Una sensación fría y profunda como un iceberg a la deriva en medio del basto océano cae sobre todos los presentes ahogando sus corazones en un mar de duda y miedo. Todos permanecen en solemne silencio con millones de cosas atravesando sus cabezas en sólo un instante. Hasta el mismísimo Nick Fury se encontraba sin habla. ¿A que debían enfrentarse esta vez? ¿Cómo iban a prepararse al respecto? Luego de tantas y memorables batallas por la supervivencia del planeta Tierra y la conservación de cada alma de cada forma de vida en esta, ellos sabían muy dentro de cada uno que esto era algo a lo que nunca antes se había enfrentado, las palabras sobraban, el mismo sentimiento los inundaba a todos.
-¡HOLA CHICOS! ¿QUE HAY? Disculpen la demora, el tráfico es terriblemente lento últimamente -todos giran mirándolo sin quitar la cara de horror de sus rostros. Scott automáticamente borró la sonrisa ganadora de su cara mirándolos a todos un poco confundido- ¿Ahora que dije?
-Ah, nada, Señor Lang. Un extraño y misterioso ser interestelar nos acaba de sentenciar a muerte a todos los habitantes de este planeta, incluyéndote. Así que, si quiere seguir aferrándose a la vida, le aconsejo que preste más atención la próxima, y por qué no... ¡Llegar a la hora que se le pidió! -exclamó Fury.
-Yo pensaba lo mismo pero sólo hasta la parte de estar jodidos hasta el cuello -dijo Tony que a pesar de encontrarse en ese estado aún parecía ser capaz de procesar información referente a la extinción de toda la vida en la Tierra. Fury lo fulminó con la mirada.
-Stark, no es momento de juegos. Esto es algo serio -dijo con los brazos cruzados el enpijamado soldado rubio- Fury, ¿hay algún dato de donde proviene el mensaje?
-El millonario murmuró por lo bajo finalizando la botella.
-Señor, el mensaje parece provenir de otro...
-¿De otro qué, cadete? Finalice la sentencia.
-De otro universo, señor -dijo tragando saliva. Todos los agentes se miraron entre sí, algunos sabiendo lo que eso significaba, otros furiosos, otros confundidos. Fury miró a Rogers indicándole con la mano hacia donde está el cadete. Indicándole que si eso respondía a su pregunta.
-Ahora todos vayan a sus puestos de investigación. Stark, a mi oficina -Y con esa simple orden todo el mundo rompió filas.
La Sala de Reuniones quedó vacía. Todos los miembros de Los Vengadores partieron cada uno a su habitación, quizá a distenderse un poco, quizá a hablar con aliados, oficiales, con familia, quizá a planear estrategia o a seguir investigando al respecto.
Stark contemplaba a la nada en el más absoluto de los silencios. Pasaron varios minutos donde apenas él mismo podía escuchar su respiración.
-¡Dije a mi oficina, Stark! -dijo rompiendo su silencioLlevaban sentados hacía más de cinco minutos y el silencio en la habitación era cada vez más pesado. El primero estaba sentado con ambas manos entre las piernas y con la cabeza cabizbaja, pero no denotaba tristeza sino más bien enojo, estaba enojado consigo mismo. El director de SHIELD sólo lo observaba. Hasta que al final decidió romper el horrible silencio.
-¿Quieres decirme que te pasa? -dijo tranquilo con su imponente pero a la vez sutil voz- Desde que has llegado solo has estado causando problemas. Y no nací ayer como para no darme cuenta que algo está resonando en tu cabeza impidiendo que cumplas con tu deber.
-Debe de estar imaginando cosas Director Furioso. Lea mis labios, Tony Stark, está, perfecto -dijo agitando la botella vacía sostenida con fuerza en su mano derecha.
-Sabes, cuando era un pequeño enano y trabajaba en la milicia tenía el mismo comportamiento inmaduro que estás teniendo tú... y eso fue hace siglos. ¿Y sabes que me decían mis superiores? Pon tus piezas juntas. Jamás entendí el significado de esto hasta que me di cuenta que inconscientemente mi inmadurez era un mecanismo de defensa. ¿De qué te defiendes, Stark?
-Te agradezco que quieras jugar el papel de psicólogo pero ahórratelo
-No estoy jugando ningún papel. Solo estoy preocupado por ti. De amigo a amigo, sabes que puedes apoyarte en mis hombros.
-Nick, yo... No sé qué me sucede, discúlpame, he sido un tonto.
-No seas tan duro contigo mismo, quiérete un poco más. Te necesito aquí. Aquí y ahora. El equipo, SHIELD te necesita. Y hay alguien ahí afuera que también -le dijo sereno. Stark afirmó con la cabeza suavemente, limpiándose las lágrimas.
-Gracias, Nick... -El del parche le sonrió cálidamente.
-Solo, procura no meterte en tantos problemas, ¿sí?
-Oye, sabes que ese no es mi fuerte.
-Ve con cuidado. Si necesitas algo aquí estaré.
Stark abrió la puerta pero se detuvo, y fue hacia donde Fury para darle un rápido y firme abrazo.
-No le diga a nadie de esto -dijo alejándose con una sonrisa y cerrando la puerta.
-¿Qué estás haciendo, Tony? Vamos, el planeta te necesita -dijo susurrando.
-¿Charla intensa? -Lo que faltaba, que el rey de los incompetentes apareciera justo ahora.
-¿Qué quieres, Scott? No tengo tiempo para tus estupideces -dijo avanzando hacia el pasillo donde estaba su recamara.
-Oye, tranquilo... sólo quiero saber cómo está mi amigo de hierro, eso es todo. ¿Sabes algo sobre todo esto que pasó? Porque la verdad parece algo bastante gordo, tú sabes, una nueva amenaza y todo eso...
-...Un segundo, ¿Eso que oigo es una orquesta de hormigas?
-¿Qué? -dijo difícilmente ante las sarcásticas y cortantes palabras del genio.
-Sera mejor que vayas a ver -dijo palmeándole el hombro y alejándose del doctor bichos.
-¿Cuál es su problema? Yo no escucho nada -dijo por lo bajo levantando levemente los brazos mientras veía como la alborotada cabellera castaña se alejaba.
-¿Quien se cree ese que es? Viejo amigo... sí, claro...-y cuando Stark creía que las cosas no podía resultar peores, al final del pasillo apareció la persona que menos quería ver. Automáticamente al verlo, se dio media vuelta intentado hacer una rápida huida, pero no hubo caso, las palabras de aquel sujeto lo detuvieron.
-¡Stark! -se quedó helado y cerró los ojos de frustración, estaba jodido. El morocho dio la vuelta sobre sí y lo miro tajante.
-¿Qué acaso no hay privacidad en esta nave? -dijo sarcástico levantando los brazos mirando hacia las cámaras- Oh, cierto... fue mi idea -Su contraparte lo observaba confundido- ¿Qué pasa, Rogers? -El otro se tomó unos segundos para analizar el rostro de Stark pero, a pesar de las muecas, decidió hablarle de todos modos.
-Escucha, no me importa lo que te haya hecho yo o alguno de los miembros a ti. Pero estoy harto de tu actitud hacia todos nosotros. Tus problemas son tus problemas, ¿okey? Cumple con tu función por una vez por todas, ¡hay un enemigo ahí afuera y todavía no sabemos quién es! Siempre estas molestando por ahí tomando como un vagabundo y ¡sin aportar absolutamente nada esta misión! ¡¿Acaso quieres morir, Stark?! ¿Eso es lo que quieres? Si tanto lo deseas hazlo de una vez. Que tú no te preocupes por tu vida no es nuestro problema. Lo será cuando alguien muera debido a ello -Tony escucho cada palabra hiriente que Steve le dijo, mientras se iba pudriendo su corazón. Todo se resume a esto. Él fue la gota que rebalsó el vaso.
Anthony Edward Stark lo sintió por fin. El suelo bajo sus pies se quebró en dos y la tierra se abrió para dejarlo caer al infierno. El Capitán Rogers finalmente había sido honesto respecto a lo que pensaba y, cuando en otro tiempo, éste habría hecho hasta lo imposible para traerlo de regreso a su lado, pero eso no ocurriría. Ese era el final, y él ya no volvería a verlo de esa manera nunca. Los ojos del castaño se aguaron, pero su ceño se frunció en una milésima de segundo, estiró su brazo llamando a su traje. En cuanto este cubrió su brazo, su mano se cerró en un inminente puño, el cual acabó a toda velocidad, incrustado en la mejilla del más alto.
Estiró su brazo izquierdo, el cuál al terminar de armarse le ardió un poco la mano debido a la herida que tenía, pero no le importo, porque tan rápido se ensamblo terminó en la otra mejilla del veterano de manera tan rápida que no lo vio venir. El millonario lo miraba con odio, lo odiaba por haberle dicho esas palabras tan frías. Respiraba de manera agitada y fuerte por la nariz, tanto que parecía que en cualquier momento saldría fuego por ella. Pero era lo que necesitaba. En verdad lo necesitaba. Sus ideas por fin estaban claras. Despejo todas sus dudas. Su traje estaba casi completo. Así con mucho dolor, y furia, lo levantó del suelo con un rodillazo en el mentón. Ya semi-parado el soldado se percató del siguiente golpe de Stark, pero lo tomo del brazo esquivándolo, para luego golpearlo en el estómago. Para suerte del playboy su traje justo se había aferrado en esa zona a él. El morocho lo tomó del brazo y lo hizo girar en el aire haciéndole una llave que lo estuvo por dejar en el suelo, pero el pelirrubio lo frenó. Éste corrió hacía él, lo tomó por la cintura y lo hizo atravesar varias paredes. Stark encendió sus propulsores, siendo llevado en sentido contrario, elevándose del suelo para luego atravesar el techo del piso siguiente utilizando al Capitán como ariete humano.
El hombre de hierro lo dejó caer al suelo dándose vuelta en dirección a Steve quien, en una maniobra, se levantó del suelo. Ambos se miraron desafiantes. Años de pequeños conflictos y batallas, se resumían a esto. Ninguno de los dos sabía si valdría la pena, o si resolverían algo. Pero lo que sí sería seguro es que jamás lo olvidarían. Rogers tomó el escudo que yacía en su espalda. Esa fue la señal de que la pelea había comenzado.
Stark voló directamente hacia Rogers con el poder de sus propulsores al máximo, iba a atropellarlo pero el Capitán saltó sobre él en el último segundo saliendo indemne. Antes de que el soldado tocase el suelo, Iron Man tenía listo el rayo de su pecho el cual disparó sin dudarlo un instante. El uniformado se cubrió con su resistente escudo de vibranio redirigiendo el rayo hacía el logo gigante de SHIELD que estaba en la pared. A Fury no le iba a gustar eso. Tan rápido como giro el rostro un veloz sujeto rojo y dorado volaba hacía él, pero éste logró cubrirse, creando una fuerte onda que hizo que se quebraran todos los vidrios alrededor de ellos.
Steve se aferró aún más a las tiras de cuero del escudo, sin importar que tanto tirara Stark, el veterano no dejaría jamás que se lo quitara de las manos. Levantó el brazo y tiró fuertemente hacía abajo haciendo que el millonario se chocara la cabeza contra el escudo para luego terminar en el suelo. Aun así se levantó con algo de jaqueca y tomó impulso hacía él otra vez.
Esta vez fue por sus piernas, se deslizó cerca del suelo y lo tomó de su pie derecho, arrastrándolo por todo el suelo. El Capitán Rogers rebotaba y arrastraba consigo cada pieza de mueble, pared o cosa que había en su camino contra lo que Stark lo hacía chocar. Él conocía muy bien su estilo de pelea, así que si quería "ganar" debía tomar todas las chances que tuviera para hacerlo caer. Stark lo tiró hacia arriba, a lo que el rubio aprovechó e intento aferrarse a la viga del techo, pero no hubo caso ya que no se sujetó con firmeza. El genio lo empujó hacia el suelo y, sin dejar que llegara a éste, lo tomó de los hombros empujándolo hacía el duro concreto hasta llegar a la celda donde, alguna vez, estuvo encerrado el Dios Loki.
Lo dejó en el suelo caminando alrededor suyo. Observándolo con detenimiento. Al ver hacia su derecha se dio cuenta de dónde estaba, por lo que tomó del brazo al Capitán sin siquiera notificarle, para apoyarlo contra el grueso cristal de la celda.
-Mírate, mira en lo que te has convertido... -dijo con dificultad el soldado.
-Tú no me conoces, Rogers. Ustedes me hicieron llegar a este límite. Tú me hiciste llegar a esto.
-¿Límite? ¿Desde cuándo tú tienes uno? -dijo Steve algo risueño. Escupió una roja flema en el piso- Así que anda, termina de una vez.
-No hablas en serio...
-No, sólo te estoy distrayendo.
-¿Qué...?
Steve estiró el brazo activando el imán-brazalete del escudo. Tan pronto como Stark se dio la vuelta, un enorme frisbee le pego justo en la frente, semi cayendo en el pecho de Rogers, quien colocó el escudo en la yugular del hombre de metal. Stark intentó zafarse pero era imposible. Pero lo que sí tenía claro era que no existían imposibles para un Stark. Así desaferró una de sus manos del escudo y utilizó uno de los propulsores para quemarle el abdomen al otro. Librándose finalmente. El Capitán le tiro el escudo impulsivamente, pero no logró darle.
-¡Ja! ¡Fallaste! -dijo burlón el millonario.
-No lo creo -dijo adolorido. El escudo rebotó contra la pared y luego contra el botón rojo que activaba la entrada a la celda. Rogers aprovechó la distracción del otro y corrió hacía él, utilizándolo como "potro" elevándose por encima y empujándolo con gran fuerza hacia la gran caja de cristal. Stark no tuvo tiempo a reaccionar, cuando se dio cuenta, él ya se encontraba adentro. Steve apretó el botón de nuevo cerrando la puerta.
-¡Rogers! -dijo Stark golpeando el cristal. Se alejó un poco e intentó hacer un agujero pero no hubo caso. Nada funcionaba. Stark golpeó y golpeó todo lo que pudo el cristal, pero Rogers no cedió.
-Eres un peligro para todos, Tony. Lo siento. No puedo dejar que sigas retrasando la misión -dijo nostálgico el Capitán. Mientras se acercaba al cristal. Poniendo una mano sobre este junto con la de Tony.
-¡JARVIS, ahora! -una fuerte descarga eléctrica hizo volar al Capitán a unos metros cayendo por las semi escaleras- Sí sabes que yo diseñe parte de este lugar, ¿no? -dijo tocando un botón de su brazo mientras se abría la puerta- En verdad eres muy divertido, Cap -dijo mientras caminaba hacia Rogers. Tomó el escudo del suelo caminando hacia la puerta que daba a la otra habitación, pasó por al lado del veterano, quien cuando se percató tomó el escudo de la mano del genio y le pegó en las piernas, tirándolo al suelo.
Tony cayó al suelo, su sistema de vuelo había quedado algo averiado por los golpes y los movimientos violentos, partes de su armadura se habían quebrado, algunas también se desprendieron de su cuerpo. Aun así utilizó sus piernas para intentar golpear al pelirrubio directamente al rostro. Éste, esquivó varias patadas rodando por el suelo, pero su cara y hombros recibieron aun así un par de golpes. El rubio vio una oportunidad y saltó sobre Stark rodeándolo con sus brazos.
-¡Déjeme ir, Rogers! ¡Ya dejaste en claro todo! ¡Déjame en paz, maldita sea! -intentó levantar sus brazos pero el Capitán no tenía pensado dejarlo ir. Hasta que logró sacar uno de los brazos y lanzó un rayo hacia Steve, el cual logró cubrirse con su escudo. Sabía que no podría seguir reteniéndolo así que lo desvió hacia el techo, desprendiendo un inmenso pedazo de concreto, por lo cual ambos se separaron para no ser aplastados por el mismo. Inmediatamente se levantaron, tomando sus posiciones de combate. Ambos estaban demasiado cansados por el esfuerzo físico, ya no tenían la misma fortaleza que hace diez años atrás. Aun así seguían siendo los mismos por dentro, sentían lo mismo pero no lo sabían. Al menos no a ciencia cierta. Sólo sabían que cada vez que estaban juntos, algo adentro suyo se movía de una manera muy intensa.
Al ver que Steve no realizaría movimiento alguno más que para defenderse Stark fue el primero en atacar. Sus golpes eran muy sincronizados, tanto que parecía una danza la que se estaba desarrollando. Golpe va, golpe viene. Patadas por doquier, algún que otro puñetazo, algún que otro rayo, algún que otro golpe de escudo. Steve tenía en claro de que no llegarían a nada con esto, pero lo necesitaban por alguna razón.
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FORBIDDEN WAR [STONY & SPIDEYPOOL]
RomanceLuego de 10 años de los eventos de Infinity War, una nueva amenaza hace frente al planeta Tierra. Por esto un ya viejo y cansado Nick Fury, buscará reunir en una posible ultima instancia al poderoso grupo de superhéroes, Los Vengadores. El pasar de...