Capítulo 6: Sorpresivas visitas

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Ese día definitivamente no quería levantarse, increíblemente y sin poder creérselo se sentía completamente jodido, tal vez era que estaba cansado psicológicamente, en unos cuantos días el había tenido más emociones y encuentros que en cuatro años de su vida.

La noche anterior se había quedado verificando algunas de las canciones que podría mostrarle a Soyeon para venderlas, para intentar acercarse al mundo de la música, quería darse a conocer poco a poco.

- Al menos una o dos canciones – murmuro tranquilamente mientras veía hacia el techo – Conseguiría dinero y podría comenzar a darme a conocer –

Tomo las hojas que tenia listas para mostrar, incluso anoche estuvo escribiendo una nueva canción para liberar tensión después del encuentro con el castaño.

No quería culpar a Taehyung por decirle todo aquello puesto parecía ser parte de su personalidad, y eso sería algo de lo que nunca intentaría cambiar en un amigo.

- Mierda, ya pensé en él como un amigo –

Se alisto rápidamente para dirigirse hacia la cafetería, ese día no tendría clases por la tarde y había quedado de doblar turno para que Ryeowook pudiera salir a visitar a su madre, él ni siquiera pensaba en esa posibilidad, regresar a su pueblo a ver a su madre sería como dar dos pasos atrás y si no le dolió años atrás a ese tiempo se había vuelto prácticamente insensible en cuanto al tema, por otra parte su hermano era punto y aparte, debía seguir buscándolo al menos para asegurarse que estuviera bien y si podía ayudarlo en algo.

- Tal vez ya se caso y ahora soy tío – murmuro con una mueca de asco, no se imaginaba a si mismo visitando a Jongwoon en una casita de chocolate rodeado de niños y una esposa sonriente – Aunque si eso lo hace feliz –

Se alisto tranquilamente porque acelerarse le daba pereza, cuando llego se topo con Shindong que estaba abriendo el local, mientras el mayor se preparaba en la cocina el alistaba las mesas y se colocaba su uniforme, poco antes de las ocho estaban listos y abriendo la cafetería para recibir a los primeros clientes.

- ¡Yoongi! –

- Ay no –

- ¡Yoongi! ¡Holaaaa! – Soyeon entro saludando y colocándose en la barra –

- ¿Por qué siempre llegas saludando como si no me hubieras visto en años? Recién nos vimos ayer y antes de ayer –

- Me da gusto verte, es solo eso –

- ¿Qué quieres? –

- Quiero una malteada y una rebanada de pay de limón y para llevar un sándwich de pollo con verduras y un jugo de naranja –soltó mientras comenzaba a sacar sus cosas –

Y aunque lo último le pareció extraño no pregunto, porque eso sería incitarla a hablar más y él no quería eso, no al menos tratándose de Soyeon.

Ese día llevaba consigo las letras de las canciones, pero no estaba seguro si quería iniciar el tema o esperaría a que Soyeon lo sacara a la luz.

- Oye Yoongi – la chica lucia un poco más seria – Se que has dicho que no, pero quiero que conozcas a Jongwoon para que puedas hablar de tus letras, es decir lo he estado pensando y tal vez la razón por la que no quieres venderlas es porque ni siquiera me conoces bien y no sabes la clase de persona que es el presidente Kim, se que ambos somos los mejores y Jongwoon es genial es un poco serio pero es realmente bueno, así que es comprensible que no quieras soltar tu trabajo así como así, por ello he pensando que tal vez deberías conocerlo –

Tú odio y el míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora