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Taehyung

Desperté luego de escuchar como mi madre me llamaba, me estire hasta oír mis huesos tronar. Me senté recargandome contra la cabecera de la cama, hoy sería un día largo ya que mi padre organizaría una reunión para un nuevo habitante que se había mudado en está semana, luego de mirar hacia la pared azul de mi cuarto decidí pararme e ir hacía la cocina. Mientras bajaba las escaleras alcance a oír a mi padre hablar con mi madre.

-Solo rezó para que el no lo arruiné- Mi padre era algo duró conmigo, aún así nunca podría llegar a odiarlo- ni actúe de manera extraña como acostumbra a ser.

-Tranquilo cariño, Tae es una gran muchacho y no lo va a arruinar, nunca ha hecho algo a propósito para destrozar cosas importantes para ti- Mi madre a la cual tanto amo, era la única que confiaba en mí, y no me temía al igual que Jimin, las dos personas que realmente no me consideraban un "desliz" por así decirlo.

-Solo... Que no lo arruine- Escuche su voz irritada y luego el sonido de una puerta cerrándose, escuche a mi madre suspirar para luego ir a la puerta y recostarse sobre ella.

-Taetae, ignora a tu padre, el no lo dice por lastimarte, solo quiere que las cosas salgan bien- Mi madre se giro y me miro con una pequeña sonrisa, en su rostro se reflejaba la culpa aún cuando ella ni había hecho nada.

-Lo sé, y es entendible, digo. Una nueva persona se muda aquí y hace parte de la familia Jeon, no lo culpó- Le devolví la sonrisa a mi madre.

-De acuerdo ,bebé, ve a la cocina, no quiero que tu desayuno se enfríe. Iré a la casa de la señora Park para los preparativos- Se acerco a mi y me dio un beso en la frente- Te hice waffles.

Acompañe a mi madre hasta la puerta y me despedí de ella, antes de irse me susurró que podría ir a la laguna luego de que la fiesta se terminará, eso me emociono en demasía. Extrañaba ir a la laguna, con mi entrenamiento no había podido ir; abrase a mi madre y le dije que se cuidara mientras la besaba la mejilla. Una vez ella se fue me dirigí a la cocina a desayunar para luego vestirme.

Media hora después, me encontraba de camino a la plaza, por suerte hoy no había clases. Decidí arriesgarme y me dirigí a la laguna, mientras caminaba pude notar como las personas me miraban, con temor, asco, miedo y más sinónimos que sentían hacia mi. Los ignore y seguí mi camino, al entrar completamente en el bosque, que no quedaba tan lejos de mi casa gracias a Dios, empecé a seguir el camino que me sabia de memoria. 

Al llegar a una pequeña cueva cubierta de hierbas y enredaderas me dispuse a apartarlas con mis manos y seguir caminando, luego de cruzarla me encontré con una laguna no tan grande cuya  agua era tan azul y cristalina, que podías ver lo que se encontraba sumergida debajo de esta; me senté en un borde y empecé a quitarme mis zapatos y luego  doblar el final de mis pantalones hasta mis rodillas, trate de no ensuciarme ya que la vestimenta que traía era para la reunión que mi padre organizó, al terminar sumergiendo mis pies estremeciéndome por el frío del agua, aun así decidí continuar sumergiéndolos. Moví mis pies creando pequeños olas que chocaban entre si, durante unos cinco minutos haciendo esta acción decidí comenzar, empece a murmurar un canto algo antiguo en un idioma que nadie sabía, solo mi madre y Jimin sabían sobre esto y no me juzgaban lo cual agradecía, en mi canto, desde lo más profundo del agua comenzaron a brotar burbujas que a cada minuto se hacían mas grandes, estas burbujas empezaron a salir del agua para flotar y juntarse entre ellas creando una masa sin forma. A medida que cantaba las masas de agua comenzaron a tomar formas de ballenas, habían varias ballenas que brillaban con los rayos del sol; estas empezaron a emitir sonidos dignas de ellas, baje mi canto volviéndolo más suave hasta que no se escuchaba palabra alguna.

Las ballenas seguían ahí, creando un hermoso ambiente con su canto, para calmarme un poco más decidí aparecer mariposas de colores, no eran difíciles de hacer ya que poseía el poder de darle vida a las criaturas reales o creadas que aparecían en mi cabeza, no sonaba tan raro tener dicho don, era un poder muy normal casi inservible para algunos o humillantes para otros, ya que dependiendo de tu estado de animo un animal aparecía en cualquier forma y color. Como ya dije un poder normal comparado con los otros, mi otro poder, don o como los demás les gustaba llamarlo "maldición" era el que tenia un control no tan desarrollado en los poderes de los demás, tenia un cierto control en los elementos como el novio de Jimin, Yoongi. Podía crear plantas, arboles o hasta montañas si me lo proponía pero no lo hacia ya que abarcaba gran parte de mi energía, aun no se como Jin puede hacerlo sin cansarse. Podía cambiar el clima como Jimin, tenía ciertos momentos que me llegaban pensamientos de los demás a la mente sin aviso alguno, Hoseok  poseía este poder y Namjoon podía destruir cualquier cosa ya que su fuerza era insuperable, su cuerpo no era tan musculoso pero tampoco tan flácido, además de esto poseía cierto control en su mente que le permitía saber lo que las personas harían, podía adivinarlo rápidamente antes de que la otra persona pensara en hacerlo. 

Yo poseía parte de este, no suena tan mal, pero hubo un tiempo, años atrás, en donde una festividad se celebraba la cual era cuando la luna se ponía en su máximo punto y alumbraba a todo el pueblo con su deslumbrante luz y había un rayo en particular que era mas brillante que los demás rayos, este alumbraría a una persona y le otorgaría mas poderes de los que ya era poseedor, los demás se preparaban para este momento entrenando y memorizando cualquier dato que las demás familias con un poder ya asignado tenían, pero en ese momento el rayo no apunto a ninguno de ellos y no fue sólo uno si no que fueron varios los que se posaron en una persona, desafortunadamente se posaron en mi, en ese momento era muy pequeño ya que tenia 8 años y realmente no tenía idea de lo que estaba ocurriendo. Cuando todos se me quedaron mirando fijamente; una aura blanca empezó a rodearme y sentí como la sangre empezaba a correr de una manera más rápida, estaba asustado y creí que iba a morir pero el aura desapareció al igual que los rayos y la luna se escondió, todos me miraban sorprendidos, nadie se lo esperaba y yo tampoco.

Sacudí mi cabeza tratando de alejar los recuerdos que me invadieron, pero seguían ahí, como si alguien los hubiera marcado con fuego dejando una gran cicatriz que no sanaba y tal vez nunca lo haría, luego de ese día todos comenzaron a temerme creyendo que les haría daño y era entendible, un niño de ocho años había sido elegido para tener cierto control con los poderes de los demás que sumándole no poseía ningún tipo de entrenamiento, era una amenaza, discutieron y discutieron hasta llegar a un punto donde creían que la luna se había equivocado de elegido, mi padre trato explicarles que la luna nunca se equivocaba pero aun así siguieron juzgándome, en ese tiempo era amigo de Jin, Jimin, Hoseok, Yoongi y Namjoon, pero tenia miedo a lastimarlos así que me aleje, les explique a ellos el porque cuando decidieron buscarme, a pesar de que insistieron al final cedieron y me abrazaron, me prometieron que nunca me tendrían miedo y que siempre podría contar con ellos cuando quisiera entrenar con mis nuevos poderes, Jimin nunca se alejo, al día siguiente estaba frente a mi casa llorando y rogándole a mi mamá que no quería separarse de mi, le dije el porque debía de separarme de él, pero aun así insistió, luego su madre vino y nos dijo que siempre contaríamos con su ayuda, la familia Park vivía justo al lado de nosotros, así fue como lo conocí y supe que no quería quedarme solo, no quería perder a la única persona que lograba entenderme con una mirada, así que lo abraze y le pedí perdón, nuestra amistad se volvió mas fuerte y Jimin siempre me enseñaba sobre los demás poderes en caso de que necesitará usarlos y en una sorpresa llamo a los chicos, ellos ya sabían ya que Jimin les decía como progresaba, ellos me enseñaron muchas cosas y como controlarlos, ese día nos unimos más, aún lo eramos pero mi padre me mantenía ocupado porque el me enseñaba también a su manera, odiaba su manera.

Mi padre se dejó llevar por los pensamientos de los demás y comenzó a temerme y a odiarme en parte, él también había entrenado para recibir los poderes, pero los recibió su hijo. Solo tenia a mi madre y a los chicos, así que tratando de practicar solo corrí directo al bosque donde encontré esta laguna escondida, el agua era tan hermosa que una desconocida melodía me vino a la cabeza y quise cantarla, mientras lo hacia me acerque al agua y sumergí mi mano, estaba tan concentrado que cerré mis ojos y olvide todo, la luna, los entrenamientos, el odio y el miedo, solo era yo y la laguna de sorprendente agua. Cuando los abrí habían ballenas emitiendo sonidos, mire asombrado lo que había hecho así que corrí a mi casa y me encontré con mi madre y Jimin, comencé a jalarlos para poder mostrarles. Ellos se mostraron sorprendidos pero me pidieron que no le dijera a nadie más, ni a mi padre, dude al principio pero acepte.

Cuando volví a enfocarme las ballenas seguían ahí al igual que las mariposas, saque mis pies y me levante, comencé a arreglarme y me despedí de las ballenas, estas desaparecieron y el agua cayo al lago, las mariposas se fueron volando, regrese por el camino directo a la plaza, donde se haría la reunión, debía reunirme con el chico que había llegado y sinceramente tenia miedo a como reaccionara cuando supiera sobre lo que podía hacer.

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Cabe decir que inspire demasiado en este capitulo, espero les guste ^^

El Idioma de las Ballenas/KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora