Me detengo frente a los casilleros a respirar, mis pulmones parecen pegados y mis respiraciones no afectan mi cuerpo, necesito aire.
Me sostengo de la puerta de uno de los casilleros buscando una manera de que a mi cuerpo vuelva a entrarle aire.
Corrí como dos kilómetros seguidos, estaba raspándome las manos intentando hacer uno de los vestidos que me pidió Madame O'Brien y para cuando me dic cuenta tenía que haberme ido de ahí hacia una hora, entonces vine corriendo al colegio.
Sé que tal vez el colegio no sea lo más importante para mi ahora, pero no voy a dejar de estudiar, no quiero hacerlo quiero convertirme en alguien con un trabajo formal, aunque sea tener un trabajo de recepcionista pero eso sería mejor que correr de un lado a otro por una miseria de dinero.
― ¡Hey!―me llama Martin y alzo la cabeza, aparte de que peino su cabello rojo fuego también vino bien vestido. ¿Para qué se habrá arreglado tanto?―Te dije que no te agitaras tanto, te vas a poner mal ya que ni siquiera desayunaste.
Lamo mi labio, había olvidado el desayuno por completo.
―Estoy bien.―le restó importancia.―Solo quería correr para despejarme un poco.
Me sonríe, lo repito somos completamente diferentes pero así nos entendemos, él se relaja durmiendo y yo me relajo haciendo deportes.
―Bueno.―dice no muy convencido.― ¿Qué tienes primero? ―mira su reloj y yo de reojo también lo veo, quedan dos minutos antes de que suene el timbre.―Ya casi tenemos que ir a clase.
Comienzo a caminar hacia el casillero y hago que me siga, pero al pasar a su lado me llega el olor de colonia proveniente de mi mellizo.
Frunzo el ceño ¿A quién piensa conquistar? ¿Y porque no me ha dicho que está enamorado? Mal hermano.
―Mmm... Historia.―digo recordándome de mi horario.― ¿Dejaste a Amy en la escuela?
Asiente.
―Sí, aunque me costó levantarle, si no hubiera llegado Leo a ayudarme no la hubiera levantado.―asiento desinteresadamente mientras busco mi libro de historia, Leonardo hace que pierda el interés.―Tuvimos que botar su cama y luego tirarme un vaso de agua a mí ya que me dormí sobre las sabanas en el suelo.―me rio junto con él, ¿Por qué no me sorprende?―Oye ¿No necesitas libros para historia?
¿Dónde están mis libros? Cierro mis ojos para concentrarme.
A ver, yo me lleve los libros ayer para estudiar, los deje en el cajón del buro y me dormí, luego en la mañana... ¡Los deje en casa!
Abro los ojos y cierro la puerta del casillero de un golpazo, carajo los deje en el buro.
― ¡Diablos! Los olvide en casa.
Martin me muestra una sonrisa pícara y luego de su bolso, saca mis libros de historia y matemáticas.
―Tienes suerte de tener un mellizo que sabe lo olvidadiza que eres.
Le doy una mirada agradecida mientras recojo mis libros y los meto en mi bolso.
Caminamos por el pasillo mientras esperamos a que suene el timbre, tal vez sería más normal que yo anduviera con mis amigos y él con los suyos, pero a veces nos gusta pasar más tiempo juntos. Entre el trabajo, las tareas y el colegio apenas tenemos tiempo para ser mellizos y pelear.
― ¿Y porque vienes tan arreglado?―suelta una sonrisa traviesa.―Porque, mi mellizo no me ha dicho que está enamorado y si lo está y no me lo ha dicho, su melliza podría enfadarse un poco...
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La marca.
FantasyUna marca te define; Define que eres, como eres y a que perteneces. Las marcas nacen de lo mas profundo de tu alma y marcan tu piel, llenándote de diversos poderes. La pregunta es ¿Que eres en realidad? ¿Corriente? ¿Mistico? Para los que saben quien...