Capítulo 4: Encuentros desagradablemente agradables

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El día había sido agotador, los maestros parecían haberse ensañado con dejarles la mayor cantidad de trabajos y tareas como si con ello hubieran compensado la falta de las dos primeras clases, él incluso se había quedado una hora extra en el salón después de clases para avanzar un poco, de todos modos lo haría en casa, pero en casa prefería ser un vago.

Para cuando hubo terminado y se dirigía hacia su casa, la escuela lucia casi vacía a excepción de un par de chicos jugando en la cancha.

Y a lo lejos cerca de la puerta principal pudo distinguir a Jimin, estaba de pie recargado en la puerta, lucia totalmente despreocupado y parecía esperar a alguien , probablemente a su novio, así que camino sin importarle menos.

- ¿A dónde vas Yoongi? – pregunto cuando se encontraba a dos pasos antes de llegar a la puerta –

- A donde no te importa Jimin – contesto sin detenerse y pasándolo –

- ¿Así que siempre sueles huir? – soltó cuando él ya se encontraba fuera de la escuela, aquello simplemente lo freno –

- ¿Qué? –

- Que hemos cruzado palabras en dos ocasiones y en ambas sales corriendo, pero de lejos si me puedes hablar o mejor dicho si me puedes insultar, ¿La distancia te da valor?– hablo sin quitar su pose –

Pero Yoongi no tenía miedo, ni siquiera se había dado cuenta de que efectivamente las dos únicas veces que había cruzado palabra con él, él había salido primero, pero aquello tenía una respuesta clara, rápida y precisa, era práctico y odiaba discutir de manera tonta o sin ningún fin, en realidad odiaba discutir.

Dio media vuelta para regresar porque por supuesto que él no tenía miedo de enfrentarlo, de hecho inconscientemente Taehyung le había dado material, mucho.

- ¿Qué necesitas Jimin? – pregunto de forma sarcástica – ¿Salir a un baile? ¿Platicar? ¿Un amigo? –

- Vaya, parece que me conoces mejor de lo que creía – contesto el otro seriamente – ¿Has estado investigando sobre mí? –

- Ni siquiera necesite eso – Yoongi comenzaba a sonreír – Parece que eres bien conocido por aquí y ni siquiera me tuve que preguntar por qué – lo miro de arriba hacia abajo – Así que dime de una vez ¿Qué quieres? –

- En realidad nada – contesto el otro para después simplemente dar media vuelta y comenzar a caminar –

En realidad era cierto Jimin no quería ni necesitaba nada, simplemente por infantil que sonara quería ser él quien dejase con la palabra en la boca al otro, era solamente un capricho más que orgullosamente se daba.

Pero cualquier pensamiento quedo en su cabeza y las palabras quedaron atoradas en su garganta cuando sintió como Yoongi lo tomaba de la mano para después estamparlo contra la pared con muy poco cuidado.

- ¿Qué pasa Jimin? – susurro su nombre tan sutilmente que lejos de tener miedo el castaño comenzaba a excitarse – ¿Ya te vas? –

- Si – contesto lo más firme que pudo, la intensa mirada del otro lo estaba confundiendo – Dime Yoongi ¿Te gusta toquetearme? – pregunto mientras comenzaba a sonreír –

- Tal vez – pero para Yoongi no era más que una forma de molestarlo, aunque no parecía ser muy eficiente pues Jimin parecía más encantado que molesto –

- Aun así, suéltame –

- Vaya ¿Nuestro Jimin se siente intimidado? – de pronto sonrió mientras mostraba su mano frente al rostro del castaño que no entendió a que se debía aquello – Porque podría incluso intimidarte más –

Tú odio y el míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora