La marca.

4: Tres marcas activas.

Salgo por la parte trasera del colegio. Solo unos pasos más y podre correr tan lejos de aquí a como den mis piernas. 

Mis ojos arden, están rojos e hinchados pero con el maquillaje que robe del casillero de Dianora pude lograr que no se note casi nada. Estoy comenzando a pensar que el maquillaje si funciona, tal vez debería ahorrar para poder comprarme algo de maquillaje...

― ¡Miren!―grita Rogelio, un compañero de clase, cuando paso a su lado.― ¡Ahí va la bruja!

Me mantengo firme, con la cabeza centrada en mi objetivo; los portones.

― ¿Qué haces caminando brujita?―pregunta Gianna caminando al lado mío.― ¿Guardas tu escoba en el cuarto del conserje? ¿Por qué no la sacas? Morimos por verte volar.―agarra un poco de tierra seca del suelo y la sopla justo en mi cara.―Así queremos verte, sucia y asquerosa como la bruja que eres.

No respondo, solo me quito la tierra de mis ojos con el antebrazo y sigo mi camino.

―Si, mejor no abras la boca.―sigue molestándome un amigo de Toni, creo que se llamaba Carlo pero no estoy segura.―Pueden salirte arañas y murciélagos de ella.

―No me tientes a hacerlo.―hablo entre dientes.

De reojo, veo como una chica de cabello miel y otra chica de cabello rojo del equipo de porristas se acercan a mí. Sin quitar la mirada de mi objetivo intento descifrar quienes son, aunque no tardo mucho ya que solo hay tres chicas en todo el colegio que llenan de pedrería todo lo que tiene y como ninguna de las dos tiene el cabello negro puedo distinguir fácilmente quienes son.

Chiara y Graziella.

Ambas llevan puestos sus uniformes de porristas, pero tengo que admitir que Graziella lo luce mejor que Chiara, aunque a ninguna de las dos le luce tanto como a Nicoletta, la bella chica de cabello negro azabache que es capitana del equipo de porristas.

¡Woah! Llevo meses alejada de los populares pero todavía recuerdo la mayoría de los nombres de todos ellos.

Se acercan a mí, Chiara se coloca a mi lado derecho y Graziella a mi lado izquierdo. No sé por qué pero al tenerlas así me siento apresada.

―Chi.―llama la pelirroja a Chiara con su tono de niña buena.― Creo que finalmente descubrieron a la bruja del colegio.

Chiara, la del cabello miel, comienza a reír moderadamente.

Aunque odie a Chiara, admito que su voz es muy dulce y fina.

―Concuerdo Gra.―no podría sentirme más incómoda en este momento, están hablando entre ellas y me ponen en medio de las dos.―No puedo creer que esta haya sido una popular.

Estuve a punto de responderles pero preferí morderme la lengua, no quiero que me vuelvan a tirar papeles en llamas.

¡Me hicieron una quemadura en el brazo!

―Si, Toni tuvo que soportarla mucho tiempo.―suelta una risita.―Que suerte que finalmente hayan terminado.

"Que no te importe Heather, que no te importe."Pienso.

―Mira su rostro, es tan extraña y fea que era obvio que era una bruja.―dice Graziella señalando mi rostro.―Labios torcidos, nariz pequeña, cabello de fuego...―la interrumpe Chiara.

― ¡Y mira esos ojos!―Trago saliva.―Son tan raros como ella ¿O acaso es normal que sean purpuras?

¿Cuánto falta para salir de este infierno?

Se supone que normalmente son solo cuarenta pasos pero hoy siento que he dado unos mil y todavía me falta mucho para salir.

―Cuidado, no la veas a los ojos.―Chilla Graziella fuertemente para que todos en el colegio oiga.―Puede ser la reencarnación de Medusa. Los convertirá en piedra si la ven a los ojos.