Un vistazo al pasado

276 30 11
                                    

  El trámite del intercambio me tomó menos de una semana, tuve que rendir un examen, convencer a mis padres, pasaporte, autorizaciones y unas cuantas cosas más. Lo que si recuerdo es que Te mande un mensaje de texto para citarte, te iba a contar que me iría, quedamos en ese parque que siempre nos encontrábamos, la cita era a las 4 pm ¿Lo recuerdas? Supongo que no, porque no fuiste. 

Te llame una y mil veces más, eran las 7 pm y seguía esperándote en el parque en unos de esos bancos que siempre dijiste que te gustaban, mi corazón lo presentía, estabas con ella, ni te acordaste de mí. Decidí irme, había llegado a casa a las 8 pm cuando comenzó a sonar mi teléfono, vi en la pantalla tu nombre y me sentí tan estúpido, después de 4 hs te acordaste de mí  ¿qué hice yo para que me ignores? Estaba tan enojado que no atendí, me duche y llore bajo el agua como idiota, antes de meterme a la cama volví a mirar mi teléfono ya iban 10 llamadas perdidas. 

Apague el celular y me dormí, esa noche como tantas soñé contigo, como te extrañaba, sentía que me acariciabas el pelo y me abrazabas. Después de tantos años de enamoramiento y alucinaciones me diste el mejor recuerdo que pude llevarme conmigo, estabas durmiendo en mi cama junto a mí como tantas veces, siempre venias a mi casa, entrabas por la ventana, siempre tan travieso. 

Cuando desperté me encontré con que estabas durmiendo abrazado a mí, sentía tu respiración junto a mi cuello, lentamente comenzaste a abrir los ojos – Buenos días Kyu – me diste un beso en la mejilla. 

¿Qué haces aquí hyung? – porque hacías esas cosas, confundirme así, me ignorabas y yo me sentía morir, era tu esclavo, siempre lo fui. 

No me contestabas –

 Eres un tonto – te dije para luego abrazarte, en ese momento ella no existía, volvíamos a ser los dos, aun me sorprende cómo juegas con mi estúpido corazón. 

Luego de desayunar supe que debía decírtelo, vi algo diferente en ti, no sabía que era y me daba temor de averiguarlo.

 Hyung hay algo que quiero contarte –

 Yo también, puedo empezar – tenías en los ojos un brillo especial y una sonrisa soñadora, sentí que algo no andaba bien. Te di tu espacio para que me cuentes eso tan importante ­- Tuve mi primera vez ayer con Sarah – fue tan rápido que sentí que me ahogaba y nadie podía ayudarme, escuchaba que seguías hablando pero mi mente me bloqueo ya no escuchaba nada, solo te veía a ti, caía lentamente de un precipicio sin paracaídas, el golpe iba a ser doloroso pensé pero no más que esto.

 Terminaste de hablar y te lo dije de forma rápida, necesitaba que te vayas, me habías dejado plantado 4 hs para coger con ella, realmente estaba enojado – Voy a irme a Estados Unidos en un intercambio - ­ conteste todas tus preguntas, esperaba un "no te vayas" pero nunca llegó, simplemente me deseaste buena suerte y dijiste que mantendremos contacto.

 Aún recuerdo nuestra despedida, te dije que vayas solo, quería decir "realmente solo". Pero no, fuiste con ella, lo había presentido pero la muy descarada salía contigo y yo le gustaba. Por primera vez sentí que hacía bien en irme, ella me metería en problemas pero jamás imaginé en cuantos. 

Me fui lejos de ti, me hizo bien, no voy a negarlo. Pasaron tantas cosas durante mi estadía, los primeros meses me costó mucho acostumbrarme, escasamente me escribías y siempre que lo hacías me hablabas de ella, me contabas como iba tu relación, lo mucho la amabas incluso un día "llegaste a decirme que tal vez ella era la indicada", mis dedos no sabían que teclear ante ese comentario, supongo que me lo decías porque no sabías mis sentimientos.

 Algunos de los cambios más notorios de esos tres años, fue mi apariencia por fin el pedido que le hice a la naturaleza se volvió realidad, había crecido fácil unos 10 cm y deje de ser ese joven y flaco como un espárrago, fui tomando una musculatura suave, había cambiado el color de mi cabello a uno castaño claro, realmente me veía atractivo pude notarlo por la cantidad de chicas que me invitaban a salir, entre todas esas solicitudes llego una que no pude rechazar, me recordaba a mí, era joven, tímido y tierno justo como yo me sentía ante ti. 

Mi vida en tus manos - Yehyun -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora