Cap 3: "La Partida"

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Esa misma tarde los jovenes caballeros partierón hacia distintas partes del mundo, pero como siempre Ikki no mencionó su lugar de destino

Shiryu por su parte fué a Cinco Picos para encontrarse con Sunrei mientras que Shun decidió no abandonar el santuario aún

Hyoga estaba decidido en ir a Siberia aunque sabía perfectamente que nada ni nadie lo esperaba ahí

—¿Y si te quedas? —insistió una vez más Shun, tratando de convencer a su mejor amigo

—No lo creo —afirmó con certeza—. No tengo nada que hacer aqui, será mejor que tomemos los caminos de Shryiu y tu hermano e irnos de una vez

—Pero...¿volveremos a vernos, verdad Hyoga? —cuestionó Shun esperanzado

—Eso es seguro —Hyoga sonrió seguro de si mismo y luego de despedirse partió a la tierra de los hielos

En ese momento dos personas también estaban empacando para salir de Grecia

Una era Saori Kiddo y otra era Seika, quien deseaba huir de todo y de todos

Un par de horas más tarde Marin regresó a la residencia donde Seika se había hospedado y al no encontrar a nadie salió en su búsqueda

Rogó a los dioses por encontrarla porque sino lo hacía, ella no se perdonaría jámas. Ahora que Seiya no estaba era su deber proteger a la persona que él siempre atesoró en su corazón

Recorrió todo el pueblo preguntando por la joven, pero nadie supo responderle a excepción de una señora del pueblo

—Si señorita, la niña llevaba una bolsa como si fuera a salir de viaje —declaró la señora algo confundida—. ¿Que esta pasando señorita caballero? ¿Sucede algo malo?

A través de la máscara Marin pudo detectar la preocupación de la señora, más no supo que decirle. No era momento para contar la trágica vida de Seika ni tampoco estaba en poder de hacerlo

—Solo dígame, ¿por donde se fue?

—Se fué por ahí —señaló en dirección del coliseo—.Y ahora que recuerdo fué detrás de otra joven de cabello morado

¿Cabello morado? ¿Se refería a Athena? ¿Por qué Seika seguiría la diosa?

Marin salió del pueblo rumbo al santuario, debía averiguar sí realmente Seika había seguido a Saori

En su camino a la entrada de las doce casas encontró a Shun de Andrómeda quien también se preparaba para partir

—¿Cúal es la prisa, Marin? —cuestionó sorprendido tomando a la peliroja por los hombros

—Debo hablar con Athena —contestó Marin safándose del agarre de Shun—. Déjame pasar

—Lo haré, pero debes saber algo —al no escuchar ningúna queja de Marin, él peliverde continuo hablando—. Saori salió de viaje y ordeno que nadie entre a las doce casas

—¿Por qué dijo eso? —Marin se veía pérdida

—No lo dijo, supongo que sin el aura de su cosmos las doce casas están desprotegidas y podría ser peligroso entrar

—Gracias por la advertencia —admitió Marin, pero recordó la razón por la que quería cruzar el santuario y volvió a su próposito original—. Tu que conoces a Saori, dime una cosa, ¿a donde fué?

Shun se quedó mudo por varios segundos. El tenía sus sospechas, pero por el bien de todos decidió quedarse callado

—A decir verdad, no tengo idea —se lamento bajando la mirada—. Seguro tiene algo que ver con lo que habló esta mañana

Marin también había asistido a la reunión de Athena asi que sabía a que se refería

—Pero...¿por que quieres saber a donde fué? —cuestionó Shun al darse cuenta de la prisa y curiosidad evidente de Marin

La peliroja por segunda vez no tenía tiempo para contestar, no debía perder más tiempo. Sí Shun no tenía la respuesta, debía encontrarla en otra parte

Al mismo tiempo en las afueras del Santuario, la señorita Saori Kiddo había detectado que alguien la seguía, más no se preocupó pues sabía que no se trataba de alguien peligroso, sino todo lo contrario

—No esta bien espiar a alguien Seika, no tienes que esconderte —dijo Saori con dulzura

Eso confundió a Seika quien estaba segura de no dió motivos a la diosa para que se diese cuenta de su presencia

Salió por detrás del arbusto y se quito la capucha que cubría su rostro

—Le ruego me disculpe Athena —logró decir en un murmullo y con la cabeza baja—. Es solo que a su lado me siento protegida

Esas palabras conmovierón a Saori, no había duda que tenía la misma fé que su hermano en ella

Sin embargo, a donde se dirijía ella, Seika no podía acompañarla

—Tienes que volver al pueblo, Seika —dijo Saori—. El lugar a donde voy es peligroso, no puedes venir

Seika se puso triste, la única persona que podía rescatarla se negaba a hacerlo y la idea de volver solo significaría ser una carga para Marin

—Es solo que...—se arrepintió de lo que iba a decir por lo que dió vuelta con la cabeza baja

Saori en cierta forma también se sintió responsable del destino de Seika asi que se le ocurrió una idea

—Seika...—llamó y la susodicha volteó a verla—. ¿No te gustaría volver a Japón?

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Gracias por sus votos y comentarios:'D no pude resistirme a subir nuevo cap:') espero les guste y sigan acompañandome en esta aventura:)

Dejen su huella en forma de ★ y comentario para asi saber a quien dedicar caps al final de la historia:)

Hasta la próxima!

Saint Seiya: El Cosmos despiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora