¡La Royal Academy ha concertado un partido contra el Raimon!
¡Hoy!
Me sentía tonta mirando con la boca abierta a la chica que me lo había dicho, era una tal Celia y estaba tan sorprendida como yo. Era ¿alucinante? Podría ser esa la palabra correcta, puesto que era muy fan de ese equipo. Había visto a algunos jugadores y me había tragado gran parte de sus partidos, ¡incluso conocía algunos nombres! Y eso que era una vaga sin remedio para esas cosas.
— Por cierto, ¿cual es tu nombre? —preguntó la peliazul con una gran sonrisa.
— Soy Zia, encantada. —Celia me dio un gran abrazo para mi sorpresa.
— Voy a ver el partido para el periódico del centro ¿te vienes? —Afirmé con mi cabeza, aunque estaba un tanto avergonzada.
Me daba vergüenza que mi cara pareciera la de una tonta por la emoción, iba a ver a todos los de aquel equipo, ¡y en persona!
Salimos a buscar el mejor sitio desde el que ver el partido y, tras un gran rato, al fin llegaron los jugadores del equipo enemigo. Se podría decir que su entrada fue tan escalofriante como asombrosa. La Royal no tenía nada que envidiar al Raimon... ¡Que ni siquiera tenía los jugadores necesarios!
— Dan miedo... —susurró Celia.
Fue entonces cuando mi vista se topó con la de quien debería ser el portero del equipo contrario, si bien recordaba se llamaba...
— ¡Juan Queen! —Tal y como grité sin querer, me callé.
La risa de Celia consiguió sorprenderme ¿de qué se reía?
— Es Joe King. —Si en algún momento alguien se siente estúpido, recordad a quien transformó el nombre del Rey de los Porteros.
— Soy mala con los nombres. —Me disculpé.
La chica hizo un ademán con la mano que indicó que no le diera mucha importancia al asunto, y sin más dilación. El partido comenzó, comentado por un tal Caster, ¿o era Chester?
— ¿Por qué gritaste antes su nombre?—preguntó la de gafas totalmente interesada.
— Bueno... Yo... —¿Le decía la verdad o mentía? Me incomodaba decir que ese chico me había llamado la atención.
— Con que a Zia le gusta Joe... Interesante. —Arrebaté su libreta mientras emitía un pequeño grito.
— ¡No es verdad! —Una chica que se encontraba a nuestro lado se comenzó a reír.
— No creo que le guste tan de repente —anunció.
Oh sí, era mi salvadora.
— Anda tu eres Silvia ¿es verdad que te gusta Mark? —Y tras esto comenzó una batalla entre las dos: Celia afirmando y Silvia negando.
El silbato marcó el final del primer tiempo, la Royal estaba jugando muy duramente y los del Raimon a duras penas soportaban el ritmo.
Me levanté de mi asiento y acaricié mi largo y claro pelo, era algo que me tranquilizaba cuando estaba nerviosa.
— ¡Cuidado! —Al girar, vi como un balón se aproximaba a mí con una fuerza sorprendente.
¡Dios, si realmente existes y estás ahí, sálvame!
Cuando creí que todo estaba perdido, alguien paró la bola a un metro de mí.
— ¡Ese es el Rey de los Porteros, no deja ningún hueco en la portería y salva a las bellas damiselas en apuros! —gritó Chester.
Fue tal el susto del posible golpe que había caído al suelo, pero más era la sorpresa de quien me había salvado.
— ¿Estás bien? —Joe King se giró hasta poder apreciar sus bellos ojos grisáceos.
Tendió su mano para ayudar a levantarme, tras unos segundos la tomé y reincorporé mi posición. Indudablemente, mi corazón iba a salir de mi boca en cuestión de segundos, y más cuando descubrí que nuestras manos seguían entrelazadas. Rompí el agarre y musité un pequeño "gracias".
— No las des, como bien ha dicho el comentarista he salvado a una hermosa joven al borde de la muerte. —¿Sabéis lo que es morir? Pues yo no lo sabía hasta ese momento—. Nos vemos.
Estaba totalmente petrificada, no era por las miradas de todo y repito ¡todo! el mundo mirándome. Sino porque estaba tan absorta en la figura de King que no podía moverme...

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El rey de los porteros [Inazuma Eleven]
Fanfiction*Aviso* Esto será una historia con la intención de relajar a la escritora (osea yo), no contendrá una narración buena y tendrá cosas sin sentido. Un nuevo curso y una nueva escuela, eso es lo que piensa Zia al entrar al Instituto Raimon. Cree que v...