Especial Navidad [Joe]

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Me crucé de brazos mientras David le intentaba quitar las gafas a Jude; nos encontrábamos caminando hacia el centro y todo parecía un agradable caos. Los niños gritaban, eufóricos por el ambiente y las luces que decoraban con esmero cada rincón. No pude evitar sonreír, esta época era tan agradable que olvidabas todos los problemas que se amontonaban en tu interior.

—¡Mira Joe! —gritó Samford mientras ponía algo en mi cabeza, fruncí el ceño en cuanto toqué lo que era—. Mirad chicos, ¿a que nuestro portero favorito está adorable? —soltó, consiguiendo que cada uno de nuestros acompañantes se riera.

Bufé, mas no me quité las orejas de gato. No me importaba llevarlas, solo era por hoy. Mandé a callar a todos y proseguimos con el camino; según Jude íbamos a ver unas actuaciones que se iban a llevar a cabo en el corazón de la ciudad. 

—Entonces, ¿qué pasó con la chica del otro día? —La pregunta del enano inició una charla llena de orgullo por parte de todo el equipo, incluido yo. Hacía unos meses había conocido a una chica, sin embargo... No había resultado ser de mi tipo.

—Pantera, ahí tienes a una chica que te está mirando ¿sabes? —No tardé en alzar la vista disimuladamente mientras observaba a quien me había señalado mi compañero—. Parece muy... ¿guapa? —Acercó su rostro al mío, su único ojo clamaba una respuesta por mi parte.

Ladeé la cabeza y dibujé una media sonrisa mientras hacía como si le pegara un golpe. No quería saber nada de chicas, al menos por ahora; y por muy hermosa que se viera vestida de Papá Noel, no iba a dejar que Cupido me lanzara una flecha a quien ni tan siquiera conocía. 

—Venga ya King, ¿nunca vas a intentar estar con alguien? —negué, claro que acabaría con alguna, pero ahora no era el momento—. Podemos pedirle el número, o podemos hablar con ella ¿vale? —Antes de que intentara abalanzarse sobre ella, lo tomé del brazo. No iba a dejar que montara uno de sus espectáculos. 

El resto del equipo nos llamó, habían conseguido unos buenos sitios para disfrutar del espectáculo. Así que, a duras penas por parte de quien era como mi hermano, fuimos con ellos. Se había empeñado con la idea de buscarme pareja desde que él comenzó a salir con Mira... Por unos segundos, enfurecí. Aquella chica era totalmente estúpida, y no era el único que se había dado cuenta de que estaba jugando con los sentimientos de David. Incluso el entrenador le había llamado la atención, estábamos casi para jugar la final del torneo de fútbol y estaba en las nubes por culpa de la "destroza vidas".

Abrí un poco la boca, sorprendido, en cuanto vi a la chica que me había observado antes. Se encontraba en el escenario, y ahora la podía apreciar mejor. Tenía que admitirlo, era bastante guapa. 

—Madre mía, ese vestido le sienta increíble... ¿a que sí?

—Por una vez en esta vida, voy a darte la razón —respondí con una sonrisa cómplice.

—¿Vas a darle entonces tu número? —Rodé los ojos y le dije que no con mis ojos, no quería despistarme. Y ya lo estaba bastante por culpa de los estudios, Ray Dark nos tenía tan aprisionados con el fútbol que no había tiempo para llevar unas buenas notas en el instituto—. Venga Joseph.

Le di un golpe a tal cabeza de chorlito, no soportaba que me nombraran así. Incluso odiaba a mis padres cuando lo hacían. ¿Tanto les costaba haberme llamado Joe? Habría sido más fácil para todos. Mejor para mí. 

Lo hice callar y presté atención a la chica, la cual, según la presentadora, se llamaba Zia. 

—Encantada, soy Zia. —Se presentó con una gran sonrisa y seguridad en sí misma—. Mi actuación consistirá en cantar la tan famosa y hermosa canción de "All I want for Chistmas is you", de Mariah Carey. 

Hizo un adorable gesto que me recordó a las famosas idol; sus ojos amarillos se fijaron por unos instantes en los míos. No le hice mucho caso a esto, pues lo estaría haciendo con todo el público. 

La canción comenzó a sonar, al igual que su voz se hizo dueña de todo el lugar. Lo hacía flojito, sin embargo cualquiera podría apreciar que tenía a una gran cantante enfrente suya. Sus movimientos eran suaves, estaba claramente nerviosa. De nuevo, posó su mirada en mí. Esta vez no intenté hacerla pasar desapercibida, le sonreí e hice un pequeño movimiento con la cabeza. Con esto, intenté transmitirle un gran ánimo. No podía permitir que fracasara con tal talento en su interior.

Correspondió a mi acción y comenzó a soltarse en el escenario, su voz se hizo más potente y sus pasos también. Todo el público comenzó a cantar y a moverse, al igual que todos los de la Royal Academy. Tanto yo como ellos tendríamos fama de ser un tanto serios y esquivos, pero el espíritu navideño nadie nos lo podía arrebatar.

—Pues, no me importaría que fuera tu novia. ¡Es increíble! —vociferó Samford, me ruboricé un poco. Aunque no lo suficiente como para que nadie lo notara.

—Eres estúpido, no puedo enamorarme de una manera tan estúpida. —Le guiñé el ojo mientras reía, y continuamos cantando hasta que la canción acabó.

No hubo persona que no aplaudiera tal representación, esa canción siempre animaba. Ya daba igual si fuera tal helada fecha o en la que hasta la madera se derretía. La miré a los ojos por una última vez mientras se despedía y agradecía tal aceptación. Su cara resplandecía de alegría, y pude notar que me estaba agradeciendo el apoyo. 

—Venga gato, ¡Jude quiere comer! —Y con estas palabras de Samford, nuestras miradas se rompieron.


Ha sido un año realmente tedioso, sin embargo lleno de sonrisas y llantos; con sus penurias y sus carcajadas

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Ha sido un año realmente tedioso, sin embargo lleno de sonrisas y llantos; con sus penurias y sus carcajadas. Y toca comenzar a despedirse de este 2017. 

Me alegra haberlo pasado con vosotros, aunque seáis unos pocos lectores. Y os agradezco este maravilloso año, vuestra compañía, vuestros votos y vuestros comentarios. Siempre me hacéis sonreír, en mí mi corazón rebota de felicidad al saber que hay personas a las que le alegro el día con mis palabras.

Sin más que decir, os deseo una FELÍZ NAVIDAD.

El rey de los porteros [Inazuma Eleven]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora