El mes de octubre resbaló y se fué más rápido de lo que muchos habían imaginado. Estando hoy en la primera semana de noviembre, Saúl, Sonia, Anubis y Zarún se encuentran dentro de una pequeña cafetería pasando el rato platicando y poniéndose al día de las cosas que habían pasado. En especial de la pequeña fiesta de Halloween a la que habían asistido hace poco a la casa de la hermana mayor de Sonia...
— ¡Pero si te veías hermoso de conejo! — Dice Sonia con una voz dulce dirigiendo su vista hacia Zarún.
— ¡No me fui de conejo, me fui de liebre! — Contesta un poco molesto el castaño.
— ¿Y cuál es la diferencia? — Pregunta Anubis con una sonrisa de oreja a oreja.
— Las liebres tienen unas orejotas grandes, — Empieza a explicar el ojos miel al hacer varios movimientos con sus manos. — son de mayor tamaño que los conejos y tienen cola más larga. Los conejos tienen cola chiquita, como una bola de algodón.
— Pero tú tenías puesta una cola así... — Dice Saúl al darle un pequeño trago a su capuccino.
— ¡Ah, tú cállate "Gatúbelo"! Que te tuvimos que sacar a rastras del lugar por lo ebrio que estabas...
Sonia y Anubis soltaron a reír de inmediato, no sólo por recordar el cómo fue que tuvieron que sacarlo y subirlo a un taxi para llevarlo a su casa, sino que también rieron por el apodo de "Gatúbelo" que, seguro, sería un pequeño nickname extra para él de ahora en adelante.
— Hijo de puta... — Comienza el ojos negros hacia el castaño. — ¡No te atrevas a llamarme así!
— Creo que ya lo hizo... Gatúbelo. — Sonia lo mira con una sonrisa pícara y burlona mientras que Saúl la mira con cierto desprecio.
— Okay, okay, ya no te llamaremos así. — Habla Anubis después de reírse un poco. — Ahora tenemos que ver el asunto por el que vinimos desde el principio. Sonia... — Voltea a ver a la morena.
— ¡Ah, cierto! — Reacciona Sonia de inmediato. — Les quería preguntar que si querían hacer algo en navidad. No sé, una reunión en la casa de alguien, lo que quieran.
— Lo siento, pero yo pasaré por hoy. — Responde Zarún. — Me iré a España con mi hermana el dieciocho de Diciembre para pasar las fiestas con mis padres...
— ¿De verdad? — Pregunta Anubis algo sorprendido, a lo que el castaño le asiente con la cabeza. — Oh... ¿y cuándo regresarás?
— El primero de Enero a la primera hora de la mañana tomaremos el avión, — Responde el ojos miel. — eso si nada sale fuera de planes...
— Entonces, ¿qué tal si hacemos una reunión de los cuatro el dos de enero?
— Mm... no suena mal. — Dice Saúl al recargarse más en su asiento y cruzar sus brazos.
— Pero el dos yo trabajaré. — Habla Zarún. — No puedo faltar así porque sí, mi jefe también se irá de vacaciones, pero regresará el primero y el día dos toca trabajar. Se cabreará si no me presento.
— Es cierto... — Continúa el moreno. — ¿Y que tal si hacemos una acampada en la playa el primero? — Propone Anubis. — Llegas de tu vuelo, descansas un poco y a las siete nos vemos en el malecón. Ahí vemos dónde acampamos.
— Pero entro a trabajar a las ocho de la mañana... — Replica el castaño.
— No importa, — Responde Sonia. — nos levantamos temprano.
— Incluso si nos levantamos temprano, mi casa queda lejos de aquí... — Dice Zarún. — Llegaré tarde al trabajo.
— Puedes llevar ropa extra y cuando nos vayamos te puedes ir a duchar a mi casa, tu trabajo queda a pocos minutos de ahí... — Le propone nuevamente Anubis al castaño. Zarún voltea de inmediato a verle y no puede evitar el que sus mejillas se tornen ligeramente rosadas.
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Edén
Teen FictionLa amistad entre dos jóvenes que es tan bella como una flor, es pronto cortada de raíz por una serie de acontecimientos que les hará recorrer caminos distintos. Al encontrase de nuevo luego de largos años, Anubis intenta hacer surgir de nuevo la chi...