Brillo especial [Hetalia Idol AU]

◇ El inicio del resplandor ◇

Hace muchos años en el pasado, el entretenimiento surgió en la tierra, primero para alabar a los dioses de las antiguas civilizaciones hasta llegar a lo que se conoce hoy en día.

En la época de la antigua Roma, la gente solo hacia actos para los dioses, no para probocar una reacción en el mismo público y eso comenzaba a molestar a cierta persona.

La representación humana, conocida como "Imperio romano" o "El abuelo Roma" como le decían sus dos pequeños nietos, no estaba feliz con esto, sentía que el entretenimiento que se les hacía a los dioses no era suficiente para su pueblo.

De la nada, un día comenzó a cantar cuando se encontraba solo caminando por un valle de sus territorios, sus ojos permanecían cerrados pero pudo sentir como un brillo estaba muy cerca de su rostro y no, no era el sol golpeando fuerte, sino una pequeña y adorable criatura del tamaño de la palma de su mano, de un color rojo cereza con una forma que era similar a la de un escudo. ¿Que era eso? No retrocedió pues algo le decía que no le haría nada, es más, cuando lo tocó con su dedo este río escuchando un muy agudo pero adorable "girigirigri" en forma de risa acompañado de un pequeño brillo, aquella criatura le intrigaba pero sentía que debía protegerla, que nadie se enterara de su existencia, pues no sabía que cosa podía hacerle a su gente.

Ese fue el único secreto que guardó a su pueblo. Pero no a sus nietos.

Cuando estaba cantando, aquella pequeña criatura salió de su pecho (porque curiosamente, se escondía dentro de el, pero esto no resultaba para nada doloroso) y comenzó a brillar y moverse de lado a lado cerca de el, pero justo cuando eso pasó, sus dos pequeños habían decidido ir a verlo y encontrandose justo con esta "sorpresa"

Abuelo Roma... ¿Que es eso que brilla? -Decía el menor de los dos, con un rulo sobresaliente del lado izquierdo de su cabello-

No es nada que te haga daño y, para serte sincero, yo tampoco sé que es -Respondió con sinceridad, si había algo que él no podía hacer, era no ser honesto con ellos-

Parece un pequeño tomate -Dijo el mayor de los dos niños, con un rulo sobresaliente de su cabello del lado derecho y cabello de un color ligeramente más oscuro que el de su hermano-

Aparece cuando me aburro o cuando estoy cantando... no se cual es su propósito conmigo, pero es muy amigable para que sea malo -Dijo y el pequeño ser que flotaba bajó hasta quedar enfrente a los pequeños, siendo tomado con suavidad por el menor de los dos-

Se siente muy suave y cálido... ¡yo también quiero uno abuelo! -en su voz se notaba la emoción que tenía, sacandole una sonrisa a su abuelo-

¡Yo también! ¡Tambien quiero uno! -Ahora le secundó a su hermano menor, cosa que muy rara vez hacía, pues debía gustarle algo de gran manera para querer lo mismo que su hermano.

No sé como apareció, pero no duden en que los ayudaré en lo que pueda ¿si? -Extendió sus brazos a los pequeños, que al verlo, se lanzaron a sus brazos para recibir un fuerte pero amoroso abrazo de su abuelo.

~~ Años después ~~

El imperio romano ya no se encontraba y ambos pequeños habían crecido pero separados uno del otro, ninguno había conseguido obtener aquella pequeña criatura que acompañaba a su abuelo, ambos se esforzaron en conseguirla según lo que su abuelo les decía pero sus esfuerzos resultsron ser en vano, simplemente no lograban conseguir uno. Ambos ya tenían nuevas amistades y para la suerte de ambos, ningún enemigo.
Los dos hermanos ahora vivían en lugares distintos pero cuando se juntaban en su casa en Italia, tenían una costumbre: ir a una plaza común (Cualquiera que el otro dijera, se turnaban para esto) y comenzaban a cantar.