Capítulo 11: Sorpresivas coincidencias

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Podía verlo a lo lejos, mientras caminaba al lado de su hermano que le sacaba por lo menos diez centímetros más, no es que le importara o preocupara, de hecho la situación de la pasada noche era tema cerrado, solo le parecía un poco curioso el tema, Jimin parecía un chico feliz, sonriendo como puta barata a todo el mundo, pero en realidad tenía más problemas de los que la gente que lo miraba con envidia creía.

- Solo es un niño estúpido – murmuro –

Nunca entendería del todo porque no enfrentaba sus problemas, él lo había hecho, aun siendo más joven, corriendo más riesgos, teniendo mucho más que perder, el ser menor no lo había detenido a obtener lo que verdaderamente quería.

¿Quién era capaz de querer a alguien que no era capaz de luchar ni por sus propios sueños?

- Incluso Hoseok que tiene más en contra resulto mas decidido – murmuro mientras caminaba hacia su aula –

Se odiaba por sentirse ligeramente preocupado por su amigo, pero era algo que a estas alturas no podía evitar.

- Yoongi –

Se giro de inmediato, pero el sonriente Jimin no estaba, y la seriedad que emanaba tampoco era algo que hubiera visto antes.

- ¿Qué quieres? – pregunto sin una pisca de amabilidad –

- Oh, ¿Dónde quedo la amabilidad? – pregunto Jimin en tono juguetón, el Jimin serio se había ido por completo –

Jimin miraba sus uñas de forma vanidosa, como si no le prestara atención, lo cual era imposible, porque para desgracia del rubio lo comenzaba a conocer más, sus pequeñas acciones, sus gestos, sus labios.

- Quiero ver a Hoseok – hablo – No te vine a pedir permiso, solo te aviso, para que no gruñas como siempre –

Y por donde lo viera para Yoongi no tenía sentido que Jimin fuera a avisarle que iría a ver a su amigo, fácilmente podía ir sin que él se diera cuanto, así que desconfió un poco de la situación.

Él y Jimin no eran amigos, simplemente conocidos por desgracia de la vida.

- Bien, me voy –

Cuando salió del salón, tomo sus cosas y camino detrás de él, poco importándole si el castaño se daba o no cuenta, cuando llegaron a la puerta de la escuela un auto esperaba a Jimin y él no dudo en abrir la puerta pero antes de subirse se giro, el rubio se encontraba en la puerta con el ceño fruncido.

- ¿Me sigues? ¿Quieres venir conmigo? – pregunto con una risita que le dio un mal sabor de boca –

- No –

- Yoongi –

De pronto un hombre salió de la nada y le propino un golpe que lo hizo caer al piso, y todo comenzó a verse oscuro.

♫ ♪ ♫

Cuando despertó sentía que la cabeza le palpitaba y que todo le daba vueltas, se sentía mareado y no abrió los ojos hasta que recordó el porqué se sentía así.

Se levanto de golpe pero ni siquiera se pudo sentar cuando rápidamente cayó de nuevo en la blanda cama, sus pies estaban totalmente inmovilizados, atados con algo que no alcanzaba a distinguir pero que le hacía sentir un fuerte agarre, su mano derecha estaba también inmovilizada y entonces simplemente quería reír ¡Debía ser una broma!

- Hola Yoongi~ – el tono dulce en el que lo llamaron lo hizo sentir aun mas furioso –

- ¡¿Qué mierdas?! – grito molesto por la forma en que se encontraba – ¿Que jodidos quieres Jimin? – pregunto más calmado, no quería darle el gusto de verlo molesto aunque por dentro estuviera hirviendo de rabia –

Tú odio y el míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora