Capítulo 11:

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Ethan:

Llevo a Lia hacia mi cuarto, quiero privacidad para hablar de lo que quiero con ella. Cierro la puerta y me recuesto en mi cama mientras que mi chica se queda parada justo en donde la deje.

-Bien, preciosa. Empezemos con las reglas...- Comienzo y la hermosa cara de Lia se torna blanca y confusa.

-¿Reglas? ¿que reglas?- Me pregunta acercandose un poco, solo un poco.

-Para poder comprendernos bien, necesitamos orden. Y para lograr ese orden, necesitamos reglas, pequeña.- Respondo poniendo un brazo detras de mi cabeza, de modo de almohada.

-Y ¿Cuales serian esas reglas?- Se muerde el labio inferior nerviosa. A mí me gustaria mucho morder ese labio tambien.

-Solo las más básicas, no soy exigente: La primera regla es que debes estár aquí en mi habitación esperandome cuando llegue cada noche- Eso va a ser fantástico. Luego de hacer los trabajos sucios, venir a mi casa y ser atendido por mi chica, mi mujer hermosa. Como todo hombre debe. -la segunda es que me avisaras en donde estás cuando no estés aquí- Esto creo que solo es por mi mania de ser controlador, eso y que no quiero enterarme de que halla hombres acechandola cuando no estoy ahi. -tienes prohibido ir a bailar sola a los clubes y la más importante es que no saldrás con nadie, serás mia y solo mía de ahora en adelante.

El rostro de Lia ahora se ruboriza y es muy encantador. Pero es necesario aclarar los tantos de como quiero que sean las cosas.

-Pero tu ¿Que serás? no entiendo tu papel en todo este asunto. Me prohibes cosas y me exiges cosas que ningun patrón deberia.

-No entiendes, nena. Tu contrato como ayudanta, es tu contrato de ayudanta y ya está firmado. En ese contrato yo soy tu patrón. Pero esto no tiene qur ver con ese contrato, este es como un bonus, tu cumples mis normas y yo te recompenso- Me levanto de la cama y me planto frente a ella, que instintivamente da un paso atras pero choca contra el borde de la cama. La tengo. -Y no creo que sea necesario expliarte de qué manera te recompensaré.

Asiente nerviosamene con la cabeza y traga saliva Estando cerca puedo oler su fragancia a lavanda. Esta mujer me tiene loco, su manera de moverse tán fragil y femenina, su voz melodiosa, su pelo chocolate y ¡dios! ese cuerpo. Ni siquiera la he tocado y ya la tengo dura.

-¿Estás de acuerdo, cariño?- Pregunto y vuelve a asentir con la cabeza. -Bien ahora nos toca solo sellar el acuerdo y se me ocurre una forma más entretenida de hacerlo en vez de una simple firma- Digo mientras doy otro paso hacia adelante, provocando que ella caiga sentada hacia la cama.

El edredón de seda negro cienta de maravilla contra su piel olivasea y sus carnosos labios resaltán más rojos que nunca. Me acerco hacia la cama y me tumbo sobre ella, devorandomela con la boca y colocando mis brazos a ambos lados de su cabecita. Bajo una mano, trazando una linea de su cuello hacia sus pechos tan perfectos y generosos. Ante mi tacto ella se pone tensa. Continuo mis caricias hasta que se relaja un poco, y entonces añado un movimiento de mis caderas para que mi dura erección se clave en el centro de su feminidad.

-Ah- Gime -otra vez- Me pide empujando con sus manos mis caderas para repetir el movimiento. Le concedo a mi chica lo que quiere y le beso el recorrido desde la comisura de su boca hasta el punto sensible detrás de su oreja. Vuelve a gemir.

-Adoro oirte gemir, Lia. Es melodioso- Le digo -Gime para mí- Y me complace dandome lo que necesito. Me aparto un poco de ella para quitarme la camisa y desabrocharme el cinturón. Me quito los pantalones y la observo mirandome entero, en especial a la bestia que lucha para liberarse de mis boxers.

-Eres muy hermoso- Dice mi Lia pasando la lengua por su labio inferior.

-Y tu eres muy sexi, y preciosa, y toda mía- Le ronrroneo suavemente -Pero no es justo que yo este aquí semidesnudo y tú completamente vestida, escondiendo esa obra de arte escultural que tienes como cuerpo, Hay que solucionarlo.

Me siento en la cama y tomo el brazo de Lia para hacerla pararse adelante mio le doy la vuelta y bajo lentamente la cremallera de su vestido. Tiene una espalda definida, delicada, suave, sencillamente perfecta. El vestido cae al suelo y mi chica se queda solo con las braguitas y los tacos puestos.

-Me encanta que no te hallas puesto sostén- Digo, amasando uno de sus redondos y firmes pechos. -Tienes unas tetas perfectas, las más hermosas que he visto.

Se tensa por mi ultimo comentario y yo me maldigo por haberlo provocado.

-Si has estado con muchas mujeres ¿verdad?- Susurra con tono decepcionado. Paso mis manos por sus antebrazos y la acerco más a mí. Nunca parzco tenerla suficientemnte cerca.

-Ninguna por la que me halla interesado, enserio- La tranquilizo. -¿Y tu has salido con muchos hombres?- Y al segundo en que pregunto eso me arrepiento. No sé porque pero de imaginarme el cuerpo de Lia siendo tocado y acariciado por otro hombre, es una tortura.

-Eh... en realidad yo...- Dice con nerviosismo. No será que...

-¿Eras virgen?- pregunto sorprendido. No puede ser que una mujer de veinti-pocos años, siendo tán guapa y dulce como ella aun sea virgen. Que ningun hombre se haya atrevido a intentarlo, siquiera... Aunque pensandolo bien me gusta esa idea.

-No. Lo que quiero decir es que solo he estado con un solo hombre y una sola vez- Condenado bastardo. -Fu-fue...- Su voz comienza a quebrarse y su piel palidece. ¿Qué demonios sucedió aquí? -Fue con el tio de una amiga que tenia . Salimos durate dos semanas, me dijo que me queria y le creí- Una solitaria lágrima recorre su aceitunada majilla -Creí quererlo también y se lo dije, pero él queria que se lo de-demostrara con hechos.

Oh, dios. La intuicion por lo que pasó comienza a hacer que mis dientes se aprieten y mi visión sea borrosa por la ira.

-Fue mi culpa también, creo- Continúa la historia con la mirada perdida -Acepté quedar con él para tener sexo pero no en el último momento me arrepentí, no me sentí preparada. A él no le importó- Esa solitaria lágrima se ve reemplazada por un ancho sensero humedo que bañan sus mejillas con pena y vergüenza -Hi-hizo lo que quizo hacer conmigo, m-me forzó aunque le dije que no, le dije que parara, que dolía- Mis puños se aprietan agresivamente -Y luego de eso solo se largó. Dijo que estar con una virgen no habia sido tan bueno como él pesaba y me reprochó que yo llorara y que no haya querido chu...- Duda y se ruboriza -Ya tú me entiendes. Luego de eso me dejó y no volvimos a hablarnos. Cuando me lo crusé despues de eso, me ignoró y fingió que no me conocia. Esa fue la peor noche de mi vida y lo más triste es que la voy a recordar para el resto de mi vida.

Todas aquellas lágrimas de dolor bañan por completo la longitud de toda su mejilla hasta su mandibula. Me hierve la sangre. ¡Maldita rata ponsoñosa! ¿Como puede uno hacerle eso a una mujer y hacerse llamar hombre?. Si algun dia me llego a cruzar con ese desecho de la vida, haré un puré con sus dientes, se lo haré comer a cucharadas y luego lo mataré. Al fin que hacerlo no es nada nuevo para mí...

No respondo a su confesión. Me arrodillo ante ella, le beso el vientre, le bajo las bragas y le saco los tacones. Me saco el boxer y la tumbo en la cama, posandome sobre ella.

-Ese imbécil no merece ni una de estas lágrimas- Digo secando con el dorso de mi mano, su mejilla empapada de dolor. -Nadie nunca te hará daño ¿entiendes?, de eso me encargaré yo personalmente. Y puedes estar segura que yo tampoco lo haré, jamás lo haría.

Cuando me clava fijamente sus ojos grises, tristes y humedos contra mis ojos furiosos, me desvanezco. Le beso la sien y bajo la mano hacia su entrepierna. Humeda, muy humeda y lista para recibirme. Seguro que el tarado que al usó no se percató de eso. Estoy seguro que ni siquiera se fijó en lo verdaderamente preciosa y delicada que ella es y saber que ignoró el disfrute de Lia en su primera vez me pone rabioso.

Empujo mis caderas despacio hacia adelante y mi Lia gime. La penetro una y otra y otra y otra vez a un ritmo tortuoso para hacerla olvidar. Quiero que se sienta segura, quiero que se sienta comoda, feliz y hermosa quiero que se sienta mía. Ella necesita esto, yo necesito esto. La necesito...

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En el siguiente capitulo... El oficio de Sam, Marcus, Tom y Ethan comienza a dejar ver cosas verdaderamente aterradoras...¿De que se tratará?

Y recuerda mi lema: Mientras haya un lector esperando, la história sigue. ¡Gracias por leer!...

Siéntete MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora