*Narra Laila*
—¡Pero que noche!— exclamó Lena.
Elena y yo habíamos pasado toda la noche de fiesta a pesar de que hoy era nuestro primer día de clases, lo cual no haría nadie con un poco de sentido común.
Pero claro, nosotras éramos todo, menos chicas normales; Lena es un Ángel caído y yo soy nada menos que un demonio.
—Ay pobre Ángelito.— dije mientras me daba un último vistazo en el espejo. Mi cabello negro hacía resaltar mis ojos verde esmeralda.
—Quizá no sea un demonio como tú, pero ya no soy un Ángelito.— se defendió.
—Ángel caído, pero Ángel.— dije para molestarla.
—Mejor callate demonia, es hora de irnos.
Me puse mi chaqueta de cuero y me subí a mi todoterreno negro con Lena en el asiento del copiloto.
Manejé hasta la escuela pasándome un par de altos, al entrar todo el mundo se nos quedó viendo.
No era que me sorprendiera, por dónde fuéramos causábamos ese efecto, éramos malas, pero innegablemente hermosas. Lena con sus ojos color avellana y su cabellera pelirroja y yo con mis ojos verdes y mi cabello negro.
—Amo cuando pasa esto.— susurró Lena.
Después de unos segundos todos volvieron a sus asuntos, excepto un chico rubio de ojos azules, parecía ser un auténtico Ángel, agh.
*Narra Christopher*
Estaba acomodando mis cosas en mi casillero, de repente se hizo un silencio...entonces la ví, con su larga melena negra, sus ojos verdes... parecía un Ángel. Pero no podía serlo, aparte de que no vestía como uno, sabía que si lo fuera tendría que haberla visto en el cielo antes.
Al parecer ella también se me había quedado viendo un momento, pero apartó la mirada con una mueca de ¿desprecio?
*Narra Laila*
Agh los Ángeles, no tengo nada contra los Ángeles caídos, mi mejor amiga es una, pero los Ángeles en sí...no me agradan para nada.
Claro que tampoco doy por sentado que ese chico sea un Ángel, pero de no serlo debía ser un tipo sumamente bueno.
—¿Tan rápido elegiste una víctima?— preguntó Lena sorprendida.
—¿De qué hablas?— pregunté confundida.
—El chico rubio, ¿piensas seducirlo o simplemente lo llevarás por el mal camino?
Ese era mi trabajo en la tierra, justo ahora podría estar cómodamente en el infierno, junto a mi padre literalmente. Pero no, estoy en la tierra por una razón; llevar a los mundanos por el mal camino, hacer que se condenen ellos mismos.
—No pienso hacerlo mi víctima.
—¿Y eso?— preguntó extrañada.
—Demasiado "ángelical" para mi gusto.— finalicé.
*Narra Christopher*
Resulta que ella está en mi salón, se llama Laila Blackwell.
Su apellido le va bien, no parece ser un chica muy buena, pero no puedo negar que hay algo en ella que me atrae.Mi padre jamás me dejaría relacionarme de ese modo con una mundana, menos si es como Laila, pero si logro hacerla buena... ese es mi trabajo en la tierra. Sé que hay demonios entre los humanos, su intención es llevar a la gente a la perdición, y por eso estoy aquí, junto con muchos Ángeles más, para evitar que los demonios se salgan con la suya.
*Narra Laila*
Estaba analizando a las personas intentando elegir una víctima, cuando ví al chico del pasillo, no sé su nombre, ni me interesa, se parece tanto a un Ángel que me desagrada.
Seguí en busca de una víctima y reparé en una chica castaña con mechas rojas, su aspecto me hacía pensar que no sería difícil llevarla a la perdición, listo, ya tenía mi primera víctima.
Cuando la clase terminó fuí tras ella con la intención de invitarla a fumar o algo por el estilo, hasta que el mismo chico de la mañana chocó conmigo.
—¡Fíjate!— dije molesta.
—Lo lamento, Laila.— dijo con una leve sonrisa después de decir mi nombre.
—Si, si, quitate.— dije apartándolo para seguir a la chica, pero la había perdido de vista.
Caminé un buen rato por la escuela buscándola, pero no la encontré, así que decidí ir a comer algo.
—Mi nombre es Christopher Lovelace.— dijo el chico sentándose frente a mi.
¿Acaso no se cansa?
—¿Te pregunté tu nombre?, supongo que no, largo.— dije fastidiada.
—Wow, que carácter tan...— comenzó a decir.
—¿Tan malo?, en efecto.— completé.
—Iba a decir genial.— repuso.
—Awww eso me suena al principio de una cursi y asquerosa historia de amor, pero no funciona conmigo.— dije en tono frívolo yéndome del lugar.
No me culpen por ser así, soy hija del diablo, un demonio, evidentemente no tengo sentimientos. Al menos no de los buenos.
Holaaaaa, quiero dejar claro desde el primer capítulo que no tienen que imaginarse a los personajes como en la imagen, sólo son para que se den una idea. Les agradecería mucho sus votos ❤
-Lia.
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Seduciendo a un Ángel.
Teen FictionLaila no es una chica normal, detrás de ese hermoso rostro angelical se esconde un demonio, y no en sentido literal, es la consentida del mismísimo diablo. Por otro lado está Christopher, es lo más cercano a la perfección, el Ángel más hermoso y el...