Capítulo 3: Nuevos amigos y enemigos

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Esa mañana la cafetería estaba llenísima, apenas y había tenido tiempo de respirar pero cerca de las ocho veinte comenzaban a salir, había llegado su hora de desayunar, entro a la cocina donde Shindong le paso un pequeño baguette con una malteada mientras le sonreía, a veces creía que lo veía como a un niño pequeño pero definitivamente si le daba aquellas deliciosas comidas él no se quejaría, estaba seguro que sus desayunos y comidas eran mucho más nutritivas que sus flojas cenas.

- Yoongi – de pronto le hablo de la cocina y el solo hizo un sonido para hacerle saber que lo escuchaba – Hare una llamada rápida –

- Claro –

La noche anterior había pensado bastante en el chico "Jimin" y se preguntaba si siempre tendría esos encuentros con él, no es que le tuviera miedo o algo así, pero pensaba que era agotador hacer eso siempre, en momentos pensaba que incluso hablar o respirar lo era.

Estaba sorprendido de sus dos días anteriores, primero Soyeon y su sobre entusiasmo y después Hoseok y Taehyung con su sobre extra entusiasmo y para finalizar Jimin, tal vez su destino era estar solo, porque su grado de tolerancia era casi nulo.

- ¡Yoongi! – y ahí estaba una de las protagonista de sus pesadilla llenas de dulces, colores y sonrisas con un horrible vestido azul y listones negros, y esa inseparable sonrisa – ¿Estas solo? –

- No – contesto secamente mientras seguía comiendo tranquilamente – El cocinero no está cocinando, así que no hay cafés, panes, pasteles o lo que sea que hayas venido a comprar, vuelve otro día, otra semana u otro año o de ser posible en otra vida –

- Jajaja que gracioso – la chica de pronto ya se encontraba sentada, pero el simplemente no estaba bromeando – Mi jefe pregunto por ti –

- ¿En serio? – pregunto de pronto interesado – ¿Y le dijiste algo? –

- Por supuesto que nooo – la chica tomo de su malteada y el solo pudo alzar una ceja, pero la chica parecía totalmente desinteresada en su molestia – Pero seguirá preguntando, descuida no diré nada –

- ¿Segura? ¿Y si ello te cuesta el trabajo? – la cuestiono mientras tomaba de regreso su malteada pero la chica ya estaba tomando de su baguette –

- No lo creo Jongwoon es genial – ella seguía comiendo tranquilamente – Lo conozco hace unos años y sé que al principio insistirá y luego mas, pero si tenemos suerte lo olvidara –

- ¿Tenemos? –

- Pero en serio ¿No has pensado en vender las letras? Podrías obtener dinero de eso –

- No – para cuando Yoongi se dio cuenta la chica ya estaba comiendo su desayuno cómodamente –

- Pues – la chica puso las cosas desordenadamente sobre la barra para buscar una tarjeta y entregársela – Si tienes alguna canción que necesites vender, llámame y se la mostrare a Jongwoon, él tiene mucho talento y sabe apreciar el mismo –

Pero antes de que pudiera decir más, llegaron un par de clientes y el salió a atenderlos sin perder de vista a la chica que devoraba su desayuno y continuaba con su rosquilla, realmente no sabía de dónde había salido y porque le hablaba, sin embargo lo que había dicho era de pensarse ¿Vender una canción? Tenía muchas, podría comenzar vendiendo una y ver si con ello llegaba una oportunidad.

*

- ¡Soyeon! – el pelinegro caminaba hacia su oficina buscando a la pequeña chica, pero no había rastro de ella, miro su reloj para darse cuenta que solo eran las ocho treinta y cinco, sin embargo estaba ciento por ciento seguro que no llegaría a tiempo, sin embargo decidió buscar los papeles el mismo – Esta chica, esta chica –

Tú odio y el míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora