezó la guerra me acababa de casar con Phil. Habíamos empezado a bailar en la sala del gimnasio de la escuela y Phil me levantaba por encima de la cabeza. No porque fuera especialmente fuerte. Phil era atlético, pero bajito y encantador. Yo era una verdadera pluma. Me lo decían mis compañeras y también la entrenadora: ?Si te dedicaras a la danza, acabarías siendo como Ginger Rogers?. Pero para mí la única satisfacción que me daba el baile era hacerlo en brazos de Phil. No nos caímos jamás, ni siquiera en invierno cuando patinábamos sobre el hielo del lago. Pero estuvimos a punto de hacerlo aquel 7 de diciembre de 1941, cuando la orquesta cesó y el reverendo Grant nos hizo callar a todos para comunicarnos que una flota naval y aérea había atacado nuestra base de Pearl Harbor y que el presidente acababa de declarar el estado de guerra y la movilización general. Aquella noche tenía que haber sido la más alegre de nuestras vidas, pero fue una noche de insomnio. Quince días después, convocaron a Phil frente al ayuntamiento y se lo llevaron con todos los chicos del condado en unos camiones. Cuando en la calle ya no quedó nadie, me fui a la heladería del señor Gandolfini y le pedí todos los helados de la tienda y fue así como me sentí mejor.

 Por las cartas de Phil me enteré de que el Pacífico era un océano muy grande y que, antes de empezar a reconquistarlo, se habían de hacer muchas cosas. Cada mañana, maniobras, marchas, ejercicios de tiro y muchos desfiles. Pronto me advirtió que durante algún tiempo las cartas llegarían censuradas y que no podían dar detalles ni del buque en el que iban ni de la isla en la que pensaban desembarcar. Casi al mismo tiempo se convocó a las mujeres de los soldados que podían ganarse un pequeño sueldo fabricando las balas con las que sus hombres vencerían al agresor. Así fue como me enrolé en el turno de noche de la fábrica de armamento y me convertí en una experta de la cosa de los calibres, de las vainas y las chaquetas metálicas con las que se envolvían los proyectiles. Alguna vez, cuando se acababa el turno, me entretenía grabando nuestros nombres en cada bala: ?Linda loves Phil?. No cabía nada más, pero así me daba la sensación de estar combatiendo con él. Y, de esa manera, le estaba acercando a casa para empezar nuestra vida interrumpida.

Me compré un mapa del océano, siempre azul menos las pequeñas islas. Ahí estaba Guadalcanal, un lugar desde el que muy de tanto en tanto escribía Phil con pocas palabras. La batalla de Guadalcanal fue larga y costosa. Casi seis meses bajo el fuego de bombardeos nocturnos acabaron con la moral de la gente. También de Phil, que ya nunca más volvió a escribir. Al salir con la vieja camioneta de papá, me detenía frente a la heladería del señor Gandolfini y éste cerraba las persianas para que nadie desde la calle me viera atiborrarme de helados. El señor Gandolfini ya no me preguntaba por Phil, porque veía que en aquella desenfrenada ingestión de helados había voluntad de autodestrucción. Se acabó la guerra y poco a poco llegaron algunos compañeros de Phil. Nadie le había visto. Alguno se acordaba de haberle perdido en las playas de la isla. No fue hasta dos años después de la rendición que unos oficiales del cuerpo de marines me trajeron las últimas pertenencias de Phil: una cartera, la placa, una foto amarillenta de nuestra boda y una bala. ?Phil se suicidó de un tiro en la cabeza antes de caer en manos del enemigo. Ésta es la bala que le mató. Fíjese, señora, que lleva una inscripción. ¿Lo ve? Oiga, no se llamará usted Linda, ¿verdad?? En cuanto se fueron los militares con un saludo solemne, fui corriendo a la taza del lavabo y ahí saqué todos los helados mal digeridos del señor Gandolfini. Así fue como pasé de ser una chica ilusionada a convertirme en una viuda de guerra.

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HOLA! ESTE RELATO NO ES MÍO, ES DE UN PERIODISTA LLAMADO JOAN BARRIL, ME GUSTÓ MUCHÍSSIMO Y HA LLORADO HASTA MI PADRE!

ME HACÍA MUCHA ILUSIÓN COLGARLO:P

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PD: Pronto subiré un capitulo:3

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2014 ⏰

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El destino siempre gana. (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora