Cap 7¿Que me está pasando?

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Entramos por el portal de mi casa a trompicones. He estado tan nerviosa que casi no podia meter la llave a la cerradura de la puerta. Una vez los dos dentro de mi casa, cierro la puerta a mis espaldas, y sin esperar un minuto mas me abalanzo sobre él comiendole la boca. Excitado y enloquecido, me estampa contar la puerta quitandome toda la ropa en medio minuto.

-Espera...-dice separandose un poco de mi-¿a que hora vendran tus padres?

-No lo se...-digo jadeando-creo que hasta la noche no van a aparecer por aquí. Hoy eres todo mio.

Sin decir nada mas, vuelve al ataque. Subimos por las escaleras hasta mi cuarto. Una vez alli me baja al suelo y empujandolo, lo tiro a la cama y me pongo encima de él a horcajadas. Con la mano empieza a recorreme la espalda, pero rapidamente se la pongo junto a la otra encima de la cabeza.

-Ahora, la que te hara disfrutar soy yo-digo sonriendo maliciosamente-quiero que te quedes así. Como te muevas, pararé.

-Mala...-dice riendose.

Le quito los pantalones junto con los boxers y veo la potente erección lista para mí. Se me seca la boca. Me coloco encima de Alex de nuevo, y introduzco su miembro erecto en mí con ayuda de mi mano. Los dos jadeamos a la vez. Su mano instintivamente agarra mi cadera, pero rapidamente se la vuelvo poner encima de la cabeza. Ahora mando yo. Nunca he llevado yo el ritmo al hacer el amor, y me gustaría probar. Empiezo a moverme lentamente sin quitar mis ojos de los suyos, que excitados, me miran sin pestañear. Me muevo aun mas rapido mientras hecho la cabeza hacia atras disfrutando del momento.

-Lo siento nena, no puedo aguatar más-me agarra de las caderas de nuevo, y al medio segundo ya me veo debajo de él-. No sabes lo que me has hecho al excitarme tanto-se quita la camiseta-ahora me da igual que grites o que llores, te voy a hacer mía a mi manera.

Me embiste brutamente haciendo que grite de placer. Una, otra, otra, hasta catorce enbestidas. Mientras me mordisquea salvajemente el cuello y me masajea el pecho. Su ritmo de embestidas aumenta a la vez que los dos llegamos al clímax, y cuando lo hacemos, con un grito de placer sale de mi ya que no lleva condón, y se corre encima de la cama. Luego se cae jadeando a un lado.

-Tendré que cambiar las sábanas luego-digo una vez recuperado el aliento.

El sonríe y apoyándose en un hombro, me observa con la mirada aún de deseo. ¿Todavía no se ha saciado? Bueno, he de admitir que yo tampoco... Ese cuerpo de futbolista fibroso que tiene me pone a unos límites que no son ni normales. Me dan ganas de ponerlo otra vez debajo de mi y comerle a besos su rostro tan hermoso.

Extiendo la mano y le acaricio su fuerte mentón. El sigue quieto mientras me sigue observando.

-Alex-digo-yo...es que haber, tu me gustas y mucho pero yo no se sí tu... Quiero decir que tu y yo... No haber es que no me explico...

Se hecha a reír divertido. Me agarra de cintura y me coloca encima de él.

-Haber pequeña, ¿qué es lo que te preocupa tanto? Puedes decírmelo, no muerdo.

-Eso de que no muerdes...-digo cerrando los ojos cuando su boca empieza a mordisquearme un pezón. Noto como sonríe. Será mejor que se lo diga ahora antes de que el deseo se vuelva apoderar de mi cuerpo-. Lo que quiero decir es que tu me gustas mucho, no sólo para el sexo si no como persona me gustas hasta el punto de volverme loca. Pero yo no se sí tu sientes lo mismo Alex-cuando veo que para de morderme el pecho y me mira con el ceño fruncido, pongo un dedo en sus labios para que me deje proseguir-. Si tu me dices que sientes lo mismo, dejaré esta duda y te creeré. Pero sí sólo me quieres para sexo, dimelo. No quiero salir dañada más adelante.

-¿Por qué piensas eso nena?-dice extrañado.

-Es que...no lo sé, hay muchos rumores sobre ti y...bueno al principio no me los creía pero cuando descubrí que fumabas y te escuche hablar por teléfono y decir todas esas cosas y...

-Para Sara-dice cortante-lo de fumar no te lo dije por que no veía motivos, me gusta y punto, aunque perjudique mi carrera futbolística. Luego lo que le dije a mi amigo era mentira y lo dije sin pensar pero es que cuando te apartaste tan bruscamente de mi cuando intente acariciar tu cicatriz... Me molestó, ¿no te das cuenta que quiero que me dejes tocarte y comprenderte? Te quiero nena, y quiero que mis manos no te hagan sentir molesta, aunque toque esa cicatriz.

Lentamente pasa la mano por mi espalda. Al principio me tenso y me siento tentada de quitarle la mano pero poco a poco consigo relajarme.

-¿Me quieres?-digo. El asiente seriamente-. ¿No te da asco tocarla?-su mano se queda apoyada en la cicatriz.

-¿Cómo me iba dar asco nada tuyo?

-Bien, si me quieres-me acerco a su oído y le mordisqueo la oreja-no me vuelvas a dejar marchar.

Acto seguido, se sienta conmigo encima y introduce su miembro en mi haciendo que emita un alto gemido.

-Oh Dios...-jadea-Sara me vuelves loco... Y aunque...escuches lo rumores...

-Calla y hazme el amor-le beso sin poder dejar que siga hablando. No quiero escuchar nada más, no necesito más explicaciones.

Hacemos el amor salvajemente durante todo el día. Hacemos una parada para comer pero luego volvemos a la cama y lo volvemos a hacer. Nuestros cuerpos se acoplan perfectamente y cada vez que los dos llegamos al clímax, nos fundimos en un abrazo que parece que no existe nadie más en el mundo.

-Estoy agotada...-digo tumbada boca abajo-¿es que no te sacias nunca?

Alex se me ha puesto encima y me da un regero de pequeños besos en la cicatriz. Es raro pero no me disgusta... No se, nadie me ha tocado antes ahí, ni siquiera mis padres.

-Me pasaría todo el día tomandote, pero desgraciadamente tus padres vendran y antes que eso me tengo que ir.

-Mmm...-gimo al notar pequeños mordiscos en el trasero-no quiero que te vayas...

Noto como el sueño poco a poco se va apoderabdo...mierda me estoy quedando dormida.

***

-¿Sara?¿Estás en casa? -la voz de mi madre hace que abra los ojos de golpe y me incorpore de la cama.

¿¡Mis padres!? Miro hacia todos los lados pero no encuentro a Alex, ¿se habrá marchado? ¡Estoy desnuda!

Rápidamente cojo el primer pijama de un cajón. Para mi sorpresa me encuentro mi ropa perfectamente doblada en una silla con una nota encima:

"Buenas noches nena, estabas tan mona dormida que no te he

querido despertar. Mañana voy a estar entrenando, si quieres ven."

Sonrío como una boba mientras releo y releo la nota. Aún puedo notar sus brazos rodeandome y explorando todo mi cuerpo. Sus labios, su aliento, sus ojos... Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. ¿Me he vuelto adicta a Alex? Esto no puede ser bueno.

Miro el reloj, las nueve de la noche, madre mía me he quedado completamente dormida. ¡Y seguro que he roncado!

Doy un brinco al escuchar unos golpecitos en la puerta. Antes de abrirla pongo bien las sábanas que aún manchadas de....

-Hola mamá-digo abriéndole la puerta-me iba a dormir, no pensaba que llegaríais tan tarde.

-Hemos acabado de cenar antes de lo previsto-se queda mirándome con gesto serio pero su rostro se suaviza al momento cuando me roza con la mano mi rostro-. Estás preciosa, ¿habéis ido tu y tu amiga a haceros algo en la cara?

Extrañada niego con la cabeza y me palpo el rostro. Haber si es verdad lo que dicen de eso que cuando después de hacerlo por primera vez con la persona que amas, tu rostro se vuelve mas bello...

-Serán cosas mías entonces-me da un beso en la frente-buenas noches Sara.

Luego se encierra en la habitación. Ahora no puedo dormir, quiero verlo otra vez...

Tumbada en la cama, puedo oler su aroma y sin quererlo me vuelvo a caer en un profundo sueño con una sonrisa de tonta enamorada dibujada en la cara. ¿Que me está pasando?

Un balonazo de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora